Love bombing: ¿Qué hay detrás de las excesivas demostraciones de amor?

Love bombing



La psicóloga clínica y forense norteamericana Chitra Raghavan explicó en una entrevista para el New York Times que el concepto de love bombing es similar a la aparentemente inocua indulgencia de un postre favorito: vas a comer a un restaurant y no puedes decidir entre un sabor de cheesecake u otro, así que pides los dos. La mayoría estaría de acuerdo con que es un exceso poco saludable, algo que de vez en cuando no hace daño. Pero, ¿qué pasa si lo repites después de cada comida por un par meses? Probablemente esos postres de más pasen la cuenta. Y con creces. Ese es precisamente el efecto que tienen a nivel psicológico las excesivas demostraciones de atención y comportamientos románticos que componen el love bombing o bombardeo de amor.

Se trata de una práctica que en un principio puede parecer inocente y hasta romántica y que consiste precisamente en bombardear a una pareja con demostraciones de afecto y atención pero con el objetivo de manipularlas. “Se trata de halagos y atención constante y exagerada desde una de las dos personas al inicio del vínculo”, explica la psicóloga clínica del Centro Interdisciplinario de Mujeres (Cidem), María Belén Gómez. Y agrega que si bien es un término que se ha masificado a través de redes sociales para describir dinámicas entre millennials y relaciones en el mundo digital, y ha ganado relevancia a través de su uso en redes sociales, es un fenómeno que existe también en contextos no virtuales. “Existen técnicas de halago y atención, pero en forma de regalos caros o frases intensas y repetidas como ‘creo que encontré por fin al amor de mi vida’, ‘eres la mejor mujer que he conocido’, ‘eres distinta a todas’”, comenta Francesca Chiappinni, psicóloga y especialista del Cidem. Todo con el objetivo de mostrarle al otro lo especial y único que es.

Ambas expertas explican que el bombardeo de amor tiene por objetivo crear y aumentar la intensidad y persistencia del apego del otro. Se crea una especie de realidad virtual donde hay una fantasía compartida en la que persona se enamora del personaje que va creando el love bomber a través de los regalos o halagos. “Es como un salón de espejos donde se cumple la fantasía de ser visto y sentirse el centro de este vínculo, idealizando al que bombardea y entrando en una dinámica adictiva por lo que es difícil después escapar”, explican. “El exceso de validación produce en el otro la percepción de que no podrán encontrar a una persona que les entregue ese nivel de atención, refugio y amor”.

El bombardeo de amor ha ganado notoriedad en los últimos años con libros y series de ficción como You, que cuenta la historia de un narcisista enamorado de las novelas y obsesionado con el romance y quien, precisamente conquista a sus víctimas a través de bombas de amor, halagos y atención. O más recientemente con el estreno del documental de Netflix, El estafador de Tinder, en el que parte del modus operandi del codiciado embaucador era llenar de regalos y lujo a sus match de la aplicación de citas. “Podemos ocupar los ejemplos actuales de fenómenos como El estafador de Tinder y situaciones como el exceso de muestras de cariño”, explica una de las psicólogas. “Cuando solapadamente se ocupan como un medio de control y estas muestras de admiración y halagos se relacionen luego con una forma de sometimiento”.

A pesar de su reciente salto a la fama, el love bombing no es una trampa nueva. De hecho, es más bien un viejo truco. Se trata de un término que nace en los años 70 para hablar de la técnica que ocupaban algunas sectas para atraer a nuevos miembros. Fue popularizado por varios intelectuales, entre ellos la antropóloga Geri-Ann Galanti y la psicóloga Margaret Singer para describir estrategias de manipulación coercitivas y que tenían mucho éxito a la hora de captar adeptos, según explica el psicólogo Alexis Alderete. “Apelaban a los puntos más débiles de la persona. Su baja autoestima, alimentándola con halagos y palabras bonitas de tal forma que éstas se sentían muy mal si trataban de abandonar el culto”, comenta.

Si bien nuestros referentes culturales de love bombers contemporáneos han sido hombres encantadores y narcisistas, no es el único perfil. La doctora Raghavan, en su entrevista, explicó que típicamente son hombres quienes incurren en prácticas de love bombing, pero que no es una conducta exclusivamente masculina. “Se trata de una de las partes quien desborda a la otra con atenciones, afecto, halagos, cumplidos. En esencia, crea este contexto en el que le hace creer al otro que ha conocido a su alma gemela y que todo fluye de forma natural”, explica la especialista. “Cuando en realidad es el love bomber quien está manipulando el entorno para hacerse ver como la pareja perfecta”.

De acuerdo con el primer estudio empírico conducido sobre este fenómeno en 2017 sobre una muestra de casi 500 estudiantes universitarios norteamericanos entre 18 y 30 años, se logró demostrar que el love bombing era una estrategia utilizada en relaciones románticas por individuos que poseían rasgos de personalidad narcisista y bajos niveles de autoestima. Alexis Alderete agrega que dado que es un intento de influir en otra persona con demostraciones exageradas de atención y afecto, no estamos hablando solo de gestos románticos como flores y viajes. “Invariablemente incluye muchas conversaciones románticas, largas conversaciones sobre nuestro futuro. Es la combinación de palabras y hechos lo que hace que el bombardeo del amor sea tan poderoso. Es abuso psicológico de la pareja”, aclara. “Cuando una persona manipula intencionalmente y explota la debilidad o inseguridad de otra, no hay otra palabra para ello”. El especialista explica que estas son comportamientos mediante las cuales se trata de aislar a la otra persona utilizando las emociones como moneda de cambio para obtener algún beneficio, y en este sentido, se trata de conductas peligrosas.

¿Cuánto amor es demasiado?

Uno de los problemas en las relaciones amorosas es que los límites entre lo sano y lo nocivo se vuelven difusos cuando los sentimientos nublan la vista. ¿Cómo saber si recibimos esa cuota de romance propia del comienzo de la relación o si estamos siendo manipulados por un bombardeo de amor?

“Si al comenzar una relación una de las personas es colmada con demostraciones de afecto intensas en un período de tiempo muy breve, recibiendo el mensaje de que es amado y valorado por el otro, magnificando las virtudes y minimizando sus defectos”, dice el psicólogo Alexis Alderete. “Lo escucha, presta atención a lo que le sucede. Hace regalos maravillosos y asegura que son almas gemelas”, es una señal de alerta, sobre todo si, como menciona el especialista, estos comportamientos se dan de forma prematura cuando la relación es todavía incipiente. Dado que se trata de elogios que producen una gratificación en la persona que está siendo manipulada, ésta le dedica cada vez más tiempo a ese vínculo en particular y comienza a distanciarse de otros privilegiando la nueva relación. La trampa está en que el love bombing, según explica el especialista, no es una muestra real de afecto, sino que una estrategia para ganarse la confianza del bombardeado. “Una vez que la relación está consolidada, la dinámica cambia si la víctima no se comporta como el manipulador desea. Si prefiere verse con amigos, demuestra autonomía o actúa de otra forma que disgusta a su pareja, llega el castigo”, explica Alexis. En este punto el bombardeo de amor para y es reemplazado por una actitud distante o fría. El manipulador comienza a recalcar las fallas de su pareja y a destacar lo bueno que él ha sido todo este tiempo, lo agradecida que la pareja debiese sentirse y amenaza con poner fin a la relación.

“Esta técnica de elogio narcisista es tremendamente reconfortante y halagadora en un principio, pero luego de un tiempo es abrumadora y debilitante para la pareja porque el love bomber de manera consciente está haciendo un esfuerzo para asegurar su lugar como la persona más importante en la vida del otro”, explican las especialistas del Cidem. Y el manipulador espera que esa admiración sea correspondida con una entrega incondicional. “Lo que realmente desean es la afirmación de que son amados, hermosos y deseados. “Al elogiar al otro, lo que realmente hacen es elogiarse y amarse a ellos mismos”.

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