La menopausia es un proceso completamente natural pero del que se habla y se sabe poco. Está rodeada de mitos y prejuicios y quienes la viven muchas veces lo hacen de forma silenciosa, con falta de información y miedos. La especialista en Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Chile, Libertad Méndez (38) es activista de los derechos de la salud y reproductivos y lidera la cuenta en Instagram Ginecóloga Feminista. Con más de 32.000 seguidores, este espacio que entrega información cercana y didáctica, ha sido un refugio para miles de mujeres que han depositados sus dudas y aprehensiones sobre esta etapa de la vida. En esta entrevista, Méndez detalla la importancia de visibilizar y tratar estos temas.

¿Estás de acuerdo con que la menopausia es un tema tabú?

Es un tema del que se habla, pero del que en general se sabe poco. Los conocimientos que se comparten entre mujeres también están relacionados con los mitos o creencias que hemos tenido por generaciones las mujeres.

¿Cuáles son los mitos más recurrentes?

Uno de los más importantes tiene que ver con la actividad sexual, con el deseo. Está la creencia de que cuando las mujeres dejan de menstruar, dejan de ser mujeres. Lo he escuchado y también me lo han hecho saber pacientes que creen que después de este período ya no sirven. Incluso algunas de ellas se han dejado de controlar después de la menopausia.

Me encuentro frente a muchas situaciones que evidencian una falta de educación sexual. Por ejemplo, el hecho de tener relaciones sexuales consentidas dentro del matrimonio se conversa muy poco, es un tema tabú. Muchas mujeres acuden a la consulta por molestias en la actividad sexual, ya sea por falta de deseo, por resequedad vaginal o por dolor durante las relaciones sexuales. Y eso tiene que ver con cambios propios de la menopausia. Pero también con una exigencia de mantener el deseo independiente de si este existe o no, porque hay una exigencia de la pareja.

¿El machismo juega un rol en esto?

Completamente. Y por eso hay una falta de educación sexual que viene no solamente desde la casa o los espacios educativos formales, sino también desde el sector médico. Hay que entender que estos procesos son naturales y que hay muchas cosas que nos pueden ayudar. Podemos pasarlo mejor y estar más acompañadas en este proceso.

Incluso para tener una valoración propia más positiva, porque se cree que uno no tiene el mismo valor en la sociedad cuando llega este momento, porque ya no podemos gestar. Y eso tiene que ver con el valor de la mujer solo como un ente reproductor.

¿También desde el área de la salud?

Hay dolencias, por ejemplo, que son poco valoradas, como el dolor articular, o las bajas de ánimo que a veces se asocian simplemente a la baja de los estrógenos y no a otros componentes. A veces, más que un antidepresivo, se necesita terapia hormonal. Muchas veces desde lo sanitario se le entrega una apreciación negativa a mujeres que están en esta edad.

¿Hay falta de información?

Sí, imagina volver a sentir toda una revolución hormonal sin saber qué estás experimentando. Si nadie te lo explicó tal vez no estás recibiendo terapia, entonces hay mayor irritabilidad, problemas con la memoria, dolores corporales, mal genios. Tenemos que vivir o resignificar la menopausia de una manera más positiva. Probablemente no van a desaparecer todos los síntomas, pero sí se pueden vivir con menos intensidad. Porque tal vez me voy a sentir menos triste siendo consciente de que sigo teniendo valor como persona más allá del poder embarazarme.

La menopausia sigue teniendo una connotación negativa…

Así me lo dicen muchas pacientes que en la menopausia dejan de venir o no se hacen los exámenes. Me dicen, ¿para qué? Pero ahora con la expectativa de vida que es más alta, una gran cantidad de años de nuestra vida sexual los vamos a pasar después de la menopausia, entonces realmente es importante que si necesitamos ayuda, la pidamos. Se puede seguir con una vida sexual activa. El clítoris es un órgano que no envejece. Pero algunas mujeres creen que salieron del mercado entonces ya no funcionan. Y es todo lo contrario. Tienen muchas más posibilidades.

El porcentaje de mujeres que se tratan la menopausia sigue siendo bajo. ¿Por qué es importante tratarlo?

Los síntomas se van a presentar con una intensidad variable durante todo el proceso porque la menopausia es una fecha, la de la última menstruación, pero el climaterio es todo el tiempo previo y posterior. Muchas mujeres presenten síntomas, como bochornos, años antes de la menopausia. Se pueden tratar. Además los síntomas van a ser variables dentro del mismo periodo porque van a haber momentos con más y menos hormonas.

Creo que lo importante acá es decirle a la gente que si lo está pasando mal, podemos ayudarlas con medicamentos seguros. Son seguros cuando se dan en el tiempo que se llama ventana de oportunidad, que es hasta 10 años desde la ultima menstruación y antes delos 60 años. Pueden haber contraindicaciones como con cualquier medicamento. Por eso hay que hacer una evaluación, pedir exámenes, eso se puede hacer en todos los espacios de atención primaria.

¿Cómo afecta a la calidad de vida?

Con una adecuada indicación y descartando todos los riesgos, se puede cambiar 100% la calidad de vida. Hay mujeres que no pueden dormir por los bochornos, o que el proceso está afectando su vida familiar.

Después de la ventana de oportunidad aumenta el riesgo cardiovascular, por eso siempre es importante la evaluación de especialistas, pero efectivamente dentro de los tiempos adecuados disminuye el riesgo de muerte porque la principal causa son las enfermedades cardiovasculares.

¿Por qué se tiene miedo a la terapia hormonal?

Desde hace unos años hay amplios consensos en la ginecología sobre estos temas y tratamientos. Pero hay mucha falta de educación, falta de información y la entrega de información errónea. Pero cuando está bien indicado, con evaluación correcta, es seguro.

¿Crees que las redes sociales te han ayudado para tener una comunicación más directa sobre estos temas?

El trabajar en en el servicio público por tantos años me permitió conversar y comunicar cosas de una manera más sencilla. Algunos temas son muy lejanos para la gente, por eso tratamos de simplificar la información y enseñar algunas cosas. Las redes sociales me permiten responder un montón de dudas. Y me he dado cuenta que muchas veces la gente no les hace las preguntas a sus médicos.