La riqueza gastronómica de Sudamérica

Paula 1126. Sábado 20 de julio 2013.

Vivimos en un continente pródigo y rico al que durante años dimos la espalda mirando hacia otras latitudes. Es hora de honrar el lugar en que vivimos y qué mejor manera de hacerlo que a través de los productos que cocinamos y llevamos a la mesa.

Esta edición especial de Cocina rescata la riqueza gastronómica de Sudamérica. Y lo hace a través de sus productos.

Butiá, lechosa, singani o pupunha son algunos de los nombres extraños que aparecen en estas páginas. Todas, delicias orginarias de países cercanos.

A ellos se suman otras sabrosuras con denominación de origen como la quínoa real de Bolivia, el cacao arriba de Ecuador, el café de Nariño de Colombia, el salame de Tandil argentino o el zapallo loche de Lambayeque.

El listado es grande y en él tienen un lugar los cinco productos chilenos únicos en el planeta que hoy están protegidos por ley: la sal de Cáhuil, el cangrejo dorado y la langosta de Juan Fernández, el limón de Pica y el atún de Isla de Pascua.

Un abogado chileno y una empresaria alemana radicada en Chile están empeñados en engrosar la lista, y en esta edición cuentan sus esfuerzos por proteger industrialmente los productos autóctonos de nuestro país.

Entrevistado por Paula, Alex Atala, el chef brasileño cuyo restorán D.O.M. ha estado ocho años entre los diez mejores del mundo, defiende apasionadamente su cruzada por rescatar la gastronomía sudamericana y llama a los chefs de la región a sumarse a la tarea.

En el norte argentino, un equipo de la revista sigue los pasos al chivito de Neuquén; en Las Tanusas, Ecuador, otro equipo de Paula da cuenta de cómo un resort arma su carta con la fortaleza de su producto estrella local, el camarón ecuatoriano; y una periodista y una fotógrafa, dateadas por el afamado Gastón Acurio, recorren el nuevo polo turístico gastronómico del norte de Perú, entre Trujillo y Chiclayo.

Esta es una invitación a cocinar, a saborear, a aprender y a viajar por Sudamérica con curiosidad gastronómica y el paladar dispuesto.