“Las Inseparables” de Simone de Beauvoir

Todos tenemos un primer amor. El vecino, el compañero de curso del hermano que odias, el primo que ves solo en las celebraciones familiares, el hijo del tipo que rema el bote para cruzar el lago cada verano y que no te habla. Siempre, y para todos los seres humanos, hay alguien que despierta nuestros primeros deseos, o bien dicho, ése que se define como el primer amor.

Pocas veces son correspondidos. Tendemos a confesar el nombre de esa persona decenas de años después. En la adolescencia, para muchos, esos deseos suelen sentirse por alguien del mismo sexo. Tampoco es algo que se confiese. Pero la amistad al menos, entre dos mujeres, puede volcarse en una relación muy intensa en esa etapa de la vida. La mejor amiga, se transforma en una suerte de obsesión. Y en Las Inseparables, de Simone de Beauvoir, famosa por su biblia feminista El Segundo Sexo y por su relación de pareja abierta con el filósofo Jean Paul Sartre, nos cuenta precisamente la historia de su primer amor.

Escrita en 1954, cinco años después de la publicación de El Segundo Sexo, esta primera obra de ficción de la Beauvoir, narra la intensa amistad que unió a la escritora y filósofa francesa con Elizabeth Lacoin (Zaza) desde que a los nueve años se conocen en el colegio y se hacen inseparables. Andrée es Zaza y Sylvie es la Beauvoir. A ambas las une un deseo de liberación absoluto de las convenciones en que viven y una búsqueda ambiciosa de respuestas existenciales y riqueza intelectual.

Ganadora del premio Goncourd, e ícono del feminismo, Simone de Beauvoir es una novelista que intimida tanto a los lectores como a los escritores. Y esta novela es un gran punto de partida. De Beauvoir proviene de una familia burguesa adinerada y muy creyente. La fe, es entre estas muchachas un punto de encuentro. Dios las une. También sus caracteres disímiles, Zaza es idealista y contestataria, Sylvie, alguien que inspira confianza. La novela juega a contar lo que sucedió en la realidad, pero ficcionándola. Sylvie conoce a los diez años a Andrée, una niña que ha pasado su vida prácticamente encerrada debido a unas quemaduras que sufrió. Andrée tiene una inteligencia y una soltura que a Sylvie la vuelven loca. Es un amor que oscila entre lo platónico y la devoción. Pero con el paso de las páginas y entonces del tiempo, Sylvie entiende que su amor no es correspondido y sufre, porque eso duele, sobre todo a esa edad. Andrée está enamorada de Bernard, pero su propia madre, una mujer muy asfixiante, desaprueba ese amor porque considera al joven demasiado libertino para ella y su familia. Entonces Sylvie se transforma en una suerte de casamentera de la relación entre su amiga y Bernard. Ayudarla a acercarse a él es la manera que tiene de acercarse a ella.

Dicen que Simone de Beauvoir no se atrevió a publicar esta novela, fundamentalmente influida por Sartre quien la catalogaba como demasiado intimista para ser mostrada y fue entonces la hija de Beauvoir quien lo hizo.

Las Inseparables recorre doce años de amistad entre Andrée y Sylvie, y es la muerte de Andrée el precio que tiene que pagar Sylvie para liberarse de ella. ¨Si tengo esta noche los ojos llenos de lágrimas, ¿es porque ha muerto usted o porque yo estoy viva?¨, escribe Simone. La joven Zaza murió a los 22 años de edad y su amiga escritora intenta combatir el dolor con el ¨sortilegio de la literatura¨. Según de Beauvoir, Zaza murió por ¨intentar ser ella misma, y porque la convencieron de que esa pretensión era algo malo¨. La autora de El segundo sexo y La mujer rota escribe esta novela para luchar contra el tiempo, contra el olvido y la muerte. ¨Comprendo de pronto, con estupor y alegría, que el vacío de mi corazón, que el sabor triste de mis días sólo tiene una causa: la ausencia de Andrée. Vivir sin ella no era vivir¨.