Paula 1161. Sábado 22 de noviembre de 2014.
El estadounidense Chris Eyre, uno de los principales cineastas de origen indígena del mundo, visitó Arica para ser parte de la novena versión del Festival Internacional de Cine Rural Arica Nativa. Aquí, sus impresiones sobre el trabajo audiovisual de rescate indígena que se está realizando en el mundo.
Chris Eyre (45) es producto de la complicada historia de los nativos americanos en Estados Unidos, porque pertenece a dos tribus lejanas: la cheyenne y la arapaho, que se mezclaron forzadamente por la controvertida política de mover a las comunidades indígenas de toda Norteamérica a un solo lugar. Pero su historia está marcada también porque su mamá biológica lo dio en adopción a una familia blanca y no fue hasta que cumplió 18 que retomó el contacto con ella y su tribu. "Me tomó años darme cuenta de que todas mis películas son sobre esta historia, sobre gente que se extraña", cuenta el cineasta.
Reconocido como uno de los directores de ascendencia indígena más importantes del mundo –autor de Hide Away y ganador del Sundance en 1998 con Smoke Signals–, Eyre fue uno de los principales invitados internacionales a la novena edición del Festival Internacional de Cine Rural Arica Nativa, en octubre. Su visita no solo fue un hito para el certamen, sino también un impulso para el desarrollo del cine indígena local, ya que impartió clases, mostró parte de su trabajo a varios realizadores de la zona, y analizó la problemática de los nativos americanos en la actualidad, así como del cine indígena.
Al igual que él, hay cientos de cineastas indígenas en países como Canadá y Nueva Zelanda que están retratando a sus pueblos, que suelen sobrevivir lejos de las ciudades. "El problema más grande de los indígenas hoy es el desarrollo económico. Esta falta de desarrollo se traduce en aflicciones negativas, como diabetes, mala salud, alcoholismo, y, finalmente, en no ser capaces de tener una voz". Y agrega: "Todo el mundo tiene una historia que contar.
Cuando entiendes cuál es esa historia se libera algo y eres más tú que nunca", concluye.
Tracey Deer (Canadá)
Esta cineasta mohawk creció en una reserva en Quebec y es la primera mujer de esta tribu en recibir reconocimiento por sus películas, como el premio de la Academia Canadiense de Cine y Televisión a Mejor Programa Multicultural por Club Native (2008), un documental donde narra la identidad actual de su comunidad. Hoy es popularmente conocida en Canadá por su serie de televisión Mohawk Girls, comedia donde cuenta las peripecias de cuatro jóvenes mohawk lidiando con la presión de la tradición y sus obligaciones. Más sobre su trabajo en www.rezolutionpictures.com
Zacharias Kunuk (Canadá)
Nacido en una lejana isla al noroeste de Canadá, este director inuit es conocido por Atanarjuat (2001), la primera película realizada completamente en el idioma que hablan los esquimales e incluida por el Festival de Toronto entre los diez mejores filmes canadienses de todos los tiempos. En los 80, cuando se enteró de las cámaras de video, Kunuk compró una y aprendió por sí mismo a usarla y a hacer sus propias películas. Actualmente, desarrolla un proyecto sobre el conflicto entre las tribus cree e inuit, que duró casi un siglo. Películas disponibles en Amazon.
Lee Tamahori (Nueva Zelanda)
Director neozelandés, de padre maorí. Hoy, afincado en Estados Unidos, su carrera se internacionalizó tras el éxito de Once Were Warriors (1994), una película sobre la vida en la ciudad de una familia maorí y sus problemas con la pobreza, el alcoholismo y la violencia doméstica. Dentro de la larga lista de trabajos que ha dirigido Tamahori, se encuentra el vigésimo filme de James Bond, Die Another Day (2002) y numerosos episodios de series de televisión, como Los Soprano. Algunas de sus películas, como Al filo del peligro (1997), están disponibles en Netflix y Amazon Instant Video.
Ariel Ortega (Brasil)
Este joven director guaraní comenzó su trabajo en el programa brasileño Video nas Aldeias, de fomento al desarrollo audiovisual entre las comunidades indígenas. Desde entonces ha realizado un prolífico trabajo, que incluye el documental Dos aldeas, un camino (2008), por el que ganó el premio a Mejor Documental en el Festival de Minas Gerais. Las películas de Ortega revelan la vida de los guaraníes desde adentro, dando la voz principalmente a los más ancianos de la comunidad. Algunos de sus documentales están en www.videonasaldeias.org.br