Paula 1227. Sábado 3 de junio de 2017. Especial Padres.

La diseñadora ucraniana Anna Marinenko (36) es el gran refrente de esta técnica de tejido que descubrió por azar cuando, fascinada con la lana merino, probó tejerla sin palillos, solo con las manos y los brazos. El resultado lo subió a Instagram (@anna.marinenko) y, frente a la aprobación de sus seguidores, en 2015 lanzó la marca Ohhio (www.ohhio.me) que ofrece bufandas, cuellos, chalecos, gorros, capuchas y mantas elaborados con arm knitting (tejido con los brazos) y lana merino que, por su fibra larga, gruesa y suave, resulta perfecta para mantener el volumen anhelado. Hoy trabaja con un equipo de 20 personas.

La diseñadora ucraniana Anna Marinenko. En su canal de Youtube, Ohhio, se encuentran tutoriales para aprender la técnica.

La diseñadora ucraniana Anna Marinenko. En su canal de Youtube, Ohhio, se encuentran tutoriales para aprender la técnica.

Antes que Marinenko, en 2012, la diseñadora rusa Xenia Kigaeva (31),  con su marca Vingil (@vingil_lab), ya había lanzado la colección Moroshka, dedicada exclusivamente a prendas de punto XL, hechas con lana eco amigable. Y, aún antes, en 2007, el diseñador inglés Giles Deacon presentó en su colección de otoño piezas de tejido gigante en 9 de los 41 looks que desfilaron en la Semana de la Moda de Londres. En 2013 insistió.

La diseñadora textil española Miriam Ponsa (@miriamponsa) es otra exponente de la corriente. Desde 2012 viene mostrando un desarrollo en la técnica con cuellos y hasta parcas. Con su serie de 2013 ganó el premio a la mejor colección del Barcelona Fashion Show.

En el continente americano, el canadiense Joe Fresh (@joefresh) incluyó en su colección otoño 2012, presentada en el Toronto Fashion Week, un look coronado con un enorme beanie (gorro de lana) verde de punto gigante.

La lana más usada en esta técnica es la merino, debido a que es densa y fina. También es común la de oveja corriedale (mezcla de merino y lincoln). En micras, que es la medida del grosor de las fibras de lana, en el tejido XL suele emplearse entre 20 y 35.

Mantas

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Hace 8 años que Marisol Díaz (36), educadora diferencial de profesión, vende productos tejidos que realiza en Cachagua junto a dos tejedoras de la zona. Hace tres meses que incursiona en el arm knitting y ofrece mantas, cojines, pisos y sacos y nidos para guaguas. Usa lana merino de la Patagonia chilena de 22 micras en colores crudo y gris sin teñir. Hace entregas a todo Chile. $90.000 por un chal de 1 x 1,5 metros en @tejidoxxl

Cuellos

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Javiera Ortiz (27), diseñadora de vestuario y fotógrafa, creó hace 2 años el blog de textiles Inspírate Mirando. Durante el pasado verano se volcó al tejido XL que vio por primera vez en la cuenta de Instagram de la marca ucraniana Ohhio y luego lo aprendió viendo tutoriales en Youtube. Vende cuellos, bufandas y mantas de lana merino de 24 micras en gris, naranja, negro, blanco. Hace despacho a domicilio en Santiago con un cobro extra de $3.500. $18.000 una bufanda en @inspiratemirando

Poncho

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Valentina Fahrenkrog (41), product manager y tejedora en su tiempo libre, además de las clásicas frazadas XL tiene un poncho de punto extra grande que interviene con los bordados de la artista visual Serena García (@seregarcia). Empezó con el arm knitting en el verano y cuando su hermana subió a  Facebook fotos de sus creaciones, comenzaron a escribirle para pedirle productos. En marzo encontró en Punta Arenas un proveedor de lana corriedale de 33 micras con que trabaja solo en crudo natural para no dañarla. Retiro en su taller en Vitacura. $170.000 el de la foto (90 x 90 cm) en @valen_fv

La lana usada en el tejido XL, sea merino o corriedale, necesita un cuidado especial. Se debe lavar en seco y pedir que sea por un máximo de 15 minutos.

Taller e insumos

La Tejería es el proyecto que crearon en 2015 Javiera Hernández (30) y su mamá María Antonieta Rauld (55) para inyerctarle al tejido una visión contemporánea. Este año incluyeron en sus talleres uno de tejido XL. En una sesión de 3 horas enseñan 3 formatos de tejido: dos con las manos y uno con palillos. También venden ovillos de lana orgánica de 30 micras, mezcla que hacen ellas mismas de lanas merino y corriedale de la Patagonia. Hacen despacho a todo Chile vía Turbus con pago extra. $17.000 el kilo de lana y $ 50.000 la clase, que incluye materiales para una manta de 80 x 80 cm. En la cuenta de Instagram @la_tejeria se publican los horarios.