Mitos de la menopausia: Todas las mujeres experimentan los mismos síntomas

Son muchos y diversos los síntomas que puede tener una mujer en climaterio, y si no sabe que todo tiene una sola causa, normalmente comienza a peregrinar entre consultas de distintos especialistas que tampoco ven el cuadro general: todo podría deberse a la disminución de estrógeno en ese cuerpo.




El 80% de las mujeres experimenta cambios perceptibles en su organismo durante los años que rodean su última menstruación, y la mitad de ellas verán seriamente alterada su calidad de vida a causa de ello. La otra mitad, de todas maneras tendrá molestias que no percibirá como graves. Es decir, solo un 20 por ciento pasará por el climaterio sin enterarse.

Hablemos entonces de cuáles son esos síntomas que tiene la gran mayoría y que se suelen callar. Imaginen tener dificultades para dormir, transpirar como si se hubiera corrido una carrera por el desierto –pero mientras está plácidamente dormida–, olvidar dónde quedó guardado un papel importante, tener dolor en las articulaciones, sentir serias molestias en los genitales o un calor quemante en la cara, y todo ello cada día, en distintos horarios y sin previo aviso. Eso y más es lo que puede sentir una mujer en climaterio, y si no sabe que todo tiene una sola causa, normalmente comienza a peregrinar entre consultas de distintos especialistas que tampoco ven el cuadro general: todo podría deberse a la disminución de estrógeno en ese cuerpo.

Cuando hablamos de menopausia, siempre se mencionan los bochornos, al aumento de peso, los cambios de humor y la baja de libido, aunque la lista es mucho más extensa y el panorama, más complejo. Los síntomas son cerca de 40 y algunos autores ya tienen descritos más de cien, porque varía mucho lo que cada mujer experimenta y también la intensidad y duración. Y no es raro que así sea porque este escenario varía en función de la genética, el estilo de vida y la salud general. Las combinaciones son realmente infinitas.

Es crucial entender que no hay una menopausia “estándar”, eso no es realista. Puede haber tantas experiencias de climaterio como personas que la viven y ninguna es mejor ni peor. Una mujer con bochornos leves en una oficina con aire acondicionado tiene un panorama distinto al de otra que trabaja recolectando fruta al sol en verano. Y ahí es donde queremos poner el acento: ningún relato sobre estos síntomas debe ser desestimado.

Sería muy útil que cada vez más mujeres sepan que esto no llega después de la última menstruación, sino que puede detonarse hasta cinco años antes de ese evento y extenderse durante la siguiente década. Esa es la información que falta en las conversaciones de amigas, en lo que las madres les traspasan a las hijas y lo que el médico o la médica no dice en la consulta. Quién sabe cuántos diagnósticos de fibromialgia, por ejemplo, habrán sido en realidad síntomas de climaterio. Por eso nos parece crucial que cuando una mujer cerca de los 45 años va a la consulta médica de la especialidad que sea, se le pregunte, después de su edad y sus síntomas, a qué edad vivió su madre la menopausia, porque, ya lo dijimos, la genética tiene mucho que ver en esto.

Aquí es vital una medicina personalizada. Cada mujer debería ser tratada como un individuo, con sus propios desafíos y necesidades. Y si estamos por pedir, también queremos que la sociedad sea más comprensiva y abierta acerca de la menopausia, y la educación es clave para cambiarlo.

* De esto y más hablamos en el podcast Meno es + que puedes encontrar en spotify y por supuesto en el libro Meno es más, en las librerías del país

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