Por años se buscó la receta del “rejuvenecimiento facial” en cremas, sérums y hasta en el bisturí. Pero en el último tiempo, y por primera vez, se empezó a hablar de la musculatura de la cara. La periodista Francisca Vorwerk se certificó como cosmetóloga y health coach y hace un año inauguró Skin Fit, el primer gimnasio facial de Chile.
En términos simples, se trata de un workout o ejercicio facial -que basado en el yoga y distintas técnicas de masajes como shiatzu, kobido, linfático, relajante, fisioterapia, entre otras- busca levantar, tonificar y tensar los músculos faciales. De ahí, que quienes realizan la rutina sean exclusivamente kinesiólogas.
La experiencia dura cerca de 60 minutos. Al llegar, una de las skin coach analiza la piel y propone una de las seis “rutinas” que van desde una para el bruxismo hasta otras que incluyen vitaminas, peeling, hidratación, oxigenación, etc.
“Lo que hacemos es una combinación de diversas manipulaciones musculares y técnicas que siguen exactamente las secuencias de un entrenamiento completo: calentamiento, cardio, tonificar y estirar”, explica Francisca Vorwerk.
Cada sesión se divide en tres etapas: La primera una limpieza que se hace con productos cosméticos y una máquina de ultrasonido para eliminar las células muertas. A diferencia de una limpieza facial profunda, aquí no se eliminan los puntos negros, por ejemplo. Luego, se trabaja la cara con la metodología de los ejercicios desarrollada por las creadores de Skin Fit que involucra ejercicios manuales sobre el rostro y cuello, que no duelen. Además, con la ayuda de un electroestimulador muscular se desafía aún más los músculos faciales. Con la cara quieta, la máquina sola ejercita la cara.
El tercer paso es el tratamiento en la piel, que se define in situ. En esta etapa se aplican ácidos y vitaminas según cada persona.
¿La frecuencia?
Al ser músculos, al igual que en el resto del cuerpo hay que ser constantes para ver resultados. La recomendación es ir de forma mensual o bien, practicarlo en casa (venden las herramientas que vienen con tutorial gratuito) e ir al gimnasio cada seis meses.
“Estudié mucho este tema porque me di cuenta que hay muchas cremas, marcas y tratamientos que se ofrecen, pero que se quedan solo en publicidad. Lo bueno de esto es que es un ejercicio, no prometemos eliminar los surcos si es que ya están, pero sí atenuarlas y lograr una piel más luminosa si se practica de forma rigurosa”, sentencia Vorwerk. “A mis 44 años, tengo arrugas, pero practicándolo desde hace cuatro años he visto cambios notorios. No puedo pretender la piel que tenía a los 20, pero sí una que luzca lo mejor posible acorde a la edad”, agrega.
Se debe agendar hora a través de la web, y es apto para pieles “vírgenes” o como un complemento para quienes usen bótox y/o tengan cirugías.