Paula 1137. Sábado 14 de diciembre 2013.

En The set table. The art of small gatherings, la inglesa Hannah Shuckburgh recupera con austera elegancia un hábito que se ha ido perdiendo: el de poner la mesa con gracia. Ideas sencillas para darles un toque especial a las celebraciones en casa. Como la cercana Navidad, por ejemplo.

De niña Hannah Shuckburgh se peleaba con su hermana por quién ponía la mesa. En su familia era un ritual muy preciado, que consistía en juntar flores del jardín para armar centros de mesa, doblar las servilletas armando figuras y acomodar con cuidado la vajilla. Ahora, que a sus 34 años se dedica a la escritura freelance después de tener a su primer hijo y de haber sido editora de la revista Easy Living, publicó un libro donde da rienda suelta a su pasión por los detalles estéticos que engalanan la vida cotidiana. Con delicadas fotos e ilustraciones, en The set table. The art of small gatherings muestra varias maneras de armar una mesa cálida y original con muy poco: hay desde ideas para hacer adornos con lo que tenga a mano hasta recomendaciones para elegir vajilla en mercados y tips para sacar manchas imposibles, como las de vino.

¿Qué tradiciones relativas a la mesa sería bueno recuperar?

Ya casi nadie usa servilletas de tela, han pasado de moda y es una pena. Una servilleta grande de tela sobre la falda es un raro placer, y le da un aire majestuoso a cualquier comida. Además, son baratas, lavables y más ecológicas que las de papel. Yo las compro en ferias de antigüedades.

"Para no gastar en flores, un manojo de hierbas en un frasco alcanza. Mira alrededor de tu casa y probablemente habrá un montón de cosas para hacer tu mesa especial", dice Hannah Shuckburgh, autora de The set table. The art of small gatherings (Cicada Books). $ 26.000 en la Librería Milaires, Alonso de Córdova 2843.

¿Qué detalles pueden hacer la diferencia?

La iluminación. No hay nada más importante que crear un buen ambiente. ¡Hay que apagar las luces de techo! Las mesas más lindas están bañadas en luz de vela. Me gusta que las mesas sean algo oscuras: mágicas, cálidas, con un toque especial.

¿Cómo se encuentran objetos atractivos que sean prácticos y asequibles?

No hay nada en mi colección que valga demasiado, es más un tema de carácter y personalidad. Creo que los platos blancos comunes son esenciales: la comida siempre luce deliciosa sobre blanco. Y adoro los jarros baratos para el vino. Los frascos de mermelada sirven de floreros preciosos y una bolsa de papel marrón puede ser una linda panera. Para no gastar en flores, un manojo de hierbas en un frasco alcanza. Mira alrededor de tu casa y probablemente habrá un montón de cosas para hacer tu mesa especial.