Por Francisco Alcoholado / Ilustración: Paloma Moreno y Patricia Holmqvist
Paula 1242. Sábado 30 de diciembre de 2017.
Un Maestro ingresó al palacio, llegó hasta el trono y le dijo al rey: "Quiero pasar la noche en esta posada". "Pero esta no es una posada, ¡es mi palacio!". "Dime, ¿quien vivió aquí antes que tú?", preguntó el viejo. Y el rey contestó: "Mi padre, que está muerto". "¿Y quién vivió aquí antes que tu padre?", volvió a preguntar el viejo. "Mi abuelo, que también está muerto", dijo el rey. Entonces el Maestro dijo: "Y dices tú que este lugar donde las personas viven un rato y después se mudan, ¿no es una posada..?". El atesorar y el materialismo es un mera defensa contra el hecho de que todas las formas eventualmente terminan. El palacio no es del rey. Somos pasajeros en esta posada. Por ello más que acumular objetos y aferrarse a los cargos, es más valioso explorar el conocimiento, las experiencias y el saber. Solo la música perdura.
El tótem: el cóndor. Él vuela hacia los más alto y se comunica con los dioses. Su ascenso significa tomar distancia de las pequeñeces, y las preocupaciones cotidianas. Está bien dedicarse a la supervivencia, pero la idea es que esta no devore la búsqueda de sentido y significados, tan vitales como el pan.
La sombra: la hipocresía. Cuidado con esconder los verdaderos motivos que te movilizan. Cuidado con poner caras de que no te ocurre nada, cuando muchas cosas están pasando en tu interior. Que haya una simetría entre lo que muestras fuera y lo que ocurre dentro.
La luz: la ternura. Busca la gentileza, el cariño, el contacto de piel a piel. Nos tullimos con el paso de los años porque no somos tocados. En Chile la gente se toca poco: abrazos fuleros, besos donde te ponen el pelo y no la mejilla, cuerpos huidizos. Ve y apachurra al prójimo.