Paula 1119. Sábado 13 de abril 2013.

Las apuestas más poderosas de maquillaje y pelo de las semanas de la moda de Nueva York, Londres, Milán y París. En esta temporada, la piel impecable y mate es la gran protagonista.

1. Todo se trata de la piel

La protagonista de la temporada es la piel. Perfecta, pulida y resplandeciente, pero mate, siempre mate. El maquillaje puede ser el photoshop análogo que tenemos para ella. Existen los productos que la pueden hacer lucir prístina, sin imperfecciones y con un acabado muy natural. En eso se afanan los maquilladores de hoy. Ellos se toman mucho más tiempo en la piel que en el resto del maquillaje. Es la mejor inversión, pues al estar bien trabajada cualquier maquillaje o falta de él pasa a un segundo plano.

2. Labios manchados

Sally Lapointe y Christian Dior.

El horror de los labios manchados con vino tinto podría entrar en un momento de apogeo. Muchas van a estar felices. Una repetición en el recurso de manchar los labios, en vez de pintarlos correctamente, traspasó varias apuestas en los desfiles otoño-invierno 2013-14. El look se obtiene aplicando el color más oscuro en el medio de la boca y dejando las orillas más suaves. La paradoja es que con esta técnica la boca se ve más pequeña, pero los labios parecen más grandes o carnosos.

3. La cola de caballo larga

Celine y Ralph Lauren.

La cola de caballo es un clásico que entra y sale de las pasarelas; cambia sutilmente según las temporadas. La que predominará en invierno es la de remate bajo y pelo largo.

4. El retorno del gel

Gucci y Prada.

El pelo engominado o simplemente liso, brillante y bien armado, peinado hacia atrás, fue uno de los recursos que se repitieron en las pasarelas oficiales de la moda. Contrastan con los pelos enmarañados y enredados como recién salidos de la ducha que también se vieron. La tónica en Milán fue el predominio de los pelos con el look mojado.

5. Estilismo con los pelos embutidos

Mulberry.

El momento en que uno se viste y quedan los pelos cautivos en el abrigo, bufanda o suéter, usualmente termina en un acto de acomodo. La propuesta en la pasarela fue dejar el pelo atrapado.