Si hubo un hito que marcó el cambio de milenio en Chile, fue la teleserie Cerro Alegre. Con Valparaíso y su emblemática celebración de fin de año como escenario, la promesa del beso del amor eterno nos hizo soñar a todas. Pero más que el drama del romance prohibido entre una viñamarina de clase alta y un porteño, Beatriz León Thompson brilló con luz propia. Y fue gracias a su peinado. A pesar de haber heredado ciertas ideas conservadoras y clasistas de su familia, el personaje de Francisca Merino se presentaba como una mujer de carácter fuerte que estaba abierta al cambio. Y en su pelo corto radicaba gran parte de esa identidad. Porque en ese tiempo llevar una melena no era para cualquiera, y todavía era sinónimo de desacato. Fue por eso que varias la ocupamos como referente para cortarnos el pelo sobre los hombros. Así como en una época 'el Rachel de Friends' fue el pelo más pedido en Estados Unidos, para muchas la versión local fue Beatriz León. Y en sus distintas versiones y colores, aunque predominantemente rubio, este corte se transformó en un ícono.