¿Funcionan los lentes para la luz azul?

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En promedio, un adulto puede estar entre siete a doce horas delante de una pantalla, ya sea de televisor, computadora o teléfono, lo que puede tener ciertos efectos en su salud visual. De acuerdo a la oftalmóloga Carmen Luz González, el principal impacto provocado por las largas horas frente a una pantalla se conoce como Síndrome Visual por Computadora, que corresponde a un trastorno provocado por el sobre esfuerzo de los ojos como consecuencia del uso prolongado de pantallas y que genera una serie de molestias, como dolor o sequedad de los ojos, dolores de cabeza, cansancio visual y visión borrosa.

También se habla mucho de los efectos de la luz azul que emiten estos dispositivos. A tal punto que, especialmente en pandemia, comenzó a florecer una preocupación al respecto que impulsó un mercado para contrarrestar los supuestos efectos de esta luz. Se trata de lentes con un filtro especial, pero ¿son realmente efectivos?

La luz azul es un tipo de luz dentro del espectro visible, el cual contiene una variedad de longitudes de onda y energías, siendo la azul la que tiene longitudes de onda más cortas y la energía más alta. Su principal fuente natural es el sol, pero también existen fuentes artificiales, como las pantallas, computadoras, luces LED, entre otras. “Esta luz es necesaria para los seres humanos, ya que es la principal encargada de decirnos cuándo despertar y si uno está muy expuesto a ella, costará conciliar el sueño, ya que suprime la liberación de melatonina”, explica la doctora. Por lo tanto, la exposición prolongada a la luz azul de fuentes artificiales puede alterar el ritmo circadiano del cuerpo.

Hace un tiempo se comenzaron a estudiar los efectos que podría generar esta luz en las personas. De acuerdo a la oftalmóloga, se estudió si podría causar algún daño a nuestros ojos, y hasta ahora no hay ninguna evidencia de que esto sea así. “Tampoco hay evidencia de que sea la causante de cansancio y molestias asociadas al uso de pantallas”, explica. Hace algunos meses, la revista Americana de Oftalmología (AJO, según sus siglas en inglés) realizó un estudio para investigar si efectivamente los lentes que bloquean el azul reducen los síntomas de fatiga ocular provocados por el exceso de pantallas. El estudio arrojó que los lentes que bloquean la luz azul no alteran los signos o síntomas de la fatiga ocular provocados por el uso de computadores, en comparación con los lentes transparentes estándar.

Hasta la fecha no hay ninguna certeza a nivel científico que asegure qué es mejor. En mi opinión, es marketing no regulado”, dice la especialista, y añade: “Si quieres bloquear la luz, tampoco es malo, porque para muchas personas es algo desagradable. Pero la Academia Americana de Oftalmología aún no los recomienda, porque no hay evidencia real”, comenta.

Las razones por las cuales las personas sufren fatiga visual, según explica la doctora, se deben a la cantidad de tiempo que uno está expuesto a las pantallas y a la forma en que usamos los dispositivos digitales, no a la luz que emiten. Normalmente, los seres humanos parpadean alrededor de 15 veces por minuto, sin embargo, esta frecuencia se puede reducir a la mitad cuando se mira una pantalla o se está concentrado. “Es importantísimo acordarse de parpadear, porque sino se puede provocar sequedad ocular, y si el paciente ya tiene el ojo seco de antes, o utiliza lentes de contacto, puede empeorar”, explica. Para esto, se pueden utilizar lágrimas artificiales, que consisten en unas gotas que sirven para mantener los ojos húmedos e hidratados, que pueden ser utilizadas hasta tres veces al día.

Otra de las formas para reducir estas fatigas y molestias, es por medio la regla 20-20-20, la cual consiste en que cada veinte minutos se debe apartar la vista de las pantallas y mirar un objeto a 20 pies (6 metros), durante al menos 20 segundos. De acuerdo a la especialista, el objetivo de estas técnicas es hacer pausas visuales, ya que el ojo al mirar a lo lejos descansa, y cuando se trabaja tenemos los objetos muy de cerca. Por otro lado, la especialista recomienda tener en cuenta la regla del brazo en términos de distancia con la pantalla. “A 60 centímetros, no más cerca, y el brillo de la pantalla debe ser el mismo brillo ambiental”, asegura.

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