Paula 1249. Sábado 21 de abril de 2018. Especial Madres.
Desde 2012 Andrea Brunson (41) fotografía a sus hijos de 12, 10 y 5 años, en escenas cotidianas y de juego; en espacios abiertos y cerrados, y sube esas imágenes a su Instagram. Los cuadros que logra con sus niños como modelos reflejan un ojo nutrido precozmente por el arte y una composición muy propia, apegada a un cierto orden con el que el espectador se encuentra imagen a imagen.
Su relación con la fotografía comenzó durante su niñez, con su fascinación por las imágenes de la revista National Geographic. En la adolescencia tuvo sus primeras cámaras, pero su interés se concretó en el taller de Luis Poirot, a los 21 años. Luego partió a Nueva York a estudiar Fotografía en el School of Visual Arts. Al regreso trabajó en el estudio de Roberto Edwards y nuevamente partió, esta vez a Londres, para ser asistente de Eve Arnold, de Magnum, la primera mujer miembro de la agencia. Con ella trabajó en la digitalización de todo su archivo fotográfico. "Con ella aprendí sobre el ojo y la mirada, pude apreciar y comprender su manera de capturar el mundo a través de la imagen. En Londres también tuve mi primera Hasselblad, una cámara de formato mediano y cuadrado que exige tomarse el tiempo para capturar cada una de las fotografías. Este formato, y el momentum de esa cámara, son lo que marca mi trabajo de hoy, incluso con el teléfono", explica. También participó en el taller fotográfico de Javiera Infante.
"En la línea de gente que retrata a sus niños, sigo a dos cuentas de Instagram que me gustan a pesar de su carga comercial: <a href="https://www.instagram.com/hannahacarpenter/">@hannahcarpenter</a> y <a href="https://www.instagram.com/littlekinjournal/">@littlekinjournal</a>".
"Una de mis referentes es la fotógrafa Sally Mann, quien usa su entorno familiar como foco central de su trabajo. Comencé retratando a mis hijos mayores con la Hasselblad mucho antes de la aparición de Instagram. Con la llegada de la aplicación, y las buenas cámaras de los teléfonos, ese proceso se volvió más espontáneo y me permitió compartir esos momentos cotidianos y buscar mi propio lenguaje fotográfico de una manera más ágil. Me importa no alterar la veracidad de la escena. Y, por lo mismo, la dinámica con los niños es muy natural y espontánea. Me interesa transformar la escena fotográfica en una composición pictórica donde no hay un tiempo determinado", dice.
Instagram: @andreabrunson / @espacioandreabrunson
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