A mediados de junio la hermana mayor del clan Kardashian, Kourtney, anunció durante un concierto de Blink 182 que estaba embarazada de su primer hijo con el baterista de la banda Travis Barker. La escena en la que Kourtney (44) levanta un cartel frente al escenario con la frase “Travis, I’m pregnant” hace alusión al video de la canción All The Small Things de 1999 en el que una fan muestra el mismo mensaje en una de las tomas. El anuncio fue fotografiado y compartido a través de las redes sociales de ambos padres pero en la sección de comentarios el foco estuvo puesto en la futura mamá.
Algunos usuarios cuestionaron los “óvulos viejos” que habrían permitido a Kardashian concebir una guagua después de los 40. Otros repararon en el hecho de que cuando su hijo o hija tenga 10 años, ella ya va a estar en la mitad de los 50. Dejando entrever que para muchos la maternidad pasada cierta edad es algo que genera incomodidad. Y es que, el embarazo adolescente no es el único escenario en el que decisiones en torno a la maternidad de una mujer son juzgadas. Ser mamá y ser mayor también.
Desde la medicina, el concepto de embarazo geriátrico se define como un proceso de gestación que se vive pasados los 35 años. Y, a pesar de que se trata de una noción que se investiga y aborda ampliamente desde la academia por los posibles efectos de un embarazo a mayor edad, en la práctica, se trata de un término en desuso. Francisca Orchard, matrona y cofundadora del centro Casa de Parto, explica que hoy se habla de embarazos en edad materna avanzada y agrega que “cerca de un 20% de todos los embarazos son de mujeres sobre los 35 años”.
La especialista explica que existen consideraciones médicas que hacen que los embarazos +35 sean considerados de riesgo. “Las mujeres de más de 35 tienen un mayor riesgo de resultados adversos durante el embarazo tanto para la madre como para el recién nacido si se compara con una población más joven”, comenta la matrona. Algunas de las condiciones que se vuelven más prevalentes en los embarazos de edad avanzada son anomalías cromosómicas y la asociación con enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, según explica Francisca. El riesgo de algunas complicaciones particulares del embarazo también aumenta. “Prematurez, embarazos gemelares, niños pequeños o grandes para la edad gestacional o preeclampsia”, son algunas de las que menciona Francisca.
Pero los riesgos para la salud física de la madre y el hijo no son el único elemento que genera incertidumbre y cuestionamientos en los embarazos de edad avanzada. Leslie Araya González, psicóloga clínica perinatal, terapeuta EMDR y miembro de la Red Chilena de Salud Mental Perinatal explica que el embarazo geriátrico o pasados los 35 años es un motivo de consulta frecuente también en el ámbito de la salud mental. “Tanto en la literatura como en mi experiencia clínica se observan diferentes inquietudes asociadas a la edad materna en el momento del embarazo”, comenta.
La especialista explica que, si bien la mayoría de las mujeres no llega a consulta por estar viviendo un “embarazo geriátrico”, sí se acercan producto de las aprensiones que suelen existir en las mamás de más edad. “Pérdidas gestacionales anteriores que conducen a tener mucho miedo del embarazo actual; procesos de fertilización asistida que producen desgaste en la salud mental de la madre y en la relación de pareja; diagnósticos prenatales del bebé en gestación”, son los principales temas que Leslie observa en las pacientes. Agrega que también es prevalente el cuestionamiento al propio desempeño que se tendrá como madre y el miedo a perder independencia.
Pero, a diferencia de lo que ocurre desde una perspectiva médica, Leslie aclara que, en relación a la salud mental, “un embarazo planificado a los 35 años no supone riesgos en sí mismo”. Sin embargo, la especialista explica que la historia reproductiva de la mujer, la excesiva medicalización de la gestación y una “sobreinformación social” pueden generar ansiedad y culpa lo que pone a las mamás +35 en una situación de mayor riesgo de desarrollar depresión perinatal. “Muchas de las mujeres que llegan a consulta ya han tenido historias previas de muertes perinatales o procesos de fertilización asistida”, comenta Leslie. Y son esas experiencias las que, si no han sido acompañadas de forma adecuada, pueden conducir a un trastorno de estrés postraumático en embarazos a edad avanzada.
Otra de las aristas a considerar cuando hablamos de salud mental materna pasados los 35 años tiene que ver con la nomenclatura que existe alrededor del tema y los prejuicios, creencias y mitos que muchas mujeres acarrean como una carga adicional durante el proceso de gestación. “Me parece que el embarazo geriátrico es un concepto obsoleto”, explica Leslie. “La edad del comienzo de la maternidad cada día es más alta por lo que los embarazos sobre los 35 años son cada vez más frecuentes”. La especialista agrega que, vincular estas gestaciones con el término geriatría —que se utiliza particularmente para temas asociados a personas mayores—, puede ser problemático. “Es importante cambiar cualquier narrativa que pueda suponer un riesgo para la salud mental materna”, comenta Leslie. “Los procesos psíquicos del embarazo conllevan un aumento de la sensibilidad de la madre y cierta terminología médica puede aumentar la ansiedad. Un término que asocie su embarazo a vejez podría ser un disparador de trauma en sí mismo”. Francisca Orchard agrega que, a los prejuicios de terceros se suma el que las pacientes de edad avanzada suelen tener creencias erróneas propias en relación a su embarazo. Y esto las hace poner en duda temas como la capacidad de tener un parto normal o la posibilidad de una lactancia exitosa.
En este contexto social, en el suelen resonar con más fuerza las presunciones que el conocimiento, ambas especialistas coinciden en que los embarazos pasados los 35 son una realidad cada día más común y que hace necesario ampliar la perspectiva de qué entendemos como una maternidad saludable. Por eso, más allá de las opiniones que puedan existir en torno al clan Kardashian, la mayor de las hermanas y futura mamá Kourtney Kardashian visibilizó una realidad que es la de muchas mujeres. Ya sea porque han decidido esperar un poco más para ser mamás o porque han enfrentado dificultades durante el camino hacia un embarazo, cada vez son más las que se convierten en madres pasado el umbral de los 35 años. Y, poder conocer los testimonios de otras mujeres que viven la maternidad con más edad, comprueba que si bien existen muchos prejuicios y creencias en torno al tema, los riesgos en cualquier embarazo son una posibilidad, no una promesa.