Paula 1128. Sábado 17 de agosto 2013.
El fotógrafo estadounidense Ari Seth Cohen comenzó en 2008 a retratar mujeres de entre 60 y 100 años –todas estilosas y cautivantes– que encuentra, mayormente, en las calles de Nueva York. El resultado es un blog único en su especie, que traspasó la frontera digital con la publicación de un libro de fotografías, otro para colorear, próximo a lanzarse, y un documental que estrenará en 2014. Revista Paula lo entrevistó. Aquí, describe lo que ve en ellas.
Las mujeres mayores lo han cautivado desde niño. Primero fueron sus abuelas, luego una ex modelo de la década de los sesenta y desde 2008, año en que se instaló en Nueva York, todas esas transeúntes cuya personalidad y look le llaman la atención. El fotógrafo Ari Seth Cohen (31) es el autor del blog Advanced Style, una suerte de The Sartorialist de la tercera edad. En 2010 lanzó el libro de fotografías homónimo, en donde rescata los mejores retratos del blog y pequeñas historias contadas en primera persona por estas mujeres. En septiembre publicará un libro para colorear dirigido a niños, que hizo junto al ilustrador Ilan Schraer, y en 2014 se estrenará el documental, también titulado Advanced Style, donde muestra las historias de empuje y fortaleza de estas mujeres.
¿Cómo surge tu curiosidad por las mujeres mayores?
Durante mi infancia, en California, mi abuela Bluma era mi mejor amiga. Era librera y me llevaba a mirar libros y al cine. Me encantaba mirar su clóset y sus cajones. Prefería estar con ella que con los niños de mi edad. Mi otra abuela, en tanto, era muy glamorosa. Esa fue mi primera conexión con estas mujeres mayores y supe de niño que cuando grande trabajaría con ellas de alguna manera.
¿Cómo nació el blog Advanced Style?
Antes de instalarme en Nueva York, estaba en San Diego, donde vi la película Hats off, en donde actuaba la actriz Mimi Weddell, a quien conocí ese mismo día. En los 60 ella fue modelo de Louis Vuitton y Mulberry. Después nos reencontramos en Nueva York y nos hicimos amigos. Fue la primera señora que fotografié y el inicio de otros retratos. Trabajando en eso me di cuenta de que en la moda y en los medios estas mujeres no existían o que si googleabas aparecía mucha burla. Esto partió, entonces, motivado por mis ganas de compartir mis retratos, de mi extrañeza de que la gente mayor no sea parte de la cultura y dar cuenta de que se puede envejecer de manera alegre.
¿Qué te han enseñado estas mujeres?
Conocerlas me ha permitido ser testigo de que a los 70, 80 o 90 años puedes tener una vida plena. Me ha impulsado a cuidarme, ya que todas estas mujeres que ves felices y en buenas condiciones siempre han llevado una vida saludable, de practicar yoga, pilates, comer bien. Creo, también, que conocer a estas mujeres mayores ha cambiado mi manera de relacionarme con la gente. Ahora soy más respetuoso y menos ansioso.
¿Cómo describirías la belleza que se adquiere con la edad?
Lo bello de estas mujeres es que se sienten cómodas con ellas mismas, no pretenden ser nada más de lo que ya son. Me encanta la experiencia que se refleja en sus caras, es por eso que no les saco fotos a mujeres con cirugía plástica.
¿Cómo ves que enfrentan el envejecimiento?
Algunas lo aceptan, otras no. Las que me inspiran a mí son las que realmente no piensan en su edad y tratan de hacer lo más posible con el tiempo que tienen. Una de las señoras que conozco el año pasado estuvo a punto de morir. Apenas salió de la clínica lo primero que dijo fue que lo único que quería era ponerse perfume y maquillarse. Es dueña de una boutique y hace unos días se quebró el pie. Su marido le pide que pare y dice que no es necesario que trabaje, pero para ella hacerlo es su vida.
Todas las mujeres que retratas tienen un gran sentido de la moda.
De cierta manera ellas hacen shopping en su propio clóset. Se pueden comprar un vestido nuevo, pero lo combinan con un prendedor que tienen por años. Hacen lo mismo que la gente joven hoy, ir a tiendas vintage y mezclar lo nuevo con lo viejo, con la diferencia de que estas mujeres son realmente vintage. La clave, en todo caso, es que las jóvenes están experimentando qué es lo que les queda bien y estas mujeres mayores ya lo experimentaron y ya tienen su estilo.
¿Qué es lo quieren expresar con la ropa?
Muchas de ellas usan la moda como arte y la mayoría lucha por no ser invisible; quieren atención, les gusta la conversación que puede partir por algo interesante en la ropa, pero no lo hacen para que solo las miren y crean que tienen un estilo impresionante.
¿Cómo ven el mundo de la moda?
La mayoría opina que las mujeres jóvenes deberían cubrirse más. Por otro lado, extrañan la calidad del pasado, las telas son muy diferentes, ahora todo es desechable, mientras que ellas tienen cosas que les han durado décadas. También extrañan el concepto de exclusividad que ya se perdió. Por eso también su ropa es tan interesante: son tesoros que han ido juntando durante años.
Tziporah Salamon puede ser vista andando en bicicleta alrededor de la ciudad, siempre vestida como súper estrella. Su vasta colección de ropa vintage y étnica la hace una de las favoritas entre los fashion bloggers. Ha sido consultora privada como estilista de moda y profesora en Parsons The New School for Design.
"La primera vez que vi a la escritora y artista Beatrix Ost fue en el Central Park, y quedé impresionado. Su rouge oscuro, elegante gorro negro y una pisca de azul en su pelo, contrastando con su piel blanca, crean una combinación maravillosa. Beatrix cree que un estilo increíble comienza con una alimentación saludable. En su cocina tiene escrito 'comida y amor es arte', de esa manera recuerda que sentirse bien es el primer paso para verse bien", comenta en el libro Advanced Style.
A sus 80 años, Joyce Carpati ha adquirido una trayectoria de sabiduría y agudeza en el estilo. Para ella, la elegancia es lo más importante. "Tú sabes que como mujer mayor no me visto por el estilo. Busco la elegancia", se puede leer en el libro Advanced Style.
La autora del libro I'll know it when I see it, Alice Carey, mezcla piezas clásicas de hombre con sutiles toques femeninos para crear su uniforme, que es, sin lugar a dudas, ella misma. "No te quieres ver loca. El objetivo es lucir lo más chic que se pueda, pero la persona promedio en la calle nunca usaría esto", comenta en el libro de Cohen.