Navidad sin huellas

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Diciembre es mes de celebraciones y, en consecuencia, de consumo excesivo. Según la Cámara de Comercio de Santiago, los chilenos desembolsaron en promedio 210 mil pesos el 2018, lo que equivale a un 36% más que el resto del año. Pero la billetera no es la única que paga las consecuencias, es en estas fechas cuando se genera un mayor impacto medioambiental.

Decoración consciente

El árbol, sus adornos y las luces. Este trío navideño es el más popular para decorar las casas en estas fechas; sin embargo, si no se emplean con austeridad y responsabilidad pueden convertirse en una gran amenaza para la atmósfera.

Pino navideño: Los árboles artificiales se fabrican a partir de un tipo de plástico denominado policloruro de vinilo (PVC), un derivado del petróleo que puede contener plomo y otras sustancias tóxicas. Además, según el Departamento de Comercio de Estados Unidos, cerca del 80% son creados en China, donde la mayor parte de la electricidad se genera a partir de la quema de carbón, una de las fuentes de combustible más contaminantes.

Adornos: La mayoría se fabrican con plásticos no aptos para el reciclaje, que se demoran cerca de 60 años en desintegrarse.

Luces: Las cifras que emiten de CO2 se disparan en Navidad. El año 2015 el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDEA) de España indicó que los ayuntamientos de ese país gastaron 30 millones de kilovatios por hora en luces navideñas, la misma cantidad de electricidad que consume un barrio de unas 50 mil viviendas al año y que se traduce en la emisión de 10 mil toneladas de CO2.

Regala verde

Chile es el país de Sudamérica que más genera residuos, llegando a los 456 kilogramos por persona, según Greenpeace Chile. Y aunque la Navidad pareciera ser una fecha difícil para revertir esta situación, existen diferentes opciones para que los regalos no terminen convirtiéndose en basura. La francesa Bea Johnson, quien recibió en 2011 el premio The Green Awards y es una de las impulsoras del zero waste, propone en su página web algunas ideas para entregar en esta fecha:

1.Comida en frascos reciclables: las opciones son infinitas y algunas de ellas pueden ser mermeladas, galletas o membrillos. Otra idea es agregar las medidas exactas de algún postre para que la persona se anime a prepararlo.

2.Experiencias: a través una tarjeta uno puede hacer un 'vale por' de alguna actividad.

3.Plantas: además de decorar contribuyen al medioambiente.

4.Tiendas de segunda mano: reutilizar objetos o ropa para alargarles su vida útil.

Que no se bote

Cada año se desperdician 1.300 millones de toneladas de comida, y en Chile, 3.700 millones de kilos. Estas cifras, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), equivalen a un tercio de la producción de alimentos para el consumo. Para no seguir aportando a ellas la chef sustentable Camila Peñaloza (@antojista) comparte sus datos:

Hacer un menú con todas las cosas que se quieren preparar para no improvisar y terminar comprando de más. Antes de hacerlo, revisar qué hay disponible en la despensa y refrigerador.

Calcular cerca de 200 gramos de cada alimento (carne, acompañamiento y ensalada) por persona.

Cuando se cocine, destinar un recipiente para ir agrupando los residuos orgánicos como las cáscaras de verduras, frutas y huevos. Si se tiene una compostera se pueden depositar ahí o entregárselos a alguien que la tenga.

Sobre las sobras, las salsas de la carne, los aliños (que no incluyan lácteos), las carnes y verduras son una excelente opción para congelar. Lo que no es recomendable son los almidones. Estos deben guardarse en el refrigerador y comer durante los próximos cinco días.

Usar las hojas y tallos de algunas verduras para preparar otras comidas. Si se cocina algo con apio, por ejemplo, se puede hacer un pesto con sus hojas. Con el cilantro, moler los tallos para un aliño, y con las cáscaras de papa, ponerlas en el horno con aceite de oliva, aceite y sal y preparar unos chips crujientes para el aperitivo.

456 kilogramos de residuos por persona se generan en Chile anualmente, lo que posiciona al país como el que más acumula basura en Sudamérica.

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