LA PREGUNTA
"Este mes tengo que comenzar el proceso de postulación al colegio de mi hija mayor. Ya tengo un par de opciones vistas y la lista de requerimientos de cada uno. No me siento nerviosa, pero igual reconozco que cuando escucho a amigas hablar de este tema me preocupo un poco. He escuchado de colegios que tienen 50 cupos y hay más de 500 postulantes. No quiero entrar en ese pánico colectivo, pero a ratos pienso que es inevitable. Lo que más me preocupa es transmitirle a mi hija el nerviosismo o ansiedad por no quedar en un colegio. Me gustaría saber cómo preparar a los niños para ese proceso".
Andrea (32), periodista
LA RESPUESTA
Hace dos años publicamos un reportaje titulado Coaching para el examen de admisión, que daba cuenta de que los colegios estaban subiendo cada vez más el nivel de exigencia en los procesos de postulación y que esto provocaba tal nivel de ansiedad en los padres, que estaban dispuestos a gastar grandes cantidades de dinero en programas de preparación, como una suerte de preuniversitario para niños de 3 años. Para el psiquiatra infantil de la Clínica Alemana, Alfonso Correa, esta es una práctica nociva tanto para los padres como para los niños, ya que si no se controla, pueden generar estrés a nivel familiar. "Los padres, como adultos, deben hacer lo posible por no entrar en la lógica de competencia y exitismo que se genera en estos procesos. Si bien estamos metidos en un sistema donde el ingreso a los colegios se ha vuelto una dinámica competitiva y estresante, debemos intentar que los niños no lo vean así, porque si eso ocurre, pueden generar ansiedad y frustración", dice.
La psicopedagoga y orientadora infantil de Clínica Santa María, Bretta Palma, complementa: "A esa edad los niños están en una etapa de pensamiento concreto, es decir, se quedan exactamente con lo que les dicen (lenguaje verbal) o ven (lenguaje de gestos); y por eso, si los papás están nerviosos o ansiosos con este proceso, ellos lo van a sentir también".
Para que esto no ocurra, ambos expertos entregan algunas recomendaciones como:
- Hacer del momento del examen o prueba de ingreso, un proceso de sociabilización más. "Podemos contarles un par de días antes que vamos a ir a conocer un lugar nuevo al que lo están invitando a participar y jugar con otros niños. Pero no es necesario explicarles que se trata de una prueba de selección. Es probable que ni siquiera entiendan bien cuál es el objetivo y que solo les genere ansiedad ver esto como una competencia", dice el psiquiatra Alfonso Correa.
- Lo recomendable es que el niño desde temprana edad interactúe y juegue con otros niños y también con sus padres. "El juego es una de las primeras fuentes de socialización, una forma de educación emocional, cognitiva y de aprendizaje social. Espacios como la plaza del barrio son el mejor lugar para que los niños adquieran las herramientas necesarias para enfrentarse a estos procesos de admisión, no necesitan nada más", agrega Correa.
- Cada colegio selecciona a los niños de acuerdo a su proyecto educacional, por tanto si un niño no queda, no significa que sea peor que otro. Bretta Palma enfatiza en la importancia de que los padres entiendan este punto. "Ningún niño es mejor o peor que otro. Por eso es recomendable que postulen a más de un colegio, especialmente si sus opciones son colegios muy demandados. Y si el niño no queda en cuatro o cinco postulaciones, antes de exponerlo a diez más, evaluar con un especialista o con la educadora del jardín, en qué cosas podría necesitar apoyo. A veces la conclusión es que aun no es lo suficientemente maduro para entrar al colegio y debe esperar un año más".