El quiltro, emblema nacional
En Chile hay perros desde antes que llegaran los españoles, y desde que hay noticias se llamó quiltros a los más chicos y lanudos. Hoy, son parte fundamental del paisaje y la cultura chilena: de nombrar a una bastardía despreciable, los quiltros se han vuelto una estirpe típica y querible, orgullo del mestizaje chileno.
Paula 1131. Sábado 28 de septiembre 2013.
En Chile hay perros desde antes que llegaran los españoles, y desde que hay noticias se llamó quiltros a los más chicos y lanudos. Hoy, son parte fundamental del paisaje y la cultura chilena: de nombrar a una bastardía despreciable, los quiltros se han vuelto una estirpe típica y querible, orgullo del mestizaje chileno.
La palabra quiltro se supone mapuche: según las investigaciones del arqueólogo, etnólogo y folclorista chileno, Ricardo Latcham, apareció por primera vez en testimonios de huilliches del siglo XVI, que criaban unos perros chicos y peludos, a los que, incluso, le sacaban lana para hacer tejidos. Además de estos quiltros, los mapuches cuidaban a unos perros más grandes y fieros, parecidos a un pastor alemán, a los que llamaban thegua o tregua, y que serían descendientes del chacal, y parientes del can magallánico (una especie de zorro domesticado) y del pastor altiplánico, más pequeño. Eran tan buenos guardianes, que desde el siglo XVII se hicieron famosos en la costa del Pacífico e incluso se volvieron exportables: "Los perros de Chile participan del clima de valentía y braveza de los indios y así los llevan al Perú por mucha estima y salen muy valientes y feroces", escribió el padre Rosales en el siglo XVII. Según diversos testimonios, pululaban por todo el país: eran más flacos en la Zona Central, y más lanudos y hermosos en el sur.
Dos mestizos chilensis
Spike, el perro de Lipigas
Tiene casi 400 mil seguidores en facebook, ha filmado más de una docena de comerciales –incluido uno con Gary Medel, el Pitbull–, y ahora aparece como candidato presidencial. Desde el 2007, este quiltro que un sargento de carabineros recogió en una feria de Lo Prado, se ha convertido en un ícono de la publicidad, creado en la agencia Ogilvy & Mathers y luego desarrollado por Puerta, que llevó a la marca a cubrir el 38% del mercado de gas licuado doméstico. Spike habla con sh, es simpático, atrevido y tierno, les habla a las mamitas y, además, de un poco feo, características clásicas del quiltro clásico que lograron la identificación emocional de los consumidores, tanto así que en la poco famosa cápsula Bicentenario de la Municipalidad de Santiago salió elegido como la primera cosa que los ciudadanos querían mostrarle a su descendencia un siglo más tarde.
El quilterrier
El fox terrier chileno, más conocido como ratonero, se ha propuesto internacionalmente como raza desde 2011, pero ya desde fines del siglo XIX abundaba en los campos del país, sobre todo en la Zona Central. Se supone que es mezcla de perros chilenos con otros que traían los españoles en sus barcos y con terriers ingleses: es un quiltro fino y popular, encarnado por Washington, la mascota de Condorito. Además de buenos para cazar ratones y amigables con los niños, tiene fama de inteligente y nervioso –por eso es tan tiritón–, feroz a pesar de no medir más de 40 centímetros, y fiel y simpático como pocos.
Los quiltros, además de los perros mestizos, son también los perros callejeros. Hoy se dice que hay 550 mil perros vagos solo en Santiago (según estimaciones del Colegio de Veterinarios), y han aparecido nuevos tipos, más agresivos y fuertes, resultado de mezclas de razas como pitbull y rottweiler. Estos perros callejeros sorprenden a los turistas, pues en otras grandes ciudades no existen con la plenitud santiaguina. Conste que en Europa, por ejemplo, no puede haber un perro sin dueño en la calle, tanto así que los vagabundos se hacen de un perro para que no los lleven detenidos.
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