El poder de la respiración consciente en la sexualidad
Durante el día respiramos una infinidad de veces, ignorando los beneficios que puede traernos este acto, capaz de mejorar el desempeño de nuestras actividades, e incluso de vida sexual.
La respiración es un proceso vital en todos los organismos y un ejercicio que lo tenemos tan automatizado, que a veces lo olvidamos. Sin embargo, cuando se hace de forma consciente mejora nuestros estados de ánimo, la sensación de bienestar e incluso la vida sexual.
Llevamos a la cama el peso del día y tanto el estrés como la ansiedad empiezan a tener repercusiones en la sexualidad de hombres y mujeres. En el caso de ellos, la disfunción eréctil y la eyaculación precoz son las más frecuentes, mientras que en las mujeres puede ser la falta de lubricación, la imposibilidad de alcanzar un orgasmo o falta de libido.
Una solución a estos problemas son las estrategias de respiración que permiten traer la mente al momento presente, mejorando el desempeño y el disfrute. Según explica Estefania Enero, coach en sexualidad sagrada y saberes femeninos, la respiración habla mucho de cómo nos conectamos con nosotros mismos y de cómo estamos emocionalmente. Bajo estrés nuestra respiración es rápida, sin ninguna profundidad y envuelve solamente la zona torácica, sin llegar al abdomen. En cambio, cuando estamos más relajadas, logramos una respiración profunda que ocupa el abdomen y ayuda a alcanzar estados de calma.
“Muchas veces actuamos frente al desenfreno que sentimos, lo que puede provocar que quedemos insatisfechas porque no hubo una conexión honesta con nuestras necesidades y tampoco lo transmitimos. A través de la respiración podemos conectarnos con el momento presente y con aquello que realmente nos pasa y lo que nos gustaría compartir con la otra persona”, explica.
Para Estefanía, los diferentes tipos de respiración tienen mucha relación con lo que buscamos: focalizar la respiración para liberar la energía, soltar contracciones, liberar aquello que nos pone tensas, entre otras cosas. Por ejemplo, para generar una mayor intensidad en el placer o respirar para nutrir nuestro centro, la coach explica que debemos tomar la respiración de un modo en que se inhala y se absorbe gozando esa inhalación y exhalación, usando también las pausas porque son momentos en las cuales nuestra mente queda en un estado meditativo.
“Respirar considerando la inhalación profunda llevándola hacia el abdomen. Luego, en una segunda fase, contraer, observar y mantener la respiración en apnea. Exhalar y liberar todo eso que estaba ahí. Acá es importante observar, sin inhalar enseguida, para examinar como me siento. Limpiar de nuevo nuestra energía y empezamos el ciclo nuevamente”, detalla.
Ocurre muchas veces que pueden haber bloqueos, inseguridades o miedos a abrirse con la otra persona, lo que provoca finalmente que el corazón se bloquee y el útero también. Esto puede trabajarse a través de una respiración circular, que sirve para incrementar la energía que tenemos en nuestro cuerpo “Por ejemplo, para calentar nuestro útero y activar el fuego. Esto se logra inhalando y exhalando sin considerar las pausas. Esta forma de inhalar y exhalar calienta esta zona, entonces nos permite que podamos fluir con ese fuego y también desbloquear lo que puede estar generado una coraza”, dice Estefania.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.