A veces por torpeza, por ignorancia o derechamente por homofobia, podemos caer en frases o preguntas que generan en otra persona incomodidad, desagrado o malestar. Con la ayuda de nuestras lectoras Cami y Javi, creadoras de la cuenta @lasdosmamasdecristobal, te explicamos una serie de comentarios que es mejor evitar cuando conversas con una mujer lesbiana.
“¿Quién es el hombre de la relación?”
Es una pregunta común que reciben las parejas de lesbianas y que tiene una respuesta muy simple: ¡nadie! Cuando en una relación hay dos mujeres, significa que no hay hombres. El buscar roles de género en una pareja asume una premisa machista: que en todo vínculo sexoafectivo debiese alguien hacer el papel de macho. “¿Si quisiéramos que hubiera un hombre, estaríamos con uno, no crees ?” Contestan la pareja Cami y Javi. Ya lo dijo Elen DeGeneres: “Preguntar quién es el hombre o quién es la mujer en una relación de personas del mismo sexo es como preguntar quién es el tenedor en unos palillos chinos”.
“¿Eres lesbiana? Qué desperdicio”
Una paciente de 25 años en 2021, denunció al Movilh una serie de agresiones sufridas por un ginecólogo del Centro Médico Red Salud Alameda, entre ellas un comentario del estilo: ‘Lo único malo es que tú eres un desperdicio por tener polola’. Una frase sin duda machista que asume que la mujer es para el hombre, y una forma de violencia más común de la que imaginamos. “¿Desperdicio para quién?”, contestan Cami y Javi.
“¿Cómo sabes que eres lesbiana si no te has acostado con un hombre?”
La pregunta de vuelta debiese ser, ¿y tú, cómo sabes que no eres gay si no te has acostado con alguien de tu mismo sexo?
“¿Y no quieren un tercero?”
La cultura, sobre todo a través del porno, ha sexualizado a la mujer lesbiana poniendo su sexualidad al servicio del hombre. Por esto, resulta común que las parejas de lesbianas reciban propuestas sexuales indeseadas por parte de hombres. Siempre hay que tener en cuenta que, sino se desea, esta pregunta es desagradable e incómoda de recibir, igual que podría serlo para cuaquier pareja heterosexual.
“Ojalá fuera lesbiana, las cosas serían mucho más fáciles”
Es un comentario común y sin malas intenciones de parte de las mujeres heterosexuales, para explicar sus dificultades amorosas con hombres. Pero ojo, recuerda que la vida de las diversidades y disidencias sexuales está lejos de ser fácil: sufren de discriminación (casi el 90 % de la comunidad LGTBI en Chile dice que la ha sufrido), de crímenes de odio (el último Informe Anual de Derechos Humanos del Movilh cifró en 1.103 los actos abusivos contra la comunidad LGBTI), de bullying en los colegios (el 54% de las personas LGTBI han sufrido acoso escolar al menos una vez en su vida), y tienen altas tasas de suicido (hasta 4 veces mayor que en heterosexuales). Aparte aun no tienen igualdad en derechos y por eso muchas viven silenciadas (según el estudio Ser Lesbiana en Chile, publicado el 2019 por Rompiendo el Silencio, un 17,2% las mujeres lesbianas prefieren omitir llamarse así). Entonves no, no es más fácil ser lesbiana.
“¿Cómo lo hacen?”
La vida sexual de las personas es privada.
“No se te nota que eres lesbiana”
Es un comentario que responde a prejuicios y estereotipos en torno a las lesbianas, en el que se cree socialmente que deben encajar con cierto cuerpo, actitud y rasgos más masculinos. “Hay un estigma en cuanto a ser gay, lesbiana, o simplemente diferente”, dicen Cami y Javi.
“Es sólo una etapa”
La fundación Todo mejora, en su boletín sobre diversidad sexual y prevención del suicido y bullying, explica que muchos padres y madres, al enterarse de la orientación sexual de sus hijas, suelen hacerles comentarios como: ‘Quizás es sólo una etapa por la que estás pasando’, ‘quizás no has tratado lo suficiente con el sexo opuesto’, u otras. Y es que creer que se trata solo de una etapa, es uno de mitos más comunes y uno de los pensamientos más recurrentes de la familia y entorno cuando las lesbianas salen del clóset. Sin embargo –como explican en la fundación– asumir que la orientación sexual de una persona corresponde solo a una etapa, es invalidar completamente su experiencia de vida.
“Que lindo el bebé, ¿quien es la mamá?”
Si bien en Chile no hay cifras exactas de cuántas familias homoparentales existen, sí hay ciertos datos relevantes: la encuesta Casen de 2015 arrojó que más de 45 mil mujeres se identifican como lesbianas en Chile, de las cuales el 5,5% se encuentra bajo Acuerdo Civil y el 35% convive; lo que infiere que un número importante seguramente son madres. Sin embargo, Cami y Javi, mamás de Cristóbal, señalan que como sociedad aún tenemos muy normalizado el que las familias estén solo compuestas por una mamá y un papá. “La gente aunque no sea homofóbica no internaliza que hay diversidad de familias”, dicen. Pero es importante saber que esa familia tiene dos madres y la pregunta invalida e invisibiliza a una de ellas.