En mi familia somos muy de juntarnos en torno a la cocina. Hombres y mujeres cocinamos y nuestras juntas circulan en función de la comida”.

Mi abuela me cuidaba cuando chica mientras mi mamá trabajaba. Ella es una figura muy importante para mí, mi segunda mamá. Y aunque hace siete años murió, siento su compañía a través del ajo. Ella me enseñó a pelarlo cuando era muy chica, fue de las primeras cosas que aprendí en la cocina. Hasta el día de hoy, cada vez que pelo un ajo, siento que ella vuelve.

La técnica es agarrarlo con el cuchilllo de forma horizontal, es decir, enfrentar el potito del ajo al vértice del cuchillo. La puntita del ajo tiene que quedar perpendicular al cuchillo, no atravesarla.

Me gusta el ajo de diferentes maneras, depende de cómo lo vaya a comer. Si es crudo, le saco la parte del medio; si quiero más sabor en la preparación, uso su pellejo; si lo cocinaré por mucho rato para hacer algo tipo sopa, lo uso entero.

Me gusta comerlo asado. Para eso, lo envuelvo papel aluminio y lo tiro a la parrilla. También me gusta poner la cabeza completa en un pote de greda con aceite de oliva y llevarlo al horno. Eso se puede usar para untar pan o guardarlo y usarlo después en otra cosa porque dura harto”.

Fernanda Salazar, actriz.