Paula 1153. Sábado 2 de agosto de 2014.

El periodista Juan Cristóbal Guarello (45 años), comentarista deportivo y autor de Historias secretas del fútbol chileno y de Anecdotario del fútbol chileno, acaba de lanzar su sexto libro, pero esta vez no se trata de fútbol, sino que de su primera novela de ficción, Gente mala, inspirada en el caso de la desaparición y muerte del niño Rodrigo Anfruns, en 1979. En este recuento, recuerda por qué el caso Anfruns marcó el fin de su infancia.

4 acciones o actitudes que pueden transformar a alguien en "gente mala"

1. Banalizar la maldad.

2. Rotear.

3. Jurar por sus propios hijos.

4. Creerse servidor público o al servicio de la Patria.

2 historias que intenté, antes, transformar en novelas y que no me resultaron

1. La del Cóndor Rojas en el Maracaná, con la idea central de una gran performance artística secreta.

2. Una tan mala que ni me acuerdo

5 escritores que siempre releo y que de alguna manera han sido referentes a la hora de escribir

1. Philip Roth.

2. Tomás Eloy Martínez.

3. James Ellroy.

4. Jorge Luis Borges.

5. Juan Luis Martínez.

4 características de la burocracia interna de la CNI que intenté mostrar en esta novela

1. Que eran oficinistas con ternos mal cortados.

2. Que se tiraban tallas entre ellos y se ponían sobrenombres.

3. Que tenían after hours donde hablaban de minas.

4. Que los superiores trataban a los inferiores poniendo diminutivos a sus apellidos.

4 cosas no tan saludables que hice para lograr escribir el primer borrador de la novela en 10 días

1. Escribir cada vez que se me ocurría algo, independiente de la hora.

2. Casi no salir de la casa.

3. Pensar obsesivamente en la historia (hasta en sueños).

4. Intercambiar mensajes de texto y correos de manera compulsiva con el editor Patricio Jara.

3 razones por las que el caso Anfruns marcó el fin de la infancia de muchos de mi generación

1. Porque descubrimos que los niños no estaban a salvo en el país de la Teletón.

2. Porque había algo extraño que salió a la superficie e hizo de la calle un lugar temible.

3. Porque nadie creyó en la versión oficial, ni siquiera los niños.