La Generación Z y las diferencias de edad en el amor

Amor y diferencia de edad



“Viviste una relación abusiva y nadie te lo dijo” me dice, muy categórica, mi hermana de 13 años cuando le cuento que el primer pololo que tuve, a los 17, tenía 21. Pero yo no lo recuerdo tan así. Si bien siempre habrá cierta asimetría entre alguien que ha vivido más que tú, y considerando que tampoco fue una relación perfecta (pero, ¿cuál lo es?) en ningún momento de mi vida he cuestionado el hecho de que en esa primera relación yo estuviera en el colegio mientras él estaba en la universidad. Cuando continuamos la conversación junto con mi sobrina, que también pertenece a la llamada Generación Z, enojada me reafirma que alguien menor de edad no puede nunca estar con un mayor de edad. Ni quise contarles de la relación que tuve con un hombre de 40 cuando yo tenía 25, porque ahí sí que se me venía un sermón centennial. Además, de alguna manera mi espíritu protector con ellas prefiere mil veces que estén muy alerta con ese tema. Pero me quedé reflexionando ¿Será que tienen razón y he vivido normalizando algo que estuvo mal o esta generación es un tanto exagerada con el tema?

“Desde la psicología, las etapas del desarrollo son importantes y cambian a lo largo de la vida. Los desafíos de la adolescencia no son los mismos que los de la adultez y el tipo de trabajo en la identidad y la personalidad es diferente, pudiendo ser difícil encontrar puntos de encuentro”.

Las relaciones con diferencias de edad -recordemos la mítica canción 40 y 20- han estado presentes toda la vida, en todas las generaciones. Más de algunos de nosotros tenemos una historia, de una abuela, de una tía, de una amiga o de nuestros propios padres. Lo que ha cambiado es la diferencia de perscepciones de las dinámicas de relación que hoy se encuentran aceptables o no. Eso me parece bien, sin duda se trata de una evolución que busca protegernos y dejar de normalizar situaciones abusivas, como el matrimonio infantil, por ejemplo, pero ¿no estará rebotando mucho el péndulo y se ha vuelto la generación un poco paranoica? De hecho, en la revista digital Código Nuevo hicieron una recopilación de tweets que se burlaban de los centennials por sus reparos morales sobre las diferencias de edad: “La Gen Z está a cinco meses de traer de vuelta los juicios de las brujas de Salem pero para las relaciones con diferencias de edad.” o ¿qué tan cerca en edad debemos estar para cumplir con la aprobación Gen Z?”, entre otros.

Desde la psicología

“No podría establecer un límite de diferencia etaria que sea patológico por sí mismo ni distinguir de manera absoluta lo que está bien o mal” dice la psicóloga Catalina Celsi. Es decir, va a depender de muchos factores, exceptuando, por supuesto, las relaciones entre un/a menor de edad y un adulto, dice categórica. Pero abstrayéndose de este tipo de situaciones, Catalina sí puede afirmar que existen diversas complejidades en las relaciones de pareja que se llevan muchos años de diferencia, y aunque no es universal, podemos suponer que a mayor diferencia etaria, mayores obstáculos y desafíos.

“Desde la psicología, las etapas del desarrollo son importantes y cambian a lo largo de la vida. Los desafíos de la adolescencia no son los mismos que los de la adultez y el tipo de trabajo en la identidad y la personalidad es diferente, pudiendo ser difícil encontrar puntos de encuentro”. Estas diferencias valóricas (a veces sustanciales), pueden generar desacuerdos en aspectos importantes de la vida en pareja; temas cotidianos como la planificación financiera, el equilibrio entre la vida laboral y personal y las decisiones relacionadas con el estilo de vida pueden tornarse extremadamente controversiales y difíciles de afianzar, agrega Catalina. “En una pareja suele ser central encontrar puntos comunes sobre aspectos fundamentales de la vida, a qué le dedicamos tiempo y energía, cuáles son las prioridades. Habiendo una profunda brecha generacional, se vuelve difícil calzar y aceptar las prioridades del otro. Por ejemplo, una persona mayor puede priorizar la seguridad financiera y el bienestar familiar, mientras que una persona más joven puede enfocarse en la vida social y la exploración del mundo”, recalca.

¿Qué dice la ciencia?

Según un estudio elaborado por la Universidad Emory en Atlanta, que evaluó más de 3 mil casos, la edad de diferencia ideal de una pareja es entre uno y dos años porque serían las que tienen más probabilidades del “para toda la vida”. Por el contrario, a partir de 10 años de diferencia, solo el 50% de las parejas sobreviven; se quedan atascadas en la fase del enamoramiento y tienen además diferencias en su vitalidad, mentalidad y ciclos vitales. Un poco más de números: La investigación reveló que las parejas con una diferencia de edad de cinco años tienen un 18% más de probabilidades de terminar que una pareja con la misma edad. Si hablamos de, por ejemplo, una diferencia de 10 años, la probabilidad de fracasar asciende a un 39%. Y con 20 años, hasta casi un 95%.

Gen Z

En cuanto a por qué está esta generación en específico parece haber vuelto a estar más alerta ante las diferencias de edad, Catalina dice que inevitablemente las personas estamos influidas por nuestro contexto histórico y social existiendo brechas generacionales que implican valores, prioridades, creencias y expectativas distintas. “Cada generación es influenciada por eventos históricos, movimientos sociales y avances tecnológicos que moldean los valores y que influyen en el enfoque que se tiene de la vida. Me refiero a los principios y creencias fundamentales que guían nuestro comportamiento y decisiones”. Lo cual nos hace pensar en cuánto el feminismo se ha colado en ese estado de alerta frente a posibles situaciones de asimetría de poder, ya que lo que busca es siempre proteger a la mujer.

Amor y diferencia de edad

Celebridades con polémica diferencia de edad según la Gen Z

Indaguemos en algunos casos de la cultura pop que han causado polémica en esta generación y que para nosotros, de los millennials para atrás, nunca fueron tema en nuestra época. Las redes sociales explotaron cuando se supo que la cantante Billie Eilish estaba en una relación con el también cantante Jesse Rutherford, quienes se llevan 11 años de diferencia. Sus fans sobre todo la criticaron porque, de hecho, la misma Billie tiene una canción llamada Your Power donde critica esas dinámicas de poder en las relaciones con diferencias de edad. Y claro, es que la vida no siempre concuerda con las teorías; por mucho que Billie esté atenta a esas situaciones, porque pertenece a una generación que lo está, a veces el amor simplemente se da y cabe la posibilidad de que no haya un abuso de poder. Es decir, pienso que hay que ir caso a caso.

Otro caso fue el de la también cantante Demi Lovato, quien sacó hace un tiempo una canción llamada “29″. La letra dice esto: “Por fin tengo 29 años, igual que los que tú tenías en ese momento. Pensaba que era un sueño de adolescencia, una fantasía pero, ¿era mía o tuya? “. Seis años estuvo Demi con el actor Wilmer Valderrama, y recién ahora, dice, puede darse cuenta de lo que vivió. A partir de esta canción, cientas de mujeres en TikTok se sumaron a un movimiento, al estilo #Metoo, donde contaban sus experiencias con hombres mayores.

Para qué hablar de Fito Paez y su novia 28 años menor o Al Pacino, 53 años mayor que su esposa, o Leonardo DiCaprio que, aunque cada vez está más mayor, sigue saliendo con chicas de 20: todos seguramente canceladísimos para la Gen Z.

La experiencia de vida puede hacer que el mayor se sienta más seguro y confiado en sus opiniones, en desmedro de su pareja.

¿Qué pasa con los hombres?

Esto en cuanto a la relación donde las mujeres son menores, probablemente como respuesta a la avanzada del feminismo en la última década, que se ha encargado sobre todo de visibilizar toda situación donde la mujer esté en una situación de vulnerabilidad frente a un hombre. Pero, ¿existe el mismo reparo cuando son los hombres los menores? Particularmente se me viene a la cabeza la diferencia de edad entre Madonna con uno de sus novios: a sus 64 años de edad salió con uno de 29. O cuando Jennifer Lawrence se refirió en una entrevista a Timothée Chalamet como un cerdito para la matanza “Voy a lanzarme a él apenas cumpla 30″; ellos se llevan 5 años de edad. Por alguna razón cuando el hombre es menor, las mujeres son unas “campeonas” y nadie se fija en las vulnerabilidades que aquello, se supone, puede implicar.

Cuándo estar alerta

Catalina dice que hay que estar atentos siempre a cuando se establezca una desigualdad en que la persona mayor tenga control e influencia sobre el/la más joven, afectando la toma de decisiones y la autonomía de dicha persona. “Aunque a mi modo de ver esto no está asociado a una edad predeterminada ni a la existencia de diferencias etarias “correctas o incorrectas”, es innegable que uno de los dos tendrá más experiencia de vida que el otro, y en algunos casos esto puede ser utilizado como una herramienta para ejercer poder. La experiencia de vida puede hacer que el mayor se sienta más seguro y confiado en sus opiniones, en desmedro de su pareja. Podría el mayor asumir un papel dominante en la toma de decisiones importantes marginando al más joven. Si la persona mayor tiene una posición económica más estable o recursos financieros, puede propiciar una dependencia económica de su pareja exacerbando el desequilibrio y aumentando la dependencia”

En algunos casos -agrega como red flag-, el mayor puede aprovechar su posición y el vínculo desventajoso para manipular emocionalmente a la persona más joven, utilizando su experiencia para controlar o influenciar los sentimientos y acciones del otro. Un comportamiento manipulativo que buscará explotar la vulnerabilidad emocional de la otra persona para obtener una ventaja o conseguir que actúe de acuerdo con los deseos propios. “El manipulador, por ejemplo, puede hacer que la otra persona se sienta culpable por algo que no hizo o por situaciones que escapan a su control, o al revés, actuar como víctima para obtener apoyo emocional: “yo te he dado todo y tú me respondes así”.

Sin embargo, no siempre tiene que darse así. “No hay que olvidar que juegan un rol fundamental las características de personalidad en el despliegue de este tipo de conflictos. Lo cierto es que una relación de pareja con gran diferencia etaria no siempre resulta mal, y que también puede ocurrir que la pareja se enriquezca logrando sintonía y aprendizaje mutuo”.

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