Paula 1112. Sábado 5 de enero de 2012.
En su primer documental –que espera estrenar a fines de 2013– el fotógrafo norteamericano Christopher Jordan hace un registro conmovedor de una de las tragedias ecológicas más terribles del momento: en su propio santuario natural, ubicado en un atolón paradisiaco, miles de albatros mueren a diario con sus panzas llenas de desechos plásticos. Por Pilar Navarrete.
En la mitad del Pacífico Norte, mil doscientos kilómetros al noroeste de Hawái y a mitad de camino entre Asia y América, el atolón de Midway está formado por cinco paradisiacas islas de origen volcánico rodeadas por arrecifes de coral. Aunque forma parte del territorio insular de Estados Unidos, el lugar tiene su propia bandera, compuesta por dos franjas celestes separadas por otra blanca sobre la que vuela un albatros. Ocurre que en Midway, donde solo habitan unas 450 personas de manera esporádica, se encuentra la mayor reserva mundial de estas aves marinas: en su pequeñísima superficie viven tres millones de albatros, divididos en 17 familias de especies. Pero detrás del idílico paisaje del atolón se esconde una de las mayores tragedias ambientales del mundo: por las cristalinas aguas que rodean las islas navegan toneladas de basura que forman parte de 1.400.000 km2 de la llamada Gran Mancha del Pacífico, un remolino de desechos, en su mayoría plásticos, que las aves confunden con alimento.
El fotógrafo activista Christopher Jordan ha hecho varios libros que reflexionan sobre la responsabilidad humana en los desastres ecológicos. Su documental Midway es un crudo retrato sobre el drama de un santuario de albatros que se está convirtiendo en un cementerio, poblado con los cadáveres de estas aves que mueren por ingerir desechos plásticos.
Por eso, en tierra, todos los días miles de pequeños albatros caen muertos en las playas del atolón con el estómago lleno de envases, tapas de botellas y hasta encendedores que tragan por error. Impactado con el drama ecológico, en 2009 el fotógrafo y activista norteamericano Chris Jordan –quien ha publicado de forma independiente varios libros donde reflexiona a través de la fotografía sobre la responsabilidad humana en los desastres medioambientales–, comenzó a viajar varias veces al año a la zona para registrar con una cámara digital HD el drama que se esconde detrás del ciclo de la vida y la muerte de los albatros. Todo ese material forma parte de Midway, el documental que espera estrenar a fines de 2013. Sin financiamiento más que las donaciones que ha recibido durante estos tres años –y que es posible hacer a través del sitio web del proyecto–, en junio pasado Jordan subió el tráiler oficial a las redes sociales y en una semana logró casi cuatro millones de visualizaciones. Y, aunque en él aparecen paisajes y tomas de impactante belleza, por desgracia lo que más queda en la retina son las crudas imágenes de cadáveres de albatros con el esqueleto corrompido por los desechos plásticos. www.midwayjourney.com.