Incontinencia urinaria, qué hay que saber
Pareciera normal que cuando estornudamos, nos reímos o saltamos se escapen unas cuantas gotas de orina, sin embargo, muchas ignoran que esto es un indicador que nuestro piso pélvico no está bien.
Pareciera normal que cuando estornudamos, nos reímos o saltamos se escapen unas cuantas gotas de orina, sin embargo, muchas ignoran que esto es un indicador que el piso pélvico no está bien y que hay algo que no está cerrando correctamente en la uretra, es decir, el canal que comunica tu vejiga con el exterior.
Si bien este es un problema que se da mucho en adultos mayores, la incontinencia de orina también es un síntoma que se presenta en embarazadas, deportistas o jóvenes. Lo importante es detectarla a tiempo para trabajar en el piso pélvico. Esta pérdida del control de la vejiga es un problema frecuente y, además de causar vergüenza en algunas situaciones, es importante siempre saber por qué ocurre.
El piso pélvico es una estructura muscular que se encuentra en la parte baja de la pelvis, que sostiene estructuras como el útero, la vagina, vejiga, uretra, ano y recto. “Todos los esfínteres, ya sea la uretra, que es el canal que comunica el exterior con la vejiga, está abrazado por una musculatura que si está floja o muy activa no funcionará de manera correcta. Esto es como una llave que se cierra y se abre”, explica la kinesióloga María José Quiñinao, especialista en piso pélvico.
Según detalla la profesional, existen tres tipos de incontinencia: la de esfuerzo, de urgencia y la mixta. La primera se caracteriza por el escape involuntario de orina al hacer algún tipo de esfuerzo, tales como estornudar, toser o al practicar algún deporte. En casos más severos, puede producirse un escape sin mayor esfuerzo. Por otro lado, en el caso de urgencia, ocurre que hay pérdida de orina acompañada o precedida de un fuerte deseo de orinar. La mixta corresponde a la mezcla de las dos primeras, donde se asocia a la urgencia miccional y a los de los esfuerzos.
Es importante, cuando se presenten estos síntomas, acudir en una primera instancia a un urólogo, quien se encargará de valorar si efectivamente la paciente tiene una infección, ya sea cistitis u otro, o derivar a un kinesiólogo de piso pélvico.
En el entrenamiento de kinesiología del piso pélvico se hacen contracciones y relajaciones, pero dependiendo de cómo está musculatura se va a hacer un plan que podría durar unas semanas. “Se hace un entrenamiento de musculatura, porque muchas veces las mujeres piensan que por tener escapes está todo más “flojito” ahí abajo, y la verdad que no siempre es así”, dice María José.
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