1. Donde viven los monstruos es una película muy 'heavy', sobre un niño que se pelea con la mamá, se escapa y llega de la nada a una isla donde hay monstruos. Como un mundo propio. La película (de Spike Jonze) está muy bien hecha y se respetaron los dibujos originales. El niño tiene un viaje de aprendizaje tremendo al enfrentarse a este universo en donde posee libertad absoluta. Allí, solo, descubre en estos monstruos, que son aspectos de su personalidad, valores y responsabilidad personal.

2. Mi vecino totoro es para mí una película que todo padre debe ver con sus hijos. Es una animación japonesa que está llena de mensajes. Una de esas experiencias sensoriales para compartir, porque cuando un niño ve contigo esa película va a recordar siempre las cosas que comentaron.

3. Matar a un ruiseñor es la historia sobre una niña en el sur de Estados Unidos cuyo papá es abogado y defiende a un afroamericano acusado de violación. La película explora la relación de esta niña con un padre que 'se la juega' por alguien en quien nadie más cree. Es una lección sobre ponerse en el lugar del otro.

4. Billy Elliot cuenta la historia de Elliot, el hijo de un minero -un hombre sencillo y a veces bruto- que no entiende el mundo en el que vive. También es sobre el padre, que no entiende la sensibilidad de un hijo artista, pero es capaz de terminar apoyándolo contra sus propios prejuicios. Es una película muy bonita para ver con los hijos.