Nuestra historia de amor: más allá del destino

Más allá del destino: nuestra historia de amor.



Conocí a Joaquín por una app de citas en diciembre de 2023. Hasta ahí todo normal. Hablamos por la aplicación un par de días hasta que decidimos juntarnos.

En esa primera cita todo fluyó bien. Sentí que había química. Recuerdo que al poco rato conversando, me contó que su mamá también era profe, al igual que yo. Pensé ¡oh, qué genial! Tenemos al menos un tema en común. Después de esa cita me quedé con la idea de que las cosas podrían funcionar, así que decidimos seguir saliendo.

En la segunda salida nos enteramos de que su tía abuela Inés, fue profesora de mi colegio en Rancagua. En ese mismo lugar había estudiado también su mamá. Nos sorprendimos por la coincidencia, pero lo dejamos pasar, como una anécdota cualquiera.

Era verano, y como estábamos de vacaciones, comenzamos a salir bien seguido. Hacíamos diversos panoramas juntos: campo, piscina, playa, naturaleza. Y cada uno de estos, abría nuevas conversaciones. Así nos enteramos de que, a la coincidencia del colegio, se sumó que mi hermana mayor fue amiga de un primo de Joaquín.

Desde muy niña me ha gustado andar en bicicleta, es un pasatiempo que comparto con mi papá. Y a medida que fui creciendo, nuestros paseos en bici juntos fueron cada vez más largos. Así fue como llegué a un sector llamado Miraflores, ubicado muy cerca de Rancagua, pero que pertenece a la comuna de Codegua. Este camino es hermoso, pues se caracteriza por las arboledas que te acompañan en toda la ruta. Casi al llegar al desmonte, se encuentran unas parcelas. Y ya no sé en qué número de cita con Joaquín, pero en una de ellas, me enteré que esas parcelas donde estuve tantas veces con mi padre, pertenecen a la familia de Joaquín.

Cuando me lo contó no lo podía creer. Y es que no llevábamos más de un mes juntos y yo ya me había enterado de al menos unas cinco o seis coincidencias en nuestras biografías, como esta otra: que la hermana de mi mejor amigo, Fabián, fue la pareja de cueca de su hermano en una presentación cuando niños. Personas y/o circunstancias que compartimos en común y que podrían haber hecho que nos conociéramos mucho antes. Pero nunca ocurrió, y nos terminamos conociendo en una app de citas como cualquier pareja de desconocidos.

¿Existen las coincidencias? Hay teorías que dicen que las oportunidades siempre están al alcance de la mano y que la mayor parte del tiempo no las vemos o las dejamos pasar porque no estamos bien despiertos. Esto ocurre porque nuestro cerebro percibe la realidad de una forma muy selectiva, acorde a nuestro momento vital. Muchas veces he pensado en nuestras coincidencias; en las múltiples ocasiones en que nos podríamos haber conocido, o incluso pienso en que quizás alguna vez nos vimos con Joaquín, pero nos dejamos pasar.

También pienso en eso del destino. En esa idea romántica de que hay parejas que están predestinadas a estar juntas y que de alguna u otra manera se van a encontrar.

Sin embargo, prefiero quedarme con lo real, que es nuestra historia de cinco meses juntos. De la conexión que hemos logrado en estos pocos meses que me hacen sentir que llevamos una vida juntos. Tenemos un nivel de confianza que me sorprende. No sé si es correcto hablar de alma gemela, pero lo que puedo decir con mucha determinación es que lo amo; amo el tiempo que hemos vivido, amo la calidez de su familia y lo bien que le hace a mi vida.

Y aunque las coincidencias siguieran apareciendo, prefiero creer que no estamos predestinados a estar juntos, sino que son y serán nuestras acciones, el cariño y el compromiso, los que construyan nuestra relación. Así que, aunque agradezco las coincidencias que unen nuestras historias, agradezco mucho más cada momento que elegimos estar juntos.

* Mane tiene 34 años y es profesora de Lengua y Literatura.

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