En los últimos 35 años Isabel Margarita Pacheco, matrona de la Universidad de Chile, diplomada en Bioética, ha trabajado empoderando a mujeres para que tomen un rol activo en su salud reproductiva. Escucha sus dudas y les entrega información actualizada y relevante para que tomen decisiones y busquen a los especialistas más idóneos para sus necesidades. Es el equivalente, en materia reproductiva, a lo que hace un asesor legal o financiero.
Este modelo de consejería en fertilidad –que en Estados Unidos y Europa llaman counseling–, Isabel Margarita lo ha ejercitado desde distintos frentes. Fue dieciocho años consultora de planificación familiar en el Hospital José Joaquín Aguirre y, en los últimos diecisiete, coordinó el programa de fertilización in vitro y la consejería en infertilidad en la Clínica Las Condes. Esa experiencia la hizo llegar a esta conclusión: las chilenas planifican su vida profesional, pero no hacen lo mismo con su vida reproductiva. Se acuerdan tarde de la maternidad y no son conscientes de que la fertilidad hay que cuidarla desde la adolescencia.
¿Qué le aconsejarías a una mujer de 25 años, sexualmente activa, pero que está muy lejos de visualizarse en la maternidad?
Varias cosas. La primera: definir qué anticonceptivo usar. Una mujer joven que nunca ha estado embarazada no debiera usar un dispositivo intrauterino porque hay más riesgo de infección. Si no son tratadas, esas infecciones pueden causar inflamación en el endometrio, lo que interfiere en la anidación del embrión. Por lo tanto, afecta la fertilidad.
¿La inflamación es reversible?
Lo es si la tratas. Pero como muchas veces es una inflamación silenciosa, cuando llegas a tratarla puede ser tarde y haber dejado secuelas.
¿El uso prolongado de pastillas puede afectar la fertilidad?
No, porque el anticonceptivo lo que hace es mantener frenado el ovario para que no ovule. Cuando dejas las pastillas, empieza a funcionar de nuevo, pero no es automático; toma unos 3 meses que el eje hipotálamo-hipófisis, responsable de la ovulación, comience a funcionar correctamente.
¿Por qué desde el punto de vista de la fertilidad, es tan importante cuidarse de las enfermedades de transmisión sexual?
La gente relaciona estas enfermedades exclusivamente con el VIH, pero no es la única. Está el papilona virus o la clamidia, que tienen síntomas muy imperceptibles, y dejan secuelas en el aparato reproductor, porque obstruyen las trompas de Falopio, lo que es una causal de infertilidad.
¿Cuáles son esos síntomas imperceptibles?
Aumento del flujo vaginal y, eso, muchas mujeres lo pasan por alto.
¿Ese examen es parte de la rutina que el médico le exige a una paciente con una vida sexual activa?
Debiera serlo, igual como el Papanicolaou que es el examen que detecta el cáncer cervicouterino. Pero los exámenes de flujo vaginal no siempre se piden y las mujeres tampoco saben que deben hacérselo.
¿Con qué frecuencia hay que hacerlo?
Cada dos años, si tienes un solo compañero sexual. Una vez al año, si tienes más. Además, hay que recalcar que la forma de prevenir su contagio, al igual que el VIH, es con el uso del preservativo.
A los 25, ¿una mujer debiera tener alguna definición respecto a la maternidad?
Más que tener una definición, al menos pensar en ello. Lo que veo es que a los 25 años las mujeres están enfocadas en llegar a la gerencia general de su empresa, y no se les ha ocurrido planificar su desarrollo de familia.
¿Planifican su carrera, pero no su vida reproductiva?
Exacto. Por eso ocurre con tanta frecuencia que cuando se acercan a los 40, recién se acuerdan de que les queda poco margen para tener un hijo. Y si no han cuidado su salud reproductiva pueden encontrarse con sorpresas, como algún problema de infertilidad. Y esto es bien importante que las mujeres lo vean. Si bien es cierto que ha habido un cambio cultural que las lleva a postergar la maternidad, la biología de la mujer es la misma y tiene una ventana reproductiva limitada.
Guardar óvulos
¿Qué le aconsejarías a una mujer que ha pasado los 30 años, que no tiene pareja, pero alguna vez quisiera ser madre?
Que hoy existe la posibilidad de guardar óvulos para cuando resuelva tener hijos. Sucede que los óvulos tienen la misma edad de la mujer y envejecen junto con ella. Los óvulos de los 25 años son de mejor calidad que los de los 40.
¿Hasta qué edad es buena alternativa? ¿Sirve guardarlos a los 35?
Sirve, aunque la edad ideal es antes de los 30. Porque la fertilidad de la mujer se expresa con todo su potencial hasta los 35, cuando empieza a decaer. Pero existe, además, una indicación de salud para congelar óvulos: las mujeres con cáncer, de cualquier edad, que deben hacer quimio o radioterapia.
¿Cómo afectan a la fertilidad los tratamientos del cáncer ?
La afectan completamente. Sucede que cuando una mujer se da cuenta de que tiene cáncer, obviamente su prioridad es tratárselo y lo más rápido posible. Pero en esa urgencia ella debe saber, y su oncólogo debería advertirle, que los medicamentos de la quimio y la radioterapia son citotóxicos y dañan los óvulos, los intoxican.
¿Cuánto demoran los óvulos en volver a estar sanos?
Mucho tiempo. Depende del tipo de cáncer, de los medicamentos usados en la quimioterapia, de cuán prolongado haya sido el tratamiento. Una mujer que ya ha tenido hijos y tiene que tratarse un cáncer, a lo mejor no requiere guardar óvulos sanos. Pero si no ha sido madre o tiene un solo hijo, debiera hacerlo. Mi consejo es que las mujeres, aunque tengan 16 años y estén lejos de pensar en tener hijos, sean cuidadosas y vigilantes de su fertilidad.
¿Qué puede hacer una madre de una adolescente de 12 años para cuidar su capacidad reproductiva futura?
Estar atenta a las señales. A esa edad muchas niñas tienen su menarquia y al principio es normal que las reglas sean irregulares porque hay que darle tiempo al sistema hormonal para que se regule. Pero si al cabo de 8 meses la niña tiene reglas demasiado abundantes y dolorosas debería consultar, porque puede ser síntoma de ovario poliquístico, una causa de infertilidad que hoy se trata con muy buenos resultados.
Si una adolescente aún no inicia su vida sexual, ¿es recomendable que su madre la lleve a su primera consulta ginecológica?
La recomendación es buscar un especialista en adolescentes y que, en la primera consulta, la madre le dé a su hija un espacio de confidencialidad con el médico. Llevarla a su primera consulta ginecológica es una forma de prevenirla y educarla sobre los riesgos del inicio de la vida sexual. Darle un contexto a eso. Y no solo para prevenir el embarazo, que es lo que más preocupa a las madres, también para informarla de las enfermedades de transmisión sexual que dejan secuelas.
Un hijo a los 40
Siempre se dice que para sospechar una infertilidad la pareja debe consultar después de un año intentando embarazarse. ¿Eso corre para todas las mujeres?
No, la edad de la mujer es un factor decidor. Si tienes 30 años, está bien que esperes un año. Pero si estás a punto de cumplir 40 y recién estás en campaña para tener un hijo, la recomendación es consultar de inmediato.
¿Cómo se puede saber si ella aún puede embarazarse?
Evaluando su reserva ovárica: cuántos óvulos y de qué calidad le quedan. Eso se sabe con ecografía y exámenes de hormonas, además de la evaluación clínica que realiza el médico sobre la historia y el examen ginecológico de la paciente.
Si tiene pocos óvulos o de mala calidad, ¿qué alternativa le queda?
Recurrir a la donación de ovocitos; es decir, usar óvulos de una mujer más joven. O bien, abrirse a la adopción de un niño.
¿Qué implicancias debe considerar a la hora de evaluar la posibilidad de recurrir a una donante de óvulos?
Como consejera, cuando me ha tocado asesorar a mujeres o parejas que están en esto, les digo que hay dos formas de donación de ovocitos: usar una donante anónima o una conocida, como una hermana o amiga. Pero más que resolver el tema práctico de lograr un embarazo, estos nuevos tratamientos de fertilización asistida los enfrentan a preguntas que deben reflexionar: ¿piensas decirle a tu hijo algún día que es fruto de una donación de óvulos?, por ejemplo.
¿Qué puede obtener una pareja con problemas de fertilidad en la consultoría reproductiva que no obtiene del médico tratante?
Orientación. Que alguien le ayude a filtrar toda la información que hay. Que sepa qué exámenes pedirle a su médico, cuál es el especialista más idóneo para su problema, considerando sus valores, principios y también su bolsillo. Porque hay médicos y clínicas más liberales y más conservadoras. Y eso también es un elemento a considerar para que no pierda tiempo.
No todos los médicos aceptan que mujeres sin pareja recurran a la medicina reproductiva para tener un hijo. ¿Una chilena que está sola puede comprar espermios en Chile ?
Hay clínicas que lo hacen, los encargan a Estados Unidos, donde tienen mejores estándares. Porque la verdad es que para hacer la orden de ingreso, tienes que hacerlo a través de un centro médico, no puedes hacerlo sola. Personalmente, me inclino más por la maternidad en pareja heterosexual, creo que hay que pensar en los hijos, velar por ellos y no solo por este deseo de maternidad. Y en un caso así, aunque ella mantenga su decisión de ser madre a toda costa, le aconsejaría visualizar este otro lado, para que lo evalúe y vea cómo enfrentarlo.
Y una mujer con dificultades para embarazarse que no quiere recurrir a estas técnicas ¿qué puede hacer?
Las alternativas deben estar acorde a sus valores y creencias y eso se conversa, para que ella también discrimine qué doctores y centros médicos son los más adecuados para ella. Y una posibilidad a analizar siempre es el no tener hijos, que también es una forma de hacer familia.
¿Qué le dirías a una mujer que no tiene útero y que quiere recurrir a un vientre de alquiler?
Es una consulta complicada, en la que hay que explorar bien por qué es tan relevante para esa pareja tener un hijo biológico, en vez de adoptar. Porque la maternidad subrogada, –que en Chile no se practica abiertamente–, supone varios dilemas éticos: pagarle a otra mujer para usar su útero, que lleve nueve meses el embarazo y luego te entregue ese niño. No es un proceso sencillo. Solo dos veces en mi carrera he recibido esa consulta y, curiosamente, en ambos casos la razón para hacerlo fue que para el marido era muy importante tener un hijo biológico, aunque su mujer no pudiera engendrarlo.·
Consultoría reproductiva: cuándo recurrir a ella
-Mujeres que se inician en su vida sexual que están buscando el sistema de anticoncepción ideal para prevenir el embarazo y cuidar su salud reproductiva.
-Mujeres enfocadas en su proyección profesional, que postergan la maternidad pero desean preservar su fertilidad.
-Parejas con algún problema de fertilidad que desean orientación antes de embarcarse en algún tratamiento.
Más información en: www.consejeriaenfertilidad.cl