El desfile primavera-verano 2011 que el brillante diseñador belga Raf Simons ideó para la marca ícono del minimalismo Jil Sander, fue una lección de inteligencia pura y atrevida, aplicada al arte de combinar conceptos que en su origen se contraponen, pero que bien combinados estructuran un matrimonio bien avenido y que puede durar toda la vida.
Largas polleras que evocan lo mejor de la alta costura rematadas en una silueta limpia y simple, con una perfecta polera blanca que evoca lo mejor de los básicos de siempre. Esas pasadas abrieron el desfile de Sander, y fueron la antesala de lo que vendría después, una bacanal de mezclas habilosas y excitantes, y que representan muy bien hacia dónde apuntará el cambio de década, dando cuenta de aquello que la mujer contemporánea necesita: ropa para el clóset de la vida entera. Se alargan las polleras y vestidos. Llegan al suelo y son de día. Qué más puede querer un ser autoconsciente de su edad.
Estilo para quienes creen en el valor de las piezas que pueden llevarse tanto a los 20 como a los 80 años, sin verse ridículo en ninguno de los dos vértices, y que con ese criterio eligen qué comprar. Ésa es la esencia de lo que nos mostró Jil Sander en Milán. La austeridad llena de confianza que se atreve a utilizar colores vibrantes juntos, ropa de cóctel o de noche con buenas chaquetas sport. Comprender que se puede tomar lo mejor de la alta costura con el confort de los básicos y hacerlos funcionar juntos.
Céline, Chloé y Dries van Noten en París nos confirmaron que existe el camino para nunca perderse al invertir en prendas caras: la buena factura, la simpleza de cortes y la utilización de elementos clásicos y básicos pueden vestirnos toda la vida. Cambian las proporciones, cambian las siluetas pero un blazer o un pantalón de vestir –oversize o entallado– siempre y a cualquier edad tendrá una vigencia que traspasará las décadas.
La mezcla perfecta
La inteligencia en el vestir tiene que ver con mezclar lo mejor de la alta costura con el confort de los básicos y hacerlos funcionar juntos. Aquí, cómo conseguirlo.
Por Pilar Navarrete y Alicia Ugarte / Fotografía : Rodrigo Chodil
La moda inteligente se reconoce, por ejemplo, en la austeridad confianzuda de quien se atreve a usar colores vibrantes juntos o ropa de noche con una buena chaqueta sport.
Dónde comprar
Nostalgic: a su local de Bandera llegan prendas Dior, Óscar de la Renta y Prada, además de carteras Versace y Chanel. Los precios de estas marcas van desde $ 9.500. Bandera 569, fono 695 1576. www.nostalgic.cl.
Emporium: carteras originales Dior, Louis Vuitton, Prada y Guess incluye el stock con que a diario se renueva en esta tienda, la boutique de la cadena de ropa usada Orange Blue. Precios de $ 15.990 a $80.000. Bandera 543, fono 202 1980. www.orangeblue.cl.
De Buena Fe: es la tienda de la fundación del mismo nombre que da crédito a emprendedoras de escasos recursos. Entre sus creadoras está Julita Astaburuaga, que a veces atiende el local de Los Cobres de Vitacura –el otro está en Lo Barnechea–. Reciben donaciones de ropa en buen estado que la gente deja en buzones en los supermercados Líder del sector Oriente. Las prendas de diseñadores reconocidos como Luciano Brancoli, José Cardoch, Yves Saint Laurent, Chanel, Polo, van al local de Los Cobres. Av Vitacura 6780, loc C-9, cel 1955 3006. www.debuenafe.cl.
¿Quién se viste inteligente?
-José Cardoch, diseñador: "Andrea Molina –diputada y ex conductora de TV– siempre mantiene una figura despejada y nunca se ve recargada. Usa jeans de Zara o Wado's con ropa de marcas como Armani o Max Mara, y prendas de alta costura como chaquetas y blusas".
-Miguel Ángel Guzmán,diseñador: "Julita Astaburuaga puede comprarse un traje de dos piezas en la calle Bandera y combinarlo con una blusa y un pañuelo Hermès. Siempre sabe cómo verse increíble. Vestirse inteligente es una nueva tendencia. Andar entera de Dolce&Gabbana raya en el mal gusto. Se puede usar una polera de marca con unos jeans y nadie se da cuenta".
-María José Prieto, actriz: “Mi hermana María Paz, que estudia Cine y es una adelantada en temas de moda, es mi referente. Con Ángela, mi otra hermana, le tratamos de copiar. Si las prendas a la cintura se impusieron este año, ella se vestía así desde el año pasado”.