En Chueca, montaje seleccionado en la Muestra de Dramaturgia Nacional 2006 que actualmente se presenta en la sala Sidarte, la joven dramaturga y compositora Amelia Bande presenta personajes marginales enfrentados a situaciones límite, pero de una manera optimista, gracias a una estructura emparentada con un musical en clave pop. Aquí ella confiesa:

→ 3 escritores que admira: Kathy Acker (Nueva York, 1947-1997), cuyos libros de inspiración radical y visionaria combinan el plagio con la pornografía y la autobiografía. Dennis Cooper (Pasadena, California, 1953), que escribe novelas sobre adolescentes inmersos en la violencia y el amor, con un lenguaje desprendido y bello. Y David Leavitt (Pittsburgh, Pensilvania, 1961), quien describe con genialidad las disfunciones familiares y las inseguridades del amor.

→ 3 músicos que la inspiran para componer: Roy Orbison (Vernon, Texas, 1936-1988), genio de las baladas emocionantes sobre amores perdidos. Neil Young (Toronto, 1945), creador de atmósferas tristes, suaves y disconformes, que interpreta con una voz aguda, que suena como si estuviera rota. Y Stephin Merrit (Nueva York, 1966), porque sabe combinar el sonido vintage de los vaqueros enamorados con melodías electrónicas simples. Además, tiene una voz oscura y bella.

→ 3 directores de cine con los que quisiera trabajar: Gus van Sant (Louisville, Kentucky, 1952), porque sus películas sobre la disconformidad, la desprotección y los genios aproblemados son capaces de hacer que te sientas identificado. Martín Rejtman (Buenos Aires, 1961), cuyas películas aparentemente no tratan de nada, con personajes que son interesantes porque son normales y porque intentan ser algo y fallan. Y Jamie Babbit (Ohio, 1970), que dirigió But I'm a Cheerleader, una comedia sobre un reformatorio para jóvenes con crisis de identidad sexual. Su estilo es liviano, divertido y desprejuiciado. Acaba de estrenar Itty Bitty Titty Committee.