La batalla del padre de la neuroestética
¿Cómo reacciona el cerebro frente a la belleza, el deseo y el amor? ¿Por qué, juntos, conforman una "trilogía fatal"? ¿Qué cosas heroicas o malvadas somos capaces de hacer frente a estos estímulos? Estas son algunas preguntas que han movido las investigaciones del neurobiólogo inglés Semir Zeki —considerado el padre de la neuroestética—, y cuyas respuestas compartirá el domingo 13 de noviembre como invitado en el Festival Puerto de Ideas en Valparaíso. Desde su oficina en Londres, en entrevista con Paula vía skype, cuenta por qué ha dedicado su vida a explicar qué mecanismos nos hacen sentir estas emociones y cómo se ha tenido que defender frente a quienes lo acusan de reduccionista.
Paula Digital.
¿Cómo nació su interés por investigar qué pasa en nuestro cerebro cuando experimentamos belleza?
Siempre estuve interesado en estudiar el cerebro visual, cómo está organizado y cómo vemos colores, formas y movimiento e hice un largo camino en eso. Ahora, desde siempre he estado interesado en el arte. Siempre fui a museos. Quizás por eso la siguiente pregunta que me quise hacer fue cómo el contacto visual genera un estado estético o emocional tan real como el amor. Así fue como llegué al arte.
¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando experimentamos belleza?
Se activa la corteza orbito frontal medial, el mismo lugar del cerebro que se activa ante la belleza matemática. Esto, en consecuencia, nos dice que hay algo abstracto en la belleza.
Antes de todos estos descubrimientos, ¿qué sabíamos sobre lo que pasaba en nuestro cerebro cuando experimentamos belleza?
¿Nada de nada?
Exacto. No sabíamos nada. Yo fui el primero en estudiarlo. Pero hay algo que es importante dejar claro, los neurobiólogos como yo, que nos dedicamos a estudiar la belleza, no nos hacemos la pregunta de qué es la belleza. Nosotros nos preguntamos cuáles son las reacciones neuronales que se activan cuando experimentamos la belleza. Y este es un punto muy crítico, porque los historiadores del arte y los filósofos seguido, muy seguido, nos atacan porque piensan que nosotros nos estamos haciendo la pregunta que ellos se han hecho por siglos. Qué es la belleza es una pregunta que la humanidad se ha hecho desde hace miles de años. Y todavía no llegan a un consenso.
¿Qué importancia tuvo descubrir qué pasa en nuestro cerebro cuando experimentamos belleza?
No es más importante que saber qué pasa en nuestro cerebro cuando experimentamos color. No es más interesante o más importante que saber qué pasa en nuestro cerebro cuando vemos algo que nos emociona. Solo ayudó a incrementar lo que sabemos de nuestro cerebro. El hecho es que hoy todos vivimos buscando la belleza y gastamos mucho dinero en ella.
Al describir la belleza, Zeki la dividió en dos tipos o categorías: la belleza biológica y la belleza artefactual. En la belleza artefactual agrupó los autos, aviones, casas, la ropa. Todo lo que fuera un objeto sin vida. Y en la belleza biológica agrupó los rasgos físicos del cuerpo pero también la belleza matemática.
¿En qué consiste la belleza matemática?
En el hecho de que algo haga sentido. Que haga sentido al sistema deductivo lógico del cerebro, un sistema que es el mismo en todos los seres humanos, independiente de la raza o del nivel educativo.
¿Y por qué la incluyó en la belleza biológica?
Porque la belleza matemática es el ejemplo más extremo de la belleza que depende del aprendizaje y del conocimiento. Es decir, no le puedes preguntar a una persona ignorante si una fórmula es bella o no. Se lo tienes que preguntar a un matemático.
¿Hay factores como la raza o el nivel cultural de una persona que determinen la forma como nuestro cerebro reacciona frente a este tipo de belleza?
No. Los esquimales, los chinos, los japoneses, los americanos, los chilenos, todos tienen el mismo sistema lógico deductivo. Entonces da lo mismo el origen del matemático, todo el que sea capaz de manejar el lenguaje de la matemática será de apreciar la belleza de una fórmula. ¿Se entiende todo lo que te estoy explicando?
Es un poco complicado.
Bueno, claro, pero todo esto no es difícil de entender si eres un matemático. Pero lo más interesante de la belleza matemática es que las fórmulas no solo son bellas sino que contienen certezas universales. Por eso hay cientos de reviews que dicen que la belleza matemática es la forma más sublime de todas, porque además de hermosas nos dice cosas de la estructura del universo. Verdades absolutas. Como la teoría de la relatividad formulada en 1915 (por Albert Einstein). Por entonces, mucha gente no la entendía —seguramente hasta el día de hoy hay mucha gente que no la entiende—, pero lo cierto es que fue aceptada por la extrema belleza de la fórmula matemática que la explicaba, porque les hacía sentido. La evidencia siempre es algo que causa sentido.
¿Perseguimos la belleza por razones biológicas?
En parte sí. Si hablamos de la belleza biológica, es lo que Charles Darwin llamaría selección natural.
Hoy el mundo está enfocado en perseguir la belleza, pero el canon ha cambiado a lo largo del tiempo. ¿Hay algo en el funcionamiento de nuestro cerebro que explique ese cambio?
No. La idea de que el canon de la belleza ha cambiado es una trampa, porque el canon de la belleza biológica no ha cambiado mucho. El canon de la belleza artefactual sí ha cambiado y mucho. Pero la belleza biológica no. Por ejemplo, nadie en el mundo, nadie, de ninguna raza ni ningún país, consideraría que un hombre con un ojo en la frente y otro en la mejilla es bello. Eso no va a pasar nunca. Y un hombre o una mujer que es considerado sublimemente bello en Japón, China o Francia, seguramente también será considero bello en África, Chile y Norteamérica. Todos tienen ciertos límites biológicos: dos ojos, nariz proporcionados entre ellos. Eso demuestra que la belleza biológica no ha cambiado demasiado. Claro, hay ciertos cambios a nivel de la moda, pero todo se ha dado dentro de ciertos límites que no han cambiado. Pero si miras el diseño de los edificios, de los autos, todo eso ha cambiado radicalmente. Y eso ha sucedido porque no son biológicos, sino que son artefactos.
También se ha dedicado a estudiar cómo nuestro cerebro reacciona ante el odio y el amor. Dentro de sus descubrimientos, ¿qué le ha llamado singularmente la atención?
Decimos muy seguido que el odio es malo y que el amor es bueno. Pero lo cierto es que tanto el amor como el odio son fenómenos biológicos. Y la gente se ha metido en grandes problemas en servicio del odio, muchos más problemas que la gente que se ha puesto al servicio del amor. Pero como biólogo, yo no evalúo el odio como algo moral o inmoral, sino solo como un hecho biológico. El amor, su opuesto, también es un hecho biológico y curiosamente todo el mundo dice que el amor es bueno. ¿Pero lo es? ¿Realmente lo es? Quiero decir, 56% de los matrimonios en Europa terminan en divorcios. Héroes y heroínas han cometido suicidio por el amor. ¿Entonces? ¿El amor realmente es bueno?
¿Qué opina usted?
Yo solo digo que es un hecho biológico que promueve que la gente se comporte de ciertas maneras. Y si me he interesado por el amor es porque mis estudios acerca de la belleza me llevaron a reflexionar por qué cuando ves a alguien hermoso caes enamorado. Primero la deseas, luego te enamoras. Pero el camino para todo ello es visual. Por eso me interesé en estudiarlo.
Las personas suelen preguntarse por qué algunas personas se aman para siempre o por lo menos por muchos años. ¿Hay algo de nuestro cerebro que explique este hecho?
La hay. La hay. El 56% de los matrimonios en Europa terminan en divorcios. Si le sumas a eso el número de gente que no se divorcia por razones financieras -plata- o porque los hijos son todavía muy chicos o porque viven fuera de la ciudad donde las cosas son más conservadoras y las personas no aprobarían el divorcio, si tomas todas esas parejas y les quitas todos esos miedos, seguramente el porcentaje subiría a 70%. Ahora, lo que es cierto es que muchos no mantienen la pasión del amor que sintieron en un principio, y se convierte en una relación de cuidado, en una relación de cariño y en una buena relación, pero no lo apasionada que era en un comienzo cuando se conocieron. Y eso ocurre porque un romance apasionado es biológicamente un periodo muy potente y el cuerpo no puede mantener un fenómeno fisiológico por tanto tiempo.
¿Qué explica que alguien diga que cayó loco de amor?
Nuestros estudios sobre el amor demuestran que cuando tú miras la foto de alguien de quien estás apasionadamente enamorado, hay áreas del cerebro que se activan pero también hay áreas que se desactivan y estas son áreas que están relacionadas con el juicio, con el razonamiento. Por eso cuando amas a alguien juzgas menos a esa persona. De ahí que cuando un hermano o hermana o los padres le dicen a alguien "estás loco de casarte con esta persona con lo terrible que es", esa persona no es capaz de entenderlo porque su sistema del juicio está desactivado. Por eso es un riesgo muy grande casarse cuando estás en el periodo del amor pasional. A esas personas hay que aconsejarlas que esperen un poco. Porque no eres capaz de experimentar juicio sobre la persona de la que estás enamorada. De hecho dentro de la iglesia católica hay una cláusula que dice que si se logra demostrar que al contraer matrimonio la pareja no era capaz de experimentar la discreción del juicio, el matrimonio puede ser anulado.
Usted describe que la belleza, el deseo y el amor son un "triángulo fatal". ¿Por qué?
Porque la belleza es efímera, la belleza cambia. Como decía Shakespeare 'cuando contemplo que las cosas que crecen alcanzan la perfección, lo hacen solo por un momento'. El deseo es algo que nunca satisfacemos del todo y el todo eso compone el amor. Entonces desgraciadamente es un triángulo fatal.
Si bien es llamado el padre de la neuroestética hay muchos que critican su trabajo como reduccionista. ¿Por qué?
Ah, yo te puedo contar mucho de eso. Es gente muy majadera, muy tonta, de la que hay tres tipos: una rama de las críticas viene de gente que dice que todo lo que yo he investigado es reductivo. Pero toda la ciencia es reduccionista en algún sentido. Porque si quieres aprender de estructuras, tienes que entrar a hablar de moléculas y partículas y eso es reduccionista. Piet Mondrian, el artista, se propuso establecer cuáles son los elementos constantes en todas las formas que existen en el mundo y determinó que eran las líneas horizontales y verticales. Hoy nadie se atrevería a decir que fue reduccionista. A Anatole France, quien dijo que podía resumir toda la historia de la humanidad en tres frases: la gente nace, sufre y muere, le dieron el Nobel y muchos podrían considerar sus planteamientos como reduccionistas. La gente que plantea que yo soy reduccionista es porque le tiene miedo a la neuroestética, cosa que es absurda. Por eso creo que son extremadamente tontos por perder el tiempo en criticar mi trabajo. Hay otro grupo de gente que me critica por dedicarme a esclarecer misterios, lo que consideran una pérdida de tiempo y plata. Pero la gente que está estudiando cuáles son los límites del universo, la gente que viajó a la luna, la gente que descubrió la cadena de ADN, donde se resumió el código genético que contiene toda la información de una persona, buscaban esclarecer misterios. Y hay otro grupo de personas que me critican de manera arrogante por expandir mi investigación hacia áreas del arte. Pero yo les respondo: ¿cuántos libros y artículos han sido escritos para explicar el carácter de Ana Karenina, Madame Bovary o Hamlet? Miles. ¿Y quiénes los han escrito? Personas de todas las áreas. Si hay algo que ellos tratan de explicar significa que hay algo por ser explicado. Y si hay algo por ser explicado, ¿por qué no hacerlo? Finalmente hay gente que simplemente me critica por ser gente celosa.
¿Qué está interesado en investigar con miras al futuro?
Estoy interesado en agrupar bajo un mismo paragua todo lo que he hecho en mi vida. Yo empecé con los estudios del cerebro visual, demostré que en el cerebro hay áreas especializadas en procesar determinados modos de ver. Demostré que podemos ver colores, formas y movimiento en tiempos distintos, que vemos el color antes que el movimiento. He visto qué partes del cerebro despierta el amor, las matemáticas, la belleza. Pero hay ciertas cosas de la belleza que todavía me interesa trabajar, por ejemplo, la belleza del dolor y cómo reacciona el cerebro ante la belleza sublime. Hay mucho por hacer todavía en el estudio de la belleza.
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