Paula 1131. Sábado 28 de septiembre 2013.
La alcaldesa de Santiago, que es dueña de dos perros, hace un mes lanzó en su comuna una innovadora ordenanza municipal de tenencia responsable de mascotas que sanciona con altas multas el abandono y maltrato animal. En este recuento critica el descuido que sufren los canes capitalinos.
3 cifras que hoy dimensionan el maltrato y abandono de mascotas en Chile.
1. Cada año nacen en Chile 700.000 cachorros y solo la mitad logra tener un hogar. Los otros 350.000 perros se suman a la cifra de los animales abandonados.
2. Solo 10% de los canes machos está esterilizado.
3. Solo 2 de cada 100 denuncias de maltrato animal
termina en condena.
3 razones éticas para normar en el municipio de Santiago la tenencia responsable de mascotas.
1. Los animales son seres que sienten y sufren como nosotros, merecen ser respetados. Los animales no son juguetes ni adornos, son seres vivos. Nadie está obligado a tener mascotas, pero si decide hacerlo hay que hacerse responsables porque es una relación
que nosotros elegimos tener, no los animales, y en la cual tenemos el control, no ellos.
2. El maltrato animal no solo daña a las mascotas sino también a las personas que deben convivir con animales agresivos, abandonados o enfermos.
3. La culpa de los perros de la calle no es de los
perros, es de las personas que los abandonaron.
1 política extranjera de cuidado responsable de animales que me parecería bueno imitar en Chile.
1. Tratar el abandono animal como un delito.
2 motivos para normar la responsabilidad de quienes alimentan a un perro que vive en la calle (sin ser sus dueños).
1. Si queremos ayudar a una animal de la calle, hay
que hacerlo sin generar impactos negativos a los vecinos. Lo mínimo es limpiar los restos de comida y las fecas que quedan en el lugar.
2. Alimentar a los perros en la calle es una medida
de emergencia pero la solución real es que les busquemos un hogar que los acoja de verdad.
1 medida para resolver el problema de los perros callejeros que nunca tomaría.
1. Matarlos. No la tomaría porque es cruel, injusta y, además, inútil. Para controlar la fauna urbana no sirve la matanza, sirve un cambio en la conducta humana de mayor responsabilidad y respeto hacia los animales y hacia las demás personas.