Paula 1147. Sábado 10 de mayo de 2014.
El 18 de mayo se inaugura en el GAM la retrospectiva de Claudio Pérez, fotógrafo icónico de los derechos humanos. Entre las 150 fotos que se exhibirán se cuenta la serie Madres, una suerte de despedida de las madres de detenidos desaparecidos a sus hijos perdidos.
Fueron las primeras protestas de los ochenta contra la dictadura, lo que convirtieron a Claudio Pérez, entonces un joven medio hippie que había estudiado Diseño y vivía en Brasil, en fotógrafo. Volvió porque quería documentar el alzamiento contra Pinochet. Y volvió con una cámara que no sabía usar muy bien y una credencial falsa de corresponsal de una agencia inventada: Imagen Nativa. Presentó la credencial en Dinacos (que visaba todo lo que aparecía en los medios de comunicación entonces) y le creyeron. Así salió a tomar sus primeras fotos en 1983 y a poco andar ya publicaba en Newsweek, Cauce, Análisis y Fortín Mapocho.
Treinta años después, tiene una obra contundente que mostrar. Están las imágenes emblemáticas del Santiago en dictadura. Están los retratos de los desaparecidos que recopiló e imprimió sobre el puente Bulnes en el llamado Muro de la Memoria. Están las Madres, esa emotiva serie que realizó en 2007, cuando fotografió por todo Chile a las madres de detenidos desaparecidos sosteniendo la imagen de su hijo perdido. Y están las otras fotos, las más personales como el registro de la fiesta de Andacollo, porque Claudio es devoto de la virgen de ese pueblo.
La retrospectiva se titula Ritos y memoria y recopila los 30 años de trayectoria fotográfica del autor. Se exhibe en la sala de Artes Visuales entre el 18 de mayo y 6 de julio.