La ausencia de la piel
Nada como una premiación de los Golden Globes que entrega la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood para poder husmear de dónde viene y para adónde va la silueta que adoptan los famosos. Muchos de ellos guiados por su personal ojo caza tendencias, o muy bien dirigidos por los designios de los consejeros de moda del momento, o de los mismísimos diseñadores, quienes gustosos prestan sus vestidos para esta vitrina que no tiene precio en exposición y comentarios. Como era de esperar, la silueta que ganó el favoritismo, tanto de las estrellas como de la prensa y sus votos, fue la que ha introducido a paso firme la insigne diseñadora inglesa de la casa Celine, Phoebe Philo. Expresiones como "ese look es muy Celine", son pan de cada día. El minimalismo chic, como ha sido llamado, impera ya con máxima estelaridad en la silueta femenina. Su presencia en las pasarelas viene precedida por el trabajo talentoso, constante y perenne de la diseñadora Jil Sander, y ha adquirido aires renovados de la mano de las creaciones de Philo y el continuador del legado de Sander, Raf Simons. Así las cosas, el minimalismo chic terminó por imponerse, desplazando de las pasarelas, y ahora también de la alfombra roja, a la sexy silueta súper ceñida, curvilínea y mostradora de atributos. Las divas elegantes de hoy más parecen monjas chic, bien tapadas, con vestidos cuyo largo es realmente largo, con escotes más bien recatados. No vemos brazos, no vemos piel. Vemos total austeridad de parafernalia. La idea es ver los más bellos géneros, estampados, e impecable corte. Y colores vibrantes, inusuales, mezclados de manera inusual. En un recorrido rápido por la web especializada, el voto para las tres mejores vestidas coincide casi en todos los casos: Tilda Swinton en Jil Sander, Angelina Jolie en Atelier Versace y Anne Hathaway en Arman Prive. Juzgue usted.
Los diseñadores de las estrellas
Por Pilar Navarrete
En la plataforma de los Globos de Oro, las estrellas marcan tendencia o dan de qué hablar para el resto del año. Por eso, eligen con pinzas el vestido y, sobre todo, el nombre de quien lo ha diseñado. En la última entrega, el recato y la sobriedad estuvo entre las elecciones más acertadas.
El glorioso regreso de Calvin Klein
Francisco Costa, director creativo de la línea femenina de CK, se lució en los Globos de Oro, vistiendo a dos de las actrices más celebradas por su look: Claire Danes, –que ganó el premio a mejor actriz por su papel en la película Temple Grandin– llevó un vestido de líneas puras en color rosado chicle. Emma Stone, nominada a mejor actriz por la comedia Rumores y mentiras, dio lecciones con su sencillo vestido tipo camiseta.
La favorita de Hollywood
La diseñadora británica Jenny Packham, favorita de muchas celebridades hollywoodenses, es famosa por sus hermosas colecciones de vestidos de novia, cotizados por su look vintage. En los Globos de Oro lució parte de su última colección de alta costura, con un traje rosa con incrustaciones de cristal que vistió una elegantísima Sandra Bullock. El color pálido es parte de su propuesta para la temporada que viene y que también incluye otros tonos pastel como celeste agua y champagne.
El diseñador de Medio Oriente
El diseñador libanés Elie Saab se hizo mundialmente conocido cuando en 2002 Halle Berry recibió el Oscar a la mejor actriz ataviada en un maravilloso vestido de tul y organza de color vino. Sin embargo, ya tenía la confianza de vestir a la mayoría de reinas, princesas y esposas de jefes de Estado de Oriente Medio, como Rania de Jordania, amiga personal del libanés. En la entrega de los Globos de Oro la única actriz que usó uno de sus trajes fue Scarlett Johansson, que subió al escenario para entregar el premio a mejor actor de reparto en un vestido damasco pálido bordado con detalles de flores.
La recatada chica Gossip
Discreto y absolutamente delicado fue el diseño de la casa de modas inglesa Burberry Prorsum –con hombreras drapeadas y una abertura en la pierna–, que vistió en la alfombra roja Leighton Meester, quien encarna a Blair Waldorf en la serie Gossip Girl y que participó en la premiación como presentadora. Un claro ejemplo de que hoy la tendendencia es mostrar menos piel.