Mujeres que impactan, Andrea Hernández: “El día que descubrí que los niños de mi barrio aspiraban neoprén para pasar el hambre, decidí abrirles las puertas de mi casa”
Andrea Hernández nació en una situación de extrema pobreza y vivió en la calle desde los 12 años. Pero un vuelco en su vida hizo que se dedicara a salvar y ayudar a niños vulnerables y en situación de abandono. “Siempre pienso que todo lo que viví y pasé en mi infancia me preparó para lo que soy hoy”, comenta. A los ocho años sufrió el abandono y debió criar a sus hermanos. Aun así, logró salir adelante y formar una familia.
La primera vez que Andrea asistió a la iglesia se fijó que en la salida había muchos niños en la calle, drogándose y aspirando neoprén. “Les pregunté por qué hacían eso y me contestaron que así pasaban el hambre. Esa respuesta caló hondo en mi corazón y me impulsó a hacer algo por ellos”, cuenta.
Profundamente conmovida por esta situación, empezó a ayudarlos; primero les daba desayuno, después también el almuerzo. “Con el tiempo empecé a involucrarme emocionalmente con ellos, iba todos los días, pasó a ser parte de mi rutina”, comenta. Esto fue el puntapié inicial para crear la Fundación Las Parcelas en La Pintana, labor que la llevó a ser reconocida con el Premio Mujer Impacta en 2014. “El premio mujer impacta me marcó y me consolidó, recién ahí entendí que lo que hacía era tan importante. Me empoderé y me di cuenta que no podía abandonar esta misión, que hoy ya se convirtió en Fundación Las Parcelas”, relata.
Andrea lleva 27 años ayudando a niños de la calle y en 2013 lograron constituirse como fundación. Al principio se consiguió una sede en La Pintana, pero después se incluyeron niños de otras comunas así que empezó a desarmar el linving de su casa y les abrió sus puertas para que ninguno quedara fuera. Llegó a recibir a 70 menores. Justo al frente de su hogar, había una cancha que les permitía además, realizar actividades recreativas como obras de teatro, música y arte. “Mis niños han sufrido situaciones de maltrato, abandono o abuso, y en la fundación realizamos diferentes tipos de actividades formativas con ellos. Los fines de semana están en la jornada completa donde les entregamos herramientas, alimentación y cariño, porque cuando ayudas a un niño, ayudas al país entero. Antes de partir de este mundo, quiero dejarles un lugar seguro”.
Años más tarde, el abuelo de una de las niñas que asistían a los talleres, le prestó a Andrea un sitio eriazo y decidió vender su casa para poder construir la fundación. Lamentablemente nunca reglamentó nada y eN 2018, cuando el señor que le facilitó el terreno falleció, Andrea lo perdió todo y el terreno fue vendido a una empresa constructora. Pero Andrea no se dio por vencida, arrendó una casa y nuevamente partió de cero.
Tres hijas biológicas y seis hijos adoptivos hoy componen su familia. “Yo acojo a los niños que nadie quiere tener, niños con graves secuelas físicas y emocionales, porque a ellos, el sistema en vez de ayudarlos los enferma más. Junto con esto, Fundación Las Parcelas acoge a 45 niños en La Pintana. Todos ellos necesitan apoyo, mercadería, útiles de aseo, entre otras cosas, pero a Andrea nunca le ha gustado pedir ayuda, “cuando uno hace el bien, la ayuda llega sola”.
Un día la llamó por teléfono un señor que la vio en la televisión y le regaló una casa en Pirque para la fundación. “Tengo un proyecto maravilloso para mis niños de La Pintana, un terreno de 5.000 metros donde puedan ser libres de los vicios, rodeados de cariño y contención”, dice.
**Para colaborar con esta gran proyecto y lograr que el sueño de Andrea y de tantos niños se haga realidad, pueden ingresar a la página web www.fundacionlasparcelas.cl o al Instagram @fundacionlasparcelas.
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