Mi mamá chilena

Paula 1198, Especial Madres. Sábado 23 de abril de 2016.

Me acuerdo de que cuando venía en el avión de Haití a Chile, venia llorando. Después llegué, comí algo y me callé. A la semana de haber llegado, una amiga de mi mamá me inscribió en el jardín infantil y conocí a gente nueva. Hoy mi vida es normal, mi mamá es como si fuera mi mamá biológica. Me apoya en todo lo que yo quisiera hacer, me apoya hasta que lo logre. Me gusta que es simpática, y que me enseña cosas cuando yo no sé. Cuando estoy aburrida ella siempre me anima para hacer algo. Me apoya en todos los deportes, yo hago skate, surf y fútbol. Ella quiere que yo sea una deportista. Me gusta como es en general. No solo como mamá, también como persona. Sé cómo es Haití y todo, pero no he vuelto desde que salí de allí a los 4 años y no sé si quiero volver porque me trae malos recuerdos. Cuando chica mi padrastro haitiano me pegaba con cinturones. Y esa fue una de las razones por las que mi mamá biológica me entregó en adopción.

Mi mamá chilena me ha contado que cuando ella fue al orfanato en Puerto Príncipe yo me acerqué a ella y le tomé la mano. Yo no me acuerdo. Pero ella dice que con ese gesto yo la elegí como mamá. Este año, en las vacaciones de invierno, vamos a ir a Buenos Aires. Va a ser a primera vez que voy viajar a otro país desde que salí de Haití".