Paula 1182. Especial Moda, sábado 12 de septiembre de 2015.
Isidora Sepúlveda (24) dibuja a mujeres luciendo prendas de moda con una técnica poco común: cambió los lápices y los pinceles por el maquillaje –bases, sombras y delineadores– con el único fin de lograr un resultado más real en sus ilustraciones. Un arte poco explorado que la ha llevado, sin haber salido aún de la universidad, a publicar su trabajo en revistas y en blogs nacionales.
Dibujando en su casa de noche, antes de ir a dormir, Isidora Sepúlveda descubrió el maquillaje como una valiosa herramienta para ilustrar. Pintando la cara de una modelo se dio cuenta de que no había nada menos cercano a la realidad que el "color piel" y, para lograr un acabado más real, probó con el colorete que tenía en la cartera. "¡Funciona!", exclamó en su fuero interno. Con su cosmetiquero abierto, vio el delineador y pensó: "¿Por qué no usarlo para pintar las partes negras?". Y así empezó a probar con diferentes maquillajes, técnica que mantiene hasta hoy y de la que, dice, no tiene referentes. Porque, de hecho, no hay artista del que se sepa que haga lo mismo.
En su trabajo, Isidora conjuga sus tres pasiones: el dibujo, la moda y el maquillaje. Cuando adquiere productos cosméticos, compra dos: uno para su cosmetiquero y otro para su caja de materiales.
A los 16 años llegó a Chile, después de haber vivido 15 en Miami por el trabajo de su papá y, si bien siempre le gustó la moda, le empezó a llamar más la atención estando acá. "Fue como un shock visual llegar a este país. Mis compañeras de curso, como la mayoría de las chilenas, no tenían idea de cómo vestirse. No sabían reglas básicas, como no combinar más de tres colores o no ponerte algo suelto arriba con algo suelto abajo", dice Isidora. Recién entonces dimensionó la influencia que había tenido la moda durante su crecimiento en Estados Unidos y pensó que debía cultivarla. Ese primer año en Chile, aprovechando que no conocía a mucha gente, se enfrascó en lecturas sobre historia del diseño de vestuario, sociología de la moda y análisis de tendencias. Y empezó a combinarlo con una pasión que tenía desde chica: el arte y el dibujo. Su abuela es artista visual y su mamá es pintora y escultora, por lo que era común que entre sus regalos de cumpleaños hubiera un atril, pinturas al óleo y lápices.
Para pintar la piel del rostro, utiliza base líquida y luego realza las facciones con correctores, polvos brillantes y rubor. Un verdadero countering sobre papel, la técnica que utilizan los maquilladores para realzar las facciones de la cara.
Su interés por la moda creció tanto, que a los 17 años faltó un mes al colegio para ir a hacer un curso intensivo de Diseño de Vestuario y Marketing de Moda en Parsons School of Design, en Nueva York, donde tenía cuatro horas diarias de Ilustración de Moda. "Ahí me di cuenta que tenía talento. Les mostraba los bosquejos a mis profesores y me decían que estaba increíble, que siguiera practicando", cuenta. Y siguió. Pensando que la moda era lo suyo, llegó a Chile directo a tomar clases de costura. Pero no la convenció. "No me gustó ser quien hace la ropa. Por el momento, la moda prefiero dibujarla", dice. Como estudiante de Diseño Gráfico en la Universidad del Desarrollo, carrera que termina a fin de este año, ha tenido ramos de Ilustración con Alejandra Acosta y, además, ha seguido perfeccionando su técnica de manera autodidacta. Entre su proyecto de título, su trabajo como diseñadora gráfica en la agencia de comunicaciones Grupo Mass y el magíster en Comunicación Estratégica que cursa actualmente, a Isidora solo le quedan las noches para ilustrar, momento del día donde, además, encuentra inspiración y concentración. Se sienta en su escritorio y sobre el papel de algodón parte bosquejando con lápiz mina, muy claro y a grandes rasgos, y luego lo interviene con las pinturas. Usa base líquida para el color de piel (tiene todos los tonos que existen en el mercado) y luego marca pómulos y mentón con correctores, polvos brillantes y rubor. Un verdadero countering –técnica de maquillaje que realza las facciones del rostro– sobre papel. "He visto tantos tutoriales de maquillaje en internet, que ahora estoy experta y hasta maquillo a mis amigas", dice Isidora. El delineador negro, líquido o en gel, lo ocupa para pintar las sombras y detalles en negro, y las sombras y los delineadores de colores, de ojos y boca, para pintar la ropa.
Mientras más complejidad tenga el vestuario, más desafiante también es el cómo maquillarlo. "Últimamente me ha dado con dibujar telas transparentes. Primero pinto la prenda entera color piel, con base, y luego le aplico la sombra negra o de color, cosa que se note ese efecto de semi-transparencia en el papel", explica. Otra forma de lograr un efecto visual interesante es aplicando esmalte de uña en prendas de charol, como zapatos o carteras, o brillo transparente para simular la textura del cuero. Cuando termina sus ilustraciones, sella el dibujo con laca de pelo y, por el reverso, anota una lista con todos los maquillajes usados y sus códigos. Así, si a alguien le gusta el azul de la polera, el rojo de las uñas, o el color de los labios, puede adquirir el producto exacto.
Hoy, Isidora recibe constantemente encargos de gente que ha visto su trabajo en las redes sociales, que quiere tener cuadros suyos en su casa u oficina –entre ellos la productora de moda Manena Pomeroy–, como así también pedidos para ilustrar páginas de moda en revistas y blogs, como Little Touch Magazine (la edición impresa) e Inspireme.cl.
En esta ilustración, una creación del destacado diseñador nacional Matías Hernán. Más imágenes del trabajo de Sepúlveda en la web isidoraignacias.squarespace.com y en su instagram @isidoraignacias.