Libertad financiera y cómo dejar de vivir para trabajar

Libertad financiera



Ximena Cofré (42) es Ingeniero Civil Industrial y, durante muchos años, se dedicó al mundo corporativo. Hoy, radicada en Miami, ha dado un vuelco a su carrera y se dedica tiempo completo a su pasión: las finanzas personales. A través de su cuenta @financieras_empoderadas difunde contenidos relativos a inversiones y a cómo las mujeres pueden administrar y hacer crecer su patrimonio. Un tema que, según explica, incluso hoy está rodeado de muchos prejuicios.

A pesar de un interés e instinto natural para las finanzas, Ximena reconoce que vivió momentos difíciles. Como le sucede a muchos, pasó por periodos en los que las deudas la sobrepasaron y debía más de lo que ganaba. “Esa situación me obligó a trabajar con un método muy estricto para salir de ese estado. Mis amigas se sorprendieran y me preguntaban: ¿Xime, cómo hiciste para salir de deudas?”. Ahí fue cuando terminó de convencerse que tenía una habilidad para administrar el dinero y que, miles de mujeres —empezando por sus propias amigas— muchas veces no contaban con las herramientas o los conocimientos para tomar decisiones informadas respecto de sus finanzas. Debían depender de otros en estos temas dejando su dinero y los números en manos de terceros.

¿Por qué decidiste enfocarte en educación financiera para público femenino?

Creo que los hombres están mucho más dispuestos a hablar de dinero que nosotras. Llevan años trabajando y generando dinero, mientras que nosotras quizás somos primera o segunda generación trabajando de forma remunerada y muchas veces nos da vergüenza o culpa hablar de dinero.

Además, me ha tocado conocer a muchas mujeres que dependen de sus maridos o que no toman decisiones importantes para su vida por el miedo a perder su estabilidad económica o por temor a no saber administrar correctamente su dinero. Eso es lo que me motiva a enseñarles a transformar su realidad tomando el control de sus finanzas, porque la verdad es que todas podemos si nos lo proponemos.

En tu experiencia, ¿qué creencias erróneas has observado en las mujeres respecto del dinero que nos juegan en contra?

Que solo por ser mujer y tener que cuidar a mis hijos debo ganar menos que un hombre. Que soy materialista o que soy una mujer superficial si hablo de dinero. Que si hablo mucho de dinero el resto pensará que no me interesa mi familia ni mis valores. Que mi marido toma mejores decisiones financieras que yo y que con que me alcance para “vivir” estoy tranquila. Que soy una mujer interesada si solo me importa el dinero. Que mejor dejar el dinero en el banco en un depósito a plazo o fondo mutuo y así esta seguro aunque crezca sólo un poco. Así, podría seguir con miles.

¿Qué la libertad financiera y por qué es importante para las mujeres?

Para mí la libertad financiera es cuando tu dinero trabaja solo para ti. Es importante porque no solo tienes lo suficiente para vivir tranquila, sino que te permite decidir tu vida bajo tus propios términos sin tener que depender de un trabajo que no te guste o una relación que no te sume.

Hay distintos niveles de libertad financiera y debemos partir por lo primero, que es empezando a ahorrar y crear un fondo de emergencia o de paz, como me gusta llamarle, para cualquier imprevisto que se pueda presentar.

Luego se van construyendo inversiones que trabajen solas, es decir, no involucran tu tiempo. Lo siguiente es continuar educándonos financieramente porque este proceso no termina, para seguir avanzando y lograr que esas inversiones financien el resto de mi vida.

¿Cómo puede abordar la libertad financiera alguien que no tiene un gran capital para invertir?

Yo creo en el método de partir con lo que tengo. Ahorrando todos los meses un monto que puede ir creciendo a medida que pago mis deudas, me ordeno con mis gastos hormiga y, así, voy aumentando cada mes, más los montos de ahorro. Y en paralelo me educo para tomar buenas decisiones de inversión que hagan crecer mi dinero no solo con los productos que ofrecen los bancos, sino que con muchos diferentes que existen en el mercado y que son desconocidos para la mayoría de las mujeres.

La clave es no poner todos los huevos en una sola canasta. Hay que diversificar.

Vivir de rentas pasivas, ¿es un privilegio de los ricos?

No lo creo. Creo que todas, independiente de nuestra procedencia o de lo que hayamos vivido, podemos llegar a lograrlo. Tenemos que tener mucha disciplina, enfoque, educación financiera y mantenernos comprometidas con nuestro propósito y objetivos.

¿Qué consejos puedes dar a las mujeres que han crecido con cierto temor a invertir o arriesgar la plata?

Que depende sólo de ellas sanar su relación con el dinero, incluso si crecieron escuchando que “ser rico es malo” o “a ti no se te dan los números” pueden empezar a aprender de educación financiera hoy, no estás llegando tarde. Tu yo del futuro te lo agradecerá, porque en tus manos está romper con el patrón y vivir la vida bien, como te lo mereces, en abundancia, teniéndolo todo. Porque créanme, que sí es posible.

Si una persona hace años me hubiese dicho que esta sería mi vida hoy, ayudando a otras mujeres a ordenar sus finanzas y hacer crecer su dinero con inversiones, jamás me lo hubiese imaginado. Y partir con educación financiera es fundamental, porque además de ser el legado que le dejamos a nuestros hijos —porque esto solo se enseña en casa—, la educación nos empodera. Nos da el poder de tomar buenas decisiones, de no gastar de forma compulsiva, de informarnos de lo nuevo, de lo que funciona a nivel financiero e incluso de mejores vías de inversión que nos lleven a poder estar tranquilas y libres de hacer lo que queramos. Y, sobre todo, a creer en nosotras y en nuestras capacidades.

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