La trampa del teletrabajo para las mujeres que son mamá
Estos días de trabajo remoto desde la casa hacen recordar el famoso video del profesor Robert Kelly, quien en 2017, mientras daba una entrevista en vivo para la BBC desde su pieza en Corea del Sur, fue interrumpido por sus dos pequeños hijos que aparecieron por la puerta en medio de la transmisión. El video se volvió viral y surgieron parodias que recorrieron todo el mundo, pero una en particular incorporaba un mensaje importante. En Nueva Zelanda, el programa de televisión Jono and Ben publicó una versión donde aparecía una mujer en lugar de Kelly y, mientras sus hijos saltaban encima de ella, se le veía haciendo varias tareas a la vez. Incluso tratar de encontrar un calcetín perdido de su marido.
Porque si de tiempo hablamos, el primer estudio nacional de Valorización del Trabajo Doméstico y de Cuidado no Remunerado, de ComunidadMujer, revela que las mujeres ocupan 3.390 horas al año en cuidados de niños de 0 a 14 años, mientras que los hombres solo 1.190. La sumatoria de horas laborales y de trabajo o cuidado no remunerado dan un total de 11,6 horas al día para las mujeres versus 9,7 para los hombres.
Tener tiempo para todo
Una de las principales consignas a favor del teletrabajo ha sido la oportunidad de obtener horarios flexibles y menos gastos de tiempo y dinero en transporte, un argumento que ha tomado fuerza a medida que las ciudades han crecido y la conectividad se ha hecho más difícil. Pero un estudio de la Universidad de Oberta, en Cataluña, que revisa la historia del trabajo remoto y las contradicciones que éste ha tenido para las mujeres, propone que la promesa del "ahorro de tiempo" no llega a las mujeres. "Es una trampa y una oportunidad a la vez. La principal motivación ha sido disponer de más tiempo para hacerse cargo de los hijos, pero luego las mujeres quieren volver a su trabajo presencial porque se sienten aisladas y quieren tener separados lo laboral de lo familiar", dice.
Porque el trabajo remoto también tiene costos en el ámbito del crecimiento profesional. El artículo De la casa al trabajo, análisis de un tiempo perdido publicado por CEP en 2018, habla de que si bien las mujeres pueden ganar tiempo y eficiencia en su trabajo al no tener que transportarse hacia otro lugar, el no recorrer más kilómetros para desempeñar una labor muchas veces se traduce en una pérdida de oportunidades.
Existen quienes argumentan incluso que salir de la casa para trabajar puede ser un beneficio y no un mero ahorro de pasaje en transporte público. "El solo hecho de vestirte para salir de casa, tomar la micro, llegar al trabajo y almorzar una hora y media con otras personas, te da la posibilidad de generar redes que, a su vez, crean más oportunidades y crecimiento económico y profesional", explica Marcela Ríos, representante asistente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Chile.
Políticas públicas, políticas de casa
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