La migración de una sexóloga para adolescentes a TikTok
Probablemente todos recordemos alguna escena de nuestra adolescencia en la que, incómodos, nos vimos en una sala de clases junto a nuestros compañeros –quizás separados hombres de mujeres– todos sentados frente a un profesor ajeno al colegio o a una enfermera que venía especialmente preparado para la ocasión con un propósito en mente, darnos una clase muy especial sobre un tópico particular: educación sexual. Si teníamos suerte, ese momento incómodo en el que escucharíamos palabras que en la pubertad daban risa, se repetiría solo pocas veces en el semestre.
De esos años de formación pobre en temas tan importantes como sexualidad y mantener una salud reproductiva sana, han cambiado bastante las cosas. Actualmente existe una ley que obliga a los establecimientos educaciones reconocidos por el Estado a implementar programas permanentes de educación sexual en la enseñanza media, pero, además, hay otros caminos. Así lo confirman desde Fundación Genera, organismo sin fines de lucro dedicado a promover el desarrollo de comunidades educativas y temáticas de género y diversidad sexual.
La socióloga Valentina Arriagada habla de las distintas iniciativas que han usado antes y durante la pandemia: “La primera son los talleres online, a través de plataformas como Zoom o Google Meet, y que es significativa porque permite que los participantes interactúen entre ellos y compartan sus dudas en un espacio seguro”. Valentina agrega que una segunda estrategia que han usado con éxito son las plataformas de redes sociales como Instagram a través de las cuáles han entregado tips información a través de imágenes o videos. También usan la función Instagram Live para crear conversaciones espontáneas y en tiempo real. “Nuestro objetivo es poder fomentar y estimular el análisis crítico y reflexivo o simplemente sensibilizar a personas que aún no se enfrentan a estos temas”, agrega.
Porque pareciera ser que precisamente la forma más efectiva para comunicar el mensaje de la educación sexual a los jóvenes está lejos de las salas de clases y mucho más a la mano: en sus propios celulares a través de las redes sociales. Con más de 370 mil seguidores y 3 millones y medio de likes en la plataforma Tiktok, la matrona de la USACH, Marcia Otto ha creado una fábrica de éxitos desde que inició a principios de este año su cuenta de TikTok @SexualidadyMatronería. Lo curioso es que, a diferencia de otros tiktokers exitosos, Marcia (35) no es una adolescente, ni se dedica a bailar coreografías a los ritmos de las canciones de moda. En su perfil, habla exclusivamente sobre sexualidad y salud reproductiva. Y si bien usa las estrategias de los titktokers de moda para generar sus contenidos, la información y los datos son certeros.
Marcia, quien antes de iniciarse en el mundo de los videoclips educativos ejercía como asesora de un municipio implementando programas de educación sexual para adolescentes, abrió su cuenta en la red social como una forma de promover su consulta y asesorías personalizadas impulsada por su cuñada. “Ella me dio la idea porque a través de Instagram no estaba teniendo tan buenos resultados. Como TikTok es la red social donde se están moviendo los adolescentes me sugirió que probara ahí”, comenta. Cuando recién se inscribió no sabía muy bien lo que le esperaba y reconoce que al principio todo fue un shock. “No soy buena para bailar y soy más bien tímida, por lo que lo de los videos me costó un montón. Pero lo bueno es que tengo harto sentido del humor y soy histriónica, así que me propuse hacer esto y que fuera atractivo”, recuerda.
Su primer video que se hizo viral fue uno en el que precisamente pone a prueba sus dotes como bailarina, pero caracterizando a un óvulo que viaja por las trompas de Falopio. Creyendo que está solo en una situación de coito interrumpido, esto es, cuando hay una relación sexual sin eyaculación dentro de la vagina, canta hasta que escucha un eco que le responde. Marcia cuenta que se sorprendió –al igual que se sorprende el óvulo en el video al encontrarse con un espermatozoide– de la cantidad de personas que no sabían que este no es un método eficaz para prevenir los embarazos. “Ahí me di cuenta que había mucha falta de información, incluso en gente mayor y no solo en adolescentes”, explica.
“Tengo un público sobre 25 años súper grande porque hay mucha ignorancia sobre estos temas. La educación sexual está muy matizada por mitos que se van transmitiendo de persona en persona, agravado porque en la familia no está institucionalizado el educar sexualmente a los hijos, entonces la mayoría de la información se obtiene por Internet, que puede venir de fuentes muy buenas o muy malas”, aclara la especialista.
Este es uno de los puntos en los que los miembros de Fundación Genera han observado que surgen la mayor cantidad de problemas. “Hablando con docentes y estudiantes nos hemos dado cuenta que se sienten abrumados con toda la información que reciben y que circula de forma online”, explica Valentina Arriagada. Porque tal como comenta Marcia Otto, muchas veces la información a la que acceden los jóvenes a través de la web no proviene de fuentes confiables y solo genera más confusión. La socióloga de Fundaciónf explica que desde su organización consideran “de vital importancia generar espacios y estrategias virtuales confiables, amigables, adaptadas a cada grupo etario e interrelacionarlo con las características identitarias sociales”.
Precisamente para eso Marcia sigue trabajando en su cuenta generando contenidos informativos, pero en códigos amigables. Está convencida que esta es la fórmula para cada vez llegar a más personas con el mensaje adecuado y derribar los mitos que aún prevalecen en torno a la salud sexual y reproductiva. “Mi objetivo es normalizar la sexualidad y todos los procesos sexuales, como la menstruación y la menarquia como parte de la vida”.
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