Miniaturas hechas a mano: tres Datos Paula de objetos diminutos
1. Cerámica: los mini-muebles de Josefa Ballacey
Verdaderas casas en miniatura, con sillones, floreros, mascotas, lámparas, muebles y tinas de cerámica que no exceden los 6 cm, son los que hace Josefa Ballacey (29). Para darle más realismo y calidez a estos ambientes, los combina con distintos elementos hechos en papel como libritos, plantas, alfombras y ventanas.
“Cuando era niña me gustaba jugar a armarle las casas a las Barbies, creo que eso fue el inicio de mi amor por las cosas chicas y la decoración. Ir al Persa a mirar cositas inútiles pero hermosas, las antigüedades, recoger objetos que encuentro en mis paseos, piedras, conchas, cualquier cosa que llame mi atención ya sea por su forma, tamaño, color o textura”, dice Josefa. Diseñadora de profesión, comenzó a ir a un taller de cerámica gres en 2018 y cuando llegó la pandemia, esta técnica fue una salida creativa y de desconexión.
Desde 2022 tiene su taller propio, donde ha tenido el espacio y tiempo para experimentar, explorar ideas y materiales. “Siempre estoy tratando de diferenciarme. Este es un rubro donde hay muchas personas muy talentosas y que ha estado en crecimiento especialmente estos últimos años. Si bien esto me encanta, porque se ha potenciado mucho el valor del oficio, hay mucha más competencia. Esto me ha obligado a salir de la caja, buscar nuevas ideas y soluciones, experimentar más y no quedarme solo en lo conocido”.
En esta línea, hace cerca de dos años empezó a hacer floreros pequeños, los que desde el principio tuvieron una muy buena recepción. “Un objeto que normalmente es de gran tamaño, puede tener los mismos o más detalles y ser igual de funcional, pero en una escala que por alguna razón da mucha ternura”, dice. En abril de 2023 se le vino a la cabeza la idea de hacer una silla de cerámica de cerca de 5 cm. “Y una silla se convirtió en una casa completa”, dice. “Con eso abrí una puerta a un mundo infinito entre las miniaturas y el diseño de interiores. Pude conectar mis intereses de una forma muy personal, y ahora estoy todo el día pensando en nuevos objetos para hacer, formas, patrones, colores y maneras de mostrarlas. Cuando voy a un lugar interesante, me inspiro mucho para hacer mis mini muebles y estoy con el ojo puesto en los objetos cotidianos que forman el hogar”.
Pero el trabajo en miniatura no está exento de dificultades: la motricidad fina, la paciencia y la práctica son claves para una escala tan pequeña. “Mis miniaturas miden entre 2 y 6 cm aproximadamente, casi no hay espacio para el error. Al ser tan pequeños, los objetos pueden romperse al manipularlos, los detalles tienen que ser más definidos para notarse bien, se necesita mucha precisión para pintarlas, dibujar y definir bien las formas. Trabajo con técnicas de modelado manual y torno, y cada una tiene sus limitaciones y dificultades. Soy bastante obsesiva y perfeccionista, disfruto haciendo que cada pieza quede como me la imaginé. Pronto voy a tener que empezar a trabajar con lupa”, comenta entre risas.
Los precios de sus piezas miniaturas van entre los $8.000, dependiendo del diseño, los detalles y materiales. www.instagram.com/josefaballacey/
2. Socias Lab: marcos diminutos
Experimentar distintas formas en el oficio de la enmarcación. Ese fue el objetivo bajo el cual nació, a fines de 2021, el taller Socias Lab, conformado por tres arquitectas y una artista visual. “Queríamos salir del marco tradicional y explorar con la plasticidad de la madera. Así, un día, a modo de broma, con retazos de las molduras que se nos iban acumulando, cortamos la madera más pequeña que permitiera la máquina (2 cm aprox)”, explica Valentina Soto, una de las fundadoras de Socias. Cuando pegaron las partes, fue tanta la ternura que les produjo, que decidieron hacer el resto de las capas del marco —con vidrio, paspartú y foam board— y grabar el proceso. Así nació el marco bebé ($17.000) y también el video más viral de la cuenta de Instagram de @sociaslab, con más de 28 mil reproducciones. Hoy es un producto que venden para enmarcar mini fotografías u objetos.
En su taller realizan principalmente enmarcaciones personalizadas con paspartú, caja o doble vidrio. “Solemos recibir distintos tipos de obras, fotos, textiles y objetos. Con ellas en mano, vamos diseñando junto al cliente el marco óptimo. A veces algo clásico, otras veces cosas más complejas y experimentales”, cuenta Valentina. También tienen stock de marcos con medidas estándar, disponibles en su taller para “enmarcar al paso”. Es decir, llevas tu obra y la puedes tener lista enmarcada en 20 minutos.
Respecto a los marcos en miniatura, Valentina comenta que un inconveniente siempre latente es el uso de la sierra y el corte, porque se trata de una moldura muy pequeña y la distancia para sostenerla es acotadísima. Por ello, siempre cortan los marcos bebé en un estado de tranquilidad y concentración; nunca contra el tiempo, ni cansadas. Por otro lado, pese a ser un marco chico, tiene la misma dificultad en sus cuatro esquinas que un marco enorme, “ya que el proceso de pegado y lijado es el mismo trabajo. Se complica en el paspartú, ya que necesita mayor atención y concentración. Por ejemplo, al ser un paspartú de 5 mm de borde, lo puedes romper fácilmente”.
Reciben encargos personalizados al correo tallersociaslab@gmail.com o directamente en su taller en barrio Italia. Precios desde los $35.000. www.instagram.com/sociaslab/
3. Minibro y sus mascotas bordadas en 20 mm
La arquitecta Yuvixa Alcaíno aprendió a bordar cuando era pequeña. Su mamá es modista y bordaba con máquina a pedal, por lo que creció en una casa repleta de implementos de costura. “Cuando terminé de estudiar pasé por varias entrevistas de trabajo sin obtener resultados, así que mientras seguía buscando, comencé a bordar miniaturas como aves, animales y paisajes. Y cuando tuve una cantidad razonable, me inscribí en una feria de emprendedores en Barrio Italia. Esa fue mi primera aproximación de cómo las personas percibían mi trabajo”, dice. Y agrega: “los bordados en miniatura necesitan un poquito más de precisión, ya que al ser algo pequeño, una puntada puede cambiar toda la estructura de una imagen”.
Aunque comenzó bordando de todo un poco, como paisajes de Chile y retratos de personas, el 90% de sus trabajos hoy son en torno a mascotas, las que borda en tamaños que van desde los 20mm a los 38mm. “He bordado desde perros y gatos, hasta codornices y tortugas. Cada hilo es su pelaje, así que tiene que ir en la dirección correcta para recrear sus características. Por ejemplo, si son chascones o de pelaje corto, o cómo pronunciar la forma de su hocico. Pero lo más difícil de cada bordado son los ojos, porque es la característica más importante de cada animal, pero a la vez es algo muy pequeño”, explica.
Recibe encargos por Instagram. Precios desde $24.000. www.instagram.com/mini.bro/
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