Erradicando a la machista: Los hombre se fijan en el físico, las mujeres en la personalidad
Hace unas semanas nos juntamos con mis amigas de la vida después de harto tiempo sin vernos. Por supuesto que la reunión fue larguísima, había mucho que contar después de meses de encierro. Como casi todas estamos casadas, el foco de atención se lo llevó una de las pocas solteras que durante la cuarentena, y en una situación muy extraña, conoció a su actual pololo. Llevan tres meses juntos, están felices y proyectando mucho la relación. “¿Qué hace? ¿Cómo se conocieron?”, fueron las preguntas que más se repitieron en el grupo. Y obviamente después le pedimos que nos mostrara una foto de él. Ella, mientras desbloqueba el celular, se puso el parche antes de la herida y advirtió que “físicamente es muy normal, no es ese su fuerte”. Y agregó que eso da lo mismo, porque para ella el físico en un hombre nunca ha sido muy relevante ya que siempre se ha fijado más en la personalidad.
Vimos la foto y en realidad era muy normal, pero lo que más me llamó la atención fue que todas, sin ninguna excepción, apoyamos la idea de mi amiga. En un grupo de ocho mujeres, no hubo ninguna –incluida yo misma– que pensara que el físico en un hombre es más importante. Y siendo bien sincera, no es que no me importe nada el físico, pero creo que es “políticamente incorrecto” decirlo, como si fuésemos más superficiales por poner atención en eso. Sin embargo, para los hombres es un tema demasiado normal. Ellos sí se fijan en el físico de las mujeres y no tienen ningún tapujo en decirlo.
Es un tema cultural y social. Los hombres tienen esa libertad para plantearlo porque históricamente el cuerpo de la mujer ha sido tema de opinión y conversación, en las relaciones de pareja también. A las mujeres siempre se nos ha exigido más en ese aspecto, no se nos permiten los kilos de más, la piel imperfecta, las canas ni las arrugas. En cambio ellos muchas veces se dejan estar porque descansan en el hecho de que a nosotras no nos importa tanto eso. Y obviamente es injusto, porque creo que cuando a una persona le gusta otra hay un complemento de cosas y no debería ser ni bueno ni malo que alguien se sienta atraído primero por el físico y luego por la personalidad y viceversa. Creo que no es superficial que las personas nos fijemos en el físico, ese no es el problema. El problema es que en nuestra sociedad eso se juzga cuando se trata de nosotras y no de ellos.
También tiene que ver con los roles de género históricos. El hombre, como proveedor, ha tenido que cultivar su inteligencia y personalidad, sin embargo las mujeres, por mucho tiempo solo se preocupaban de estar lindas para sus maridos. Pero estamos a años luz de esa historia y sería interesante que empecemos a modificar conductas que vienen de dinámicas añejas. Y es tan importante porque son ideas que nos han llevado a las mujeres a vivir en una especie de cárcel. Debemos estar preocupadas constantemente de cómo nos vemos. Porque además nos han enseñado que una de nuestras aspiraciones en la vida es el encontrar una pareja y si eso se asocia a un tema físico y de belleza, obviamente el resultado es la falta de amor propio, la inseguridad y una merma en la salud mental.
Las personas nos sentimos atraídas por otras y otros por diversos factores y no debería importar si soy hombre o mujer, linda o feo, divertida, divertido o inteligentes. Cada cual busca algo específico en el otro y esa libertad es la que necesitamos, porque determinar socialmente lo que deberíamos buscar en otra persona de acuerdo a nuestro género, solo genera frustración e inseguridad.
María Toledo, 38 años, periodista.
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