Paula 1186. Sábado 7 de noviembre de 2015.

Los podcasts, esa suerte de programas radiales para escuchar online donde y cuando uno quiera, están viviendo su época dorada. Y no solo eso: son el futuro de la comunicación, y una pieza clave de la revolución cultural que supuso internet.

Exclusivo para Paula

El periodista Francisco Aravena grabó especialmementa para la web de Paula un podcast sobre este tema, que puedes escuchar aquí.

Debe ser una ley de vida, tan cierta, tan obvia, que se balancea peligrosamente sobre la cornisa al borde del abismo del cliché. Se trata de esto: la respuesta sobre el futuro está en el pasado. En el origen. Como todas las grandes verdades, por supuesto, es algo que parece obvio cuando se mira por el espejo retrovisor. Dicho eso, digamos esto: los podcasts son el futuro. Y son el futuro porque rescatan algo esencial del pasado.

"Los podcasts empezaron a multiplicarse, y algunos avisadores se percataron de que sus auditores podían ser interesantes no tanto en términos de cantidad, sino de calidad: gente que voluntariamente decidía escuchar un contenido específico, con mucha más dedicación que la de alguien que escucha radio casualmente en el auto".

Genéricamente, hablamos de podcasts cuando nos referimos a archivos de audio con algo parecido a un programa radial, envasado, disponible para ser descargado o escuchado en línea a la hora y día en que el auditor quiera. Naturalmente, a medida que se masifican los smartphones y por ende la capacidad individual de estar online donde y cuando uno quiera, la posibilidad de alcanzar un mayor público se ha multiplicado. Pero nada de esto se lee como "futuro": la compresión de archivos de audio en formato de MP3 se popularizó en los primeros años de la década de 2000 y la radiodifusión data de 1920. El podcast –término acuñado en 2004– era una respuesta buscando una pregunta. La pregunta es mucho más antigua, y la estaban haciendo los medios de comunicación: ¿hacia dónde vamos? ¿Cómo vamos a sobrevivir si la gente nos presta cada vez menos atención y los avisadores migran desde los soportes tradicionales? Así, mientras gerentes de medios, gurúes y gente entremedio organizaba conferencias y llenaban murallas con post-its con ideas para enganchar al elusivo público, la gente de radio dejaba sus archivos a disposición del público amante de la radio.

Hasta que una cosa llevó a la otra. Los podcasts empezaron a multiplicarse más allá de las fronteras formales de las estaciones de radio. Algunos avisadores se empezaron a percatar de que sus auditores podían no ser tan interesantes en términos de cantidad, sino de calidad: gente que voluntariamente decidía escuchar determinado contenido específico, con mucha más dedicación que la de alguien que se sienta en el auto a determinada hora y oye casualmente lo que sea que otros estén programando a esa hora. Algunos favoritos hasta ese momento: primero que nada en el mundo, This American Life, el podcast del programa emblema de la radio pública estadounidense, producido en Chicago (WBEZ) y conducido por quien en este panorama es Dios: Ira Glass, el gran maestro de la narración radial. Cada semana, un tema, típicamente abordado a través de tres historias reales (y una que otra rutina cómica o cuento de ficción). La del niño que quiere convencer a su hermano vegetariano de dejar de serlo; o la del doctor que llega a trabajar a una comunidad y se da cuenta de que el doctor que llegó a reemplazar se llamaba igual y estaba preso por matar a su propio padre; o la crónica del hombre que trata de determinar si es cierto el mito de que en algunas partes venden recto de cerdo rebanado como anillos de calamar. Desde problemas gigantes como la educación, el sistema penitenciario, el racismo o la agresividad de los trolls en internet, hasta cualquier pequeña anécdotaque, en manos de Ira Glass y su equipo, inevitablemente termina hablándonos sobre la condición humana.

"Desde problemas gigantes como la educación, el sistema penitenciario, el racismo o la agresividad de los trolls en internet, hasta cualquier pequeña anécdota que, en manos de Ira Glass y su equipo, el podcast This American Life inevitablemente termina hablándonos sobre la condición humana".

Otros podcasts destacables: Radiolab, el programa de ciencias de la radio pública de Nueva York (WNYC), conducido por Jad Abumrad y Robert Krulwich, fantásticos guías de un tour que saca a las historias de ciencia de la franja cultural. On the media, también de la radio pública neoyorquina, conducido por Brooke Gladstone y Bob Garfield, una revisión tan entretenida como interesante a los medios de comunicación, desde el negocio hasta las preguntas más complejas sobre su contenido. O Wiretap, de la canadiense CBC, donde el graciosísimo escritor Jonathan Goldstein mezcla crónicas, memorias, ficción y comedia.

Pero la tendencia necesitaba de un hit para transformarse en fenómeno. Y así llegamos a octubre de 2014, cuando los primeros dos episodios de Serial fueron puestos a disposición de sus auditores. Concebida como un subproducto de This American Life, se trata de una sola historia –o documental de radio, si se prefiere- extendida a lo largo de 12 capítulos: el caso policial y judicial que llevó a un joven descendiente de paquistaníes, Adnan Syed, a ser condenado a prisión de por vida por el homicidio de su ex novia, en Baltimore. Liderado por Sarah Koenig, el podcast (creado como tal, es decir, sin ser emitido en la radio), rompió todos los récords posibles. En cuatro semanas, ya tenía un millón de auditores (cifra que This American Life logró al cabo de cuatro años). Se calcula que 7.7 millones de personas escucharon su primera temporada completa, sin contar a todos quienes la han escuchado desde entonces, porque para eso está disponible en su página web. El fenómeno pop que suscitó –que incluyó una parodia en Saturday Night Live- no solo fue bienvenido por la defensa de Syed, quien ahora está apelando a su sentencia pidiendo un nuevo juicio, sino también por la industria: en Estados Unidos, en marzo de 2015, el público que había escuchado al menos un podcast en el mes creció en un 25% comparado con el mismo mes del año anterior. En la radio pública norteamericana (NPR) tomaron nota y usaron el vuelo de Serial y This American Life para promocionar un nuevo podcast, esta vez sobre ciencias: el estupendo Invisibilia, que en cuatro semanas ya contaba con dos millones de auditores por episodio. En español, quizás lo más destacable sea Radio Ambulante, obra del peruano Daniel Alarcón, que tiene episodios brillantes como la historia de los cubanos que se infectaron intencionalmente con Sida para vivir mejor en un sanatorio estatal.

Hoy se habla de la nueva era dorada de la radio. "Finalmente, este año parecemos haber dejado atrás la época en que, cuando le contabas a alguien sobre un podcast te encontrabas con miradas desconcertadas o con un: ¿CÓMO escuchas esas cosas?", escribe Ira Glass en el prólogo de Out on the Wire: The Storytelling Secrets of the New Masters of Radio (2015), el libro de Jessica Abel que ilustra el proceso de producción de esta clase de programas en formato de cómic. La nueva era se ha traducido también en la formación de plataformas que reúnen podcasts independientes (para unir fuerzas en la promoción, visibilidad y negociación con auspiciadores), como Radiotopia, o derechamente creadas como empresas, estaciones de radio sin aire que agrupan podcasts de cierta calidad, aquellas con un relato y producción, diferentes a otras donde una o más personas simplemente improvisan frente a un micrófono. Un ejemplo es Gimlet Media, empresa de podcasts narrativos cuyo origen conocemos muy bien gracias a… un podcast, por supuesto. Fue idea de Alex Blumberg, un ex This American Life que, enfrentado a la ambición de independizarse y a la necesidad irrefrenable de hacer radio, empezó a documentar cada etapa del proceso de crear su propia empresa y lo transformó en StartUp, un podcast sobre lo que nadie cuenta sobre empezar un negocio desde cero. La gracia está en cómo Blumberg cuenta en primera persona los problemas clásicos y cómo lo mezcla con ese factor que no aparece en los libros de negocios: la relación con su mujer y sus hijos después de tener la brillante idea de emprender.

"Hoy se habla de una nueva era dorada de la radio. Esto trajo la formación de plataformas que reúnen podcasts independientes, como Radiotapia".

Todo es parte de esta época que suena muy a 1920: la era dorada de la radio. En YouTube hay un video de una magnífica charla Ira Glass yendo un poco más atrás en su referencia a cómo una buena narración te puede salvar la vida: cita la historia de Las mil y una noches. Quizás todos estos podcasts no sean para tanto como para "salvar" una vida. Pero hacen que vivir en estos días sea mucho mejor.