Niñas y el deporte: “La actividad física es importante y no por ser flacas, sino por el empoderamiento que trae en su autoestima el ser fuertes físicamente”

niñas y deporte paula



Hace poco, en un artículo titulado Por qué las mujeres abandonamos el deporte contamos el caso de la estudiante de periodismo Josefa Montes, quien comenzó a nadar a los 6 años en la piscina del colegio Aconcagua, camino a Quilpué. Cuando sus padres notaron que era algo que le gustaba mucho, la metieron a clases de natación en la Escuela Naval en Playa Ancha, donde empezó a entrenar tres veces por semana. Pasó varios años motivada en esa rutina, pero cuando cumplió 10 años y su cuerpo empezó a desarrollarse, las mujeres de su propia familia la llenaron de advertencias sobre los posibles efectos de su entrenamiento. “Las mujeres que hacen natación tienen cuerpos feos”. “No deberías nadar tanto, te va a salir espalda de hombre”. Estas opiniones terminaron por acomplejarla y abandonó el nado.

Y no es la única. Así lo demuestran los resultados de la encuesta Igualdad de género en el deporte: el desafío de fomentar la autoestima y el liderazgo en las niñas, realizada por GFK, Dove y ONU Mujeres. El objetivo de este estudio fue conocer la relación entre autoestima y el deporte en niñas y adolescentes y se encontraron con que en 2016, el 36% de las niñas declaró no hacer alguna actividad porque no se sentía conforme con su apariencia. Una de ellas era el deporte.

Aunque en la encuesta se muestra que el 74% de las niñas y el 93% de los niños realiza deporte, porcentajes aparentemente altos, la realidad es que en el detalle se evidencia que la mayoría de ellas y ellos, un 84%, realiza esa práctica en el colegio, es decir, como parte de las asignaturas obligatorias. Pero cuando se avanza en las cifras la brecha de género aumenta. Cuando se les pregunta ¿dónde realizan deporte?, por cada 5 niños que practican deporte en clubes deportivos –es decir, extra a lo que hacen en el colegio– sólo 1 niña lo hace.

Y surgen más datos: El 26% de las niñas entre 10 a 17 años no practica deporte, mientras que en los niños sólo un 7% no practica deporte; y en el tramo de 15 a 17 años, un 35% de las niñas no realiza deporte. Por lo tanto, a medida que van creciendo, las niñas practican menos deporte.

¿Por qué son tan relevantes estas cifras? Según el informe las niñas y niños que se sintieron discriminados por realizar algún deporte, tienen menos autoestima elevada y casi todas son niñas. “Niñas y niños se dan cuenta de que la sociedad hace diferencias entre ellos respecto a su relación con el deporte. Principalmente las niñas: un 21% de ellas dicen que se les discrimina por considerarlas menos capaces realizando algún deporte; un 50% cree que a los niños se les considera bacanes cuando hacen deporte y a ellas no; y un 48% dice que se premia más a los hombres deportistas”, exponen.

Entre las conclusiones del informe plantean que “los estereotipos de género en el deporte difundidos por los medios de comunicación, espacios educativos y otros lugares de formación, influyen en la práctica deportiva de niños y niñas, y que la principal razón por la que las niñas abandonan el deporte y piensan que no es un espacio para ellas, es la falta de redes de apoyo y de espacios habilitados para que potencien sus capacidades deportivas”. También concluyen que “Existen diferencias entre niñas y niños cuando se trata de qué cosas son importantes para reafirmar su confianza y seguridad. Para las niñas la presión por la apariencia y el peso es muy importante, en tanto, para los niños es más importante realizar actividades en las que desarrollan habilidades sociales y deportivas”.

En el artículo citado a un comienzo, la psicóloga y doctora en sociología Alejandra Energici cuenta que el tema de la ropa deportiva, que no les contienen las pechugas, por ejemplo, y que les preocupan las burlas o que las miren son parte de los impedimentos. “También los pelos, dentro de la investigación me topé con experiencias muy dolorosas como la de una niña que la mamá no la dejaba depilarse y trató de depilarse con un corta cartón para poder hacer deporte, imagínate su nivel de angustia. También la transpiración o la regla, se preocupan de que no se les note. Finalmente es un cuerpo con ciertos requisitos estéticos, un cuerpo que tiene que hacer deporte, pero que no se vea como que hizo deporte, y esa es una cuestión tremendamente complicada, ¡más encima en niñitas de 11 años! Todos estos temas terminan siendo obstáculos y hacen que derechamente lo terminen abandonando”, cita el artículo.

Alejandra dice que esta es una realidad que es difícil cambiar a corto plazo.”Se requiere de resistencias y de hacernos conscientes. Soluciones sociales también, tener más sistemas de apoyo de cuidado institucionales, por ejemplo, pero las soluciones implican también darnos cuenta de cómo las mujeres somos sujeto de injusticias”. Sin embargo ella y otras especialistas consultadas concuerdan en que hay un poco más de esperanza en las nuevas generaciones, que vienen más empoderadas con la relación con su cuerpo. Como asegura la instructora de pol dance Atenea Lagos: “Hay un cambio de generación muy grande, las cabras más jóvenes tienen una visión súper diferente de su cuerpo, saben que la actividad física es importante y no por ser flacas, sino por el empoderamiento que trae en su autoestima el ser fuertes físicamente”.

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