El Oráculo de la transformación
¿Me debo separar?, ¿debo iniciar este viaje?, ¿podré cambiarme de trabajo?, ¿quiero realmente comenzar de nuevo o son cuentos que me digo? Estas son las preguntas que responde este Oráculo confeccionado especialmente por el médico, psicoanalista y terapeuta Francisco Alcoholado, para mostrar las dificultades y fortalezas que a cada persona se le presentan al momento de iniciar procesos de cambio en su vida.
Paula 1154. Sábado 16 de agosto de 2014.
En cada cuento, leyenda o narración se cuenta siempre la misma historia. ¿Qué tienen en común La Odisea, Blancanieves o Frodo Bolsón? Joseph Campbell fue un erudito en mitología, que entendió que todos los mitos del mundo, a pesar de tener protagonistas distintos y ocurrir en lugares diferentes, comparten entre sí la misma historia nuclear, y ese es el Mito del héroe o la heroína que dice así: una niña que nace en La Comarca –que puede ser Santiago, Jerusalén o Narnia– crece y adopta la cultura local, aquella que le transmiten sus padres, su familia, el colegio, la religión que se practica en el lugar. La niña se impregna del conocimiento de donde habita. Pero llega un día en que ya es grande y mira hacia las montañas que limitan con La Comarca. Se ven desde su ciudad y son enormes, de cumbres heladas; desde niña escuchó aterradoras historias sobre los monstruos y peligros que acechan más allá de esas sierras. Pero ya ha crecido y una profunda inquietud se ha instalado en su corazón: ¿este es el único mundo que existe?, ¿qué hay mas allá de La Comarca?, ¿ soy yo tal como mis padres me han definido? Entonces un día emprende la marcha, dispuesta a descubrir la verdad. No escucha las advertencias, solo sigue a su corazón, y trepa y trepa, con esfuerzo y decisión, hasta que logra desde las altas cimas vislumbrar lo que hay del otro lado. No ve demonios, ni que la tierra es plana y se acaba. Mas allá de las montañas está El Mundo y, cuando cruza el umbral, se apodera de ella la vida como un torbellino irremediable. En ese gigantesco espacio nuevo, la heroína va a descubrir finalmente quién es, qué misión tiene, y es el momento en los cuentos en que la heroína o el héroe descubre un tesoro o un ser mágico que le entrega un poder. Puede quedarse en El Mundo para siempre o también puede regresar a La Comarca ahora que tiene las respuestas que buscaba. Si vuelve es como si trajera el fuego, y cuando visite los viejos y queridos lugares, ahí va a estar la Plaza Italia o el Parque Forestal, pero sus ojos ya no verán lo mismo, pues habrá cambiado. El mito del héroe o la heroína es la historia de empezar de nuevo, de dejar lo seguro y conocido para entrar en un espacio lleno de posibilidades y aventura.
INSTRUCCIONES
Un oráculo es un instrumento para obtener respuestas. La revista trae una hoja con 9 cartas. Recórtalas y luego, en un lugar tranquilo, ponlas boca abajo sobre una mesa y haz una pregunta; luego toca las cartas, elige una y busca la respuesta. El Oráculo de la Transformación está hecho para preguntar asuntos importantes y no tonteras. Si preguntas cosas como, ¿me quiere?, ¿ voy a la fiesta o al concierto?, ¿me van a comprar el auto?, no funciona. Los asuntos importantes que contesta este Oráculo son sobre las posibilidades que tienes en tu vida de empezar de nuevo. Uno puede intentar empezar muchas cosas: está aquel que quiere dejar el trabajo y atreverse en algo que le apasiona; o quien quiere terminar su actual relación y titubea; está también quien, tras fuertes convulsiones y golpes, intenta darle un vuelco a su vida; o el que sueña con un largo viaje de aprendizaje y conocimiento que le haga crecer pero se confunde y atrapa en el intento. ¿Me debo separar?, ¿debo iniciar este viaje?, ¿podré cambiarme de trabajo?, ¿estoy preparada para el cambio que intuyo?, ¿quiero realmente comenzar de nuevo o son cuentos que me digo?; estas son las preguntas que responde este Oráculo y las responde no con un sí o un no, sino mostrando las dificultades y fortalezas que tienes para iniciar o no el proceso. Preguntar dos veces lo mismo es trampa. Comenzar de nuevo es dejar una vida atrás e iniciar otra diferente.
I. EL LLAMADO A LA AVENTURA
Todos buscamos ser aceptados, pero para ello debemos renunciar a lo que verdaderamente somos. Así, para ser admitidos, nos vestimos igual, opinamos según dónde sopla el viento, somos obedientes ante la autoridad y, sobre todo, cumplimos las expectativas que los demás esperan de nosotros. Atravesar la muralla que separa a la normalidad de la aventura no es fácil. Pero cada cierto tiempo, escuchas un llamado: a encontrarte, a cambiarlo todo, a empezar de nuevo en el amor, en el trabajo, a abandonar la antigua ciudad que ya no te excita. Todo parte con una incomodidad, un no estar feliz ni bullente, un aburrimiento con lo cotidiano. Lo habitual luce desteñido. A veces la llamada se desencadena con la muerte de alguien cercano; la vida se extingue repentinamente en alguien que conocías, y te quedas pensando en que tienes sueños pendientes y los has postergado, en que el amor se estancó hace rato y la vida es corta y la próxima vez puede ser tu turno, en que el trabajo que tienes te da dinero y comodidades pero por dentro te estás muriendo y la muerte esta vez cayó muy cerca. Otras veces la llamada viene a través de una enfermedad que te obliga a detenerte, a parar en seco, y los duros hechos te dejan mirando en otra dirección y eso te hace meditar en las prioridades: tus niños ni te conocen, te das cuenta que estabas presa de la alucinación de la vida normal, y reparas en que la enfermedad forma parte del llamado a cruzar las montañas, a descender al fondo del mar, y poder empezar de nuevo. La llamada también puede presentarse en tu vida con un acto fallido: metes las patas hasta el fondo, la embarras tan redondamente que estás obligada a irte, a cambiar. ¿Sientes el murmullo que viene desde muy dentro y te impele a moverte y a destruir lo viejo? Identifica qué dirección los dioses te están mostrando y atrévete a seguir su estela. Ojo, que el paso de los cometas por el cielo no dura mucho tiempo.
II. LA NEGACIÓN AL LLAMADO
Varias veces sentiste el llamado a empezar de nuevo. Tu mente, tu cuerpo, las emociones y los hechos te mostraban con definida claridad el camino. Pero ya sabes: muchos serán los llamados, pero pocos los escogidos. ¿En qué momento renunciaste a la aventura? Tal vez fue por el miedo y pensaste: "si me separo, ¿quién me va a querer?", a pesar de que él hace muchos años que tampoco te quiere. O te engrupiste con el clásico "¡los niños van a sufrir!", olvidando que el peor daño para un niño es crecer en el medio de una relación sin amor, o tal vez el cura te convenció con que el matrimonio es para siempre, y al miedo le agregaste los deberes divinos, o te bloqueaste con el cambio de trabajo, querías empezar de nuevo con algo que te apasionara, trabajar cinco días a la semana en algo que no te gusta es fuerte y lo sabes, y muchas veces dijiste "este año es el último", pero te sigues quedando por las lucas, y te llenaste de créditos para inconscientemente no poder arrancarte de esa oficina, y otra vez el miedo te susurró "¿y de qué vas a vivir?", y borraste de tu mente las ganas de empezar de nuevo. O tal vez fue la comodidad "¡mi sueño era irme a la India por un año!", pero no quisiste dejar tus cositas; "tanto que roban aquí en Santiago", pensaste; "me van a aserruchar mi pega en mi ausencia", "seguro que este tipo no me ve en un año y se mete con otra", "tanta diarrea que hay por allá, mejor hago yoga en el ashram de Vitacura o en Los Vilos nomás", y dejaste ir a los maestros de ojos entornados y palabras ininteligibles pero sabias y a Shiva y a Dharamsala y a sentarte en la vereda de las calles del mundo, y la neurosis chilena te comió la perdiz y no empezaste nada nuevo, te revolcaste en lo viejo, y ahora otra vez se te revela lo atrapada que te encuentras con este oráculo y esta carta que se te apareció y quién te mandó a cortar estas cartas. Entonces cierra esta revista y vuelve a dormir.
III. EL CRUCE DEL UMBRAL
El empezar de nuevo no se construyó en un día. Parte por un llamado que cae en un terreno fértil que te hace imaginar cómo sería el cambio, y aunque aparecen los miedos y los obstáculos, persistes en ese deseo y tomas las acciones que apuntan a la transformación. Pero hay un día, un momento, un segundo, donde ese comenzar de nuevo se inicia. Puede ser el día en que te vas a la oficina y recoges tus cosas y sabes que no vas a volver más. O la mañana en que empiezas a comer diferente y dejas la grasa, el azúcar y la enfermedad y a partir de entonces te sanas. O el momento en que decides decir la verdad y revelas aquello que tanto tiempo callaste y que va a ser un terremoto con consecuencias irreversibles. En ese instante de cambio habita el Dragón en el Umbral. Él es la gárgola que acecha desde las torres de las catedrales y que le advierte a quien emprende el viaje del empezar de nuevo: "¿estás listo?, ¿eres lo suficientemente fuerte?". Porque una vez que tomes el avión o le digas que no le amas, o grites tu verdad, no habrá vuelta atrás. El Dragón en el Umbral, mora en la línea que separa los dos mundos: de un lado lo viejo y estancado y del otro, la tierra nueva. Si no estás preparada el Dragón te pega el susto de tu vida y te hace volver atrás, a refugiarte bajo las faldas de alguien, porque más allá de la frontera no es fácil, el mundo es gigantesco y hay que tener mucha voluntad y valor. El Dragón en el Umbral es el último obstáculo antes del cambio, el arrepentimiento del día antes, la duda final, la conciencia que tiene la heroína de que después del cruce, fuerzas gigantescas se abalanzarán sobre ella. Pero, a pesar de los titubeos, no temas, y deja todo atrás, porque sabes que estás lista, y conoces los peligros y que la fuerza de la aventura es mayor y debes cruzar el umbral que está marcado por el pasaje entre las altas montañas. Y, aunque la noche anterior tiembles de miedo, este es el momento.
IV. EL MUNDO
Cuando empezamos de nuevo, del otro lado del umbral, se encuentra El Mundo y es un lugar vasto y maravilloso, lleno de estímulos y posibilidades, muy lejos de la zona conocida y segura en que nos hallábamos antes. Es en El Mundo donde a la heroína se le revelará quién es realmente, cuál es su destino y cuáles son sus dones, más allá de la cultura donde creció, más allá de lo que esperan de ella sus padres, su familia y conocidos. Pero, cuidado, que este fresco comienzo no es un movimiento puramente externo o superficial, un viaje a Cancún o un nuevo amorío; sino que es más bien un vuelco interior, algo que estaba atrapado, que se rompe y libera dentro, generando que el antiguo y aburrido mundo que conocemos cobre nueva vida y todo luzca diferente. No es necesario ir hasta Katmandú para empezar de nuevo, ¿entiendes? El Mundo yace frente a tus ojos y solo tienes que abrirlos bien. Hay pocas personas como tú que tienen la posibilidad de descubrir en cada cosa común y cotidiana, lo fresco y lo sagrado, de darle un giro nuevo e inocente a cada instancia de la vida. Buscamos el amor lejos, en fantasías y personajes idealizados, cuando siempre yace en la misma ciudad. Por muy infinitesimal que sea un cambio, si lo mantienes, genera nuevos mundos. Parar de comer azúcar te transforma en una maga. Dejar de quejarte te convierte en amazona. O el simple hecho de ser agradecida te puede conducir a vivir 10 años más. No necesitamos drogas, ni dinero, ni amor, ni educación, ni maestros para descubrir El Mundo. El cambio que buscas es interior. El comenzar está aquí mismo, es pequeñito, ridículamente simple, es un movimiento imperceptible pero continuo hacia tu centro: categorizar qué es lo importante, recuperarte y quererte, sentir que ya llegaste y ya eres, no tienes que probarle nada a nadie, prémiate por respirar, y al comprender todo esto habrás empezado de nuevo. Tú eres El Mundo y la meta.
V. LOS AYUDANTES MÁGICOS
Empezar de nuevo, cruzar el umbral hacia la zona del poder magnificado no es nada fácil. Cada vez que exclamas "¡voy a romper y comenzar un nuevo camino!", alguien aparece con dudas y temores que penetran en tus convicciones y te hacen titubear: "¡pero en ese país adonde te vas secuestran a la gente!", o, "¿cómo vas a pagar tus deudas ahora que dejas el trabajo?", "¡en esa carrera te morirás de hambre!". Empezar de nuevo no es para pusilánimes, es para heroínas que escribirán con sus propias manos su destino, recuperando el control sobre sus preciosas vidas. Pero para ello necesitas de los Ayudantes Mágicos. En todos los cuentos y películas existen los auxilios extraordinarios. A veces es alguien insignificante quien ayuda al héroe en su camino, como el burro de Shrek; otras, es un hada que le entrega un poder para que se haga invisible; o en lo más profundo del bosque la buscadora halla a un anciano que le otorga una espada para vencer los peligros en su larga jornada. Ya escuchaste la llamada a empezar de nuevo, no la has rechazado, y necesitas de toda la ayuda posible para cruzar el umbral. Las abuelas a veces funcionan como la vieja sabia que da el impulso y las palabras correctas para avanzar. Si no tienes una abuela, busca a alguien mayor que ya haya emprendido el viaje y te de buenos consejos. Otras veces son los elementos espirituales los que protegen a la heroína, entonces puede ser que La Virgen, La Madre Cósmica, interceda para que la travesía sea posible y el destino favorable. O una amiga cumple el rol de la maga y te protege, te cuida y susurra secretos. A veces un libro o una película ejercen como catalizadores del cambio. El ayudante mágico es una especie de red que te resguarda hasta que te sientas fuerte para seguir sola. Crea una trama a tu alrededor que te entregue poder para empezar de nuevo y no que te debilite. Busca personas que ya conocen el camino. Ellos serán tus maestros en este hermoso proceso.
VI. LA GESTACIÓN
Antes de empezar de nuevo es necesario regresar, volverse sobre sí misma y dejar que los sueños de cambio se incuben como en una gran olla de greda a fuego lento. Aún queda invierno y las prisas y los atolondramientos no conducen al cambio, solo son voladores de luces que sucumben al primer obstáculo. En la alquimia, para producir la transformación del plomo en oro, el matraz donde se realizaba el proceso debía estar muy bien sellado. Cualquier salida de vapores detenía la cocción. La gestación de lo que será, de lo que vendrá, es un proceso privado, no público. Si no tenemos claridad aún de cómo y cuándo empezar de nuevo, es muy factible que el asunto se aborte antes de tiempo. Es como contarle a todo el mundo de lo que vas a empezar, antes de que tengas la fuerza de realizarlo. "¡Dejo esto!", y lo comentas por aquí y por allá, en la peluquería y en el happy hour, y todos opinan y se meten en tu vida porque tú los dejaste, y tu proceso interno, aún débil, comienza a tambalear, la duda de los otros se instaura y el parto nunca se produce. Un senador romano se iba a separar y sus colegas opinaban de cómo era posible si su esposa era la mejor matrona de Roma. El senador exclamó: "solo uno sabe donde le aprieta el zapato". Recógete sobre ti misma y guarda silencio sobre las locuras que tu alma te propone. Déjalas reposar, medio adormecidas para que vayan tomando forma, crezcan y estén lo suficientemente fuertes para tomarte y llevarte por el mundo. El paso por el umbral del cambio es un renacimiento y, por ello, como Jonás, debes pasar antes una temporada dentro del vientre de la ballena. En vez de ir hacia fuera, gira hacia dentro, a la fuente. El oso hiberna en invierno y sueña agitado con el futuro y lo que vendrá. Identifica el objetivo para transformar y los medios posibles para realizarlo. Medita en un plan B, y además ten a mano un plan C. Eso requiere tiempo y reserva.
VII. LAS PRUEBAS
El Dragón en el Umbral que guarda y tiene las llaves de acceso a lo desconocido y al mundo, está construido por muchos materiales. Cada vez que intentamos empezar de nuevo nos topamos con este Dragón, representado por las dificultades, los enemigos y los propios boicots que nos hacemos para no dar el gran paso. Los adversarios se acercan un día a la heroína y se hacen pasar por sabios consejeros que le dicen "es por tu bien" y le dan discursos sobre el valor de la estabilidad y la paciencia, sobre cambios graduales y madurez, sobre las responsabilidades que conlleva ser adulto. La heroína duda si inicia el proceso y al final el Dragón triunfa. Se necesita mucho valor y los cambios traen incomodidades. Entonces se presenta la segunda prueba, La Comodidad. "Pensándolo bien aquí no es tan malo", medita la buscadora, "hay 87 canales y banda ancha; con la plata lleno el refrigerador; no lo amo, es cierto, pero la verdad es que tampoco hay hombres fuera; estudio lo que mi familia quiere, y filo, si nadie trabaja en lo que le gusta". Y así se suceden las pruebas una tras otra, y luego aparece El Miedo metiendo mucho ruido y haciendo "buuuu, te vas a quedar solaaaa si te vassss", "tú no eres tan buena y mejor marca el paso no más", "eres fea, no te le acerques", y "cómo te vas a quedar sin isapre y si te enfermas de un Guillain-Barré, un Tourette, un Sjögren". Y después se presenta La Mentira y te engañas diciéndote que la jaula no puede ser tan penca si es dorada, que en Santiago está la cultura y se te olvidan las sabias palabras de Yolanda Montecinos diciendo que el artista de por aquí es rasca y te engatusas con la idea de ir a la playa de vez en cuando, con seguir comprando tonteras a las que hay después que ponerles rejas y alarmas y comes y engordas y te llenas de grasas trans para olvidar lo que sabes. Por todas estas pruebas tienes que pasar para empezar de nuevo. Vence al Dragón.
VIII. EL CANTO DE LAS SIRENAS
Tú ya estás en el mundo, y sabes de empezar de nuevo, o lo intuyes, y puedes coger valor a veces y romper con estructuras que te detienen. Pero, cuidado, porque más allá del umbral existen tentaciones que desvían a la heroína del correcto camino. Las sirenas emiten melódicos cantos que hipnotizan a los marineros y los atraen al mar, y una vez allí ellas los toman de sus cabellos y los jalan al fondo del mar hasta que se ahogan, aterrados de que la belleza se transformara en maldad. Una de las primeras tentaciones son los sentidos. El placer muchas veces aleja al héroe de su aventura y lo arroja en la esfera física y hedonista, debilitando su fuerza, desviándolo de su sueño. Las drogas, el alcohol, las series, internet, te hacen perder tiempo y te distraen. Otra tentación es el ego y la arrogancia que limitan el horizonte de la búsqueda y te dejan escuchando solo tus fantasías de aplauso y tu imagen autoengrandecida. O confundir el viaje de cambio con el éxito y el reconocimiento o tal vez ser engullido por el más peligroso de los cantos de sirena, la claridad, que te hace pensar que tienes siempre la razón y así te vuelves menos flexible, menos atenta, menos humilde, y te pierdes por los laberintos sin haber empezado nada realmente, pisando los aeropuertos del cambio, en tránsito eterno, sin entrar jamás en la ciudad prometida tal como Rimbaud se perdió temprano para la poesía. A veces son los otros que aconsejan desde su realidad que no se corresponde con la tuya y nuevamente te engatusan. Pero tú no cometerás el mismo error, no dejarás que las fantasías, ni los otros, ni la distracción del placer, te desvíen del verdadero empezar de nuevo, que es aquel que se anida en el corazón, que te hará crecer a ti y a los que te rodean, aunque ellos lo ignoren y les sea doloroso, y te lanzará a cumplir el mejor de tus destinos. Algunos tratarán de descarriarte y te llamarán por tu nombre. "Ven para acá, ven para allá", pero no te alejes de ti misma y de cumplir los sueños que te has labrado desde niña.
IX. EL CONFORMISMO
El volver a empezar tiene otro obstáculo y peligro: creer que se trata de iniciar pequeños cambios, mover una cosa por aquí, dos años después ordenar otra cosa por allá, cinco años más tarde pegar un grito y pensar que así la transformación está lograda. Es imaginar que el cambio se inicia con una operación a la nariz y unas vacaciones en un crucero. O que con irse a dormir a la otra habitación ya está todo solucionado. O que ponerle una cara fea ya es el inicio de la resistencia. Nos contamos cuentos en colores y nos creemos estos engaños. Dejando de comer la miga de la marraqueta no adelgazarás. Insultando al gobierno de turno que sale en las noticias no te llevará a transformar el sistema. Hablar del comienzo a diestra y siniestra, subir fotos a facebook de tu futuro proyecto, y finalmente no convertir ese inicio en acciones, tampoco representan el cambio. Es que el mapa verbal lo aguanta todo. Para reemplazar algo se deben enfrentar conflictos, y los conflictos se solucionan cara a cara, sin poner la basura debajo de la alfombra o pensando que con una mirada desdeñosa o trabajando con desgano, hiciste valer tu punto. Las revoluciones no se inician con acciones insignificantes. El asunto es que te conformas y te engrupes de que haces algo. Necesitas dejar las transformaciones lights e iniciar un verdadero proceso. Mira que la heroína es la guerrera que se decide, finalmente, a dar la antigua batalla postergada; es la amante que se arroja sin titubear en brazos del amor; es la santa que se entrega al servicio y a los demás renunciando a las luces y al ego; o puede ser la emperadora que se empodera, construye y toma el control y las riendas de su vida entre sus manos; o puede decidirse a redimir el mundo y luchar por las ballenas o por aquella verdad que consideres debes defender ante el avance de la oscuridad. El campo de batalla está listo, nada de medias tintas ni postergaciones. La mesa está servida para aquel que quiere ser el héroe de esta breve vida.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.