Nuestras lectoras preguntan: ¿Es posible tener orgasmos mientras se duerme?
Las inquietudes que surgen en torno a la sexualidad suelen ser infinitas; sin embargo, muchas veces son omitidas por miedo a que se trate de una excepción. En Paula quisimos conversar sobre estos temas abiertamente y darles un espacio a ustedes, nuestras lectoras, para que puedan plantear sus dudas y los expertos ayuden a resolverlas.
LA PREGUNTA
Hace unos días tuve un sueño erótico cuyos detalles ahora no recuerdo bien. Lo que sí recuerdo, es que tuve una sensación de placer muy cercana al orgasmo que incluso me hizo despertar. Lo primero que pensé en ese momento fue: “tuve un orgasmo mientras dormía”. Pero no estoy segura de si eso es posible. He escuchado muchas veces de los sueños húmedos, los que no sé muy bien por qué asocio más a los hombres que a nosotras. No había escuchado que eso fuese posible, porque otras veces he tenido sueños eróticos y a veces siento ganas de masturbarme después de ellos. Pero esta vez no sentí esa necesidad, porque fue como que efectivamente logré llegar al clímax durante el sueño. Por eso mi pregunta es: ¿Podemos tener orgasmos mientras dormimos?
Fabiola, 25 años.
LA RESPUESTA
Según algunos expertos, aunque aún no está claro cómo ocurre, tener orgasmos mientras dormimos sí es posible. Así lo explica la experta en sexualidad, profesora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Indiana y autora de The Coregasm Workout, Debby Herbenick, en un artículo publicado en el sitio web MIC. “Las personas de todos los genitales y géneros pueden experimentar el orgasmo mientras duermen, también conocido como orgasmos nocturnos o del sueño”, dice. La autora cita el Informe Kinsey, resultado de un estudio realizado por Alfred Kinsey, Wardell Pomeroy y otros colaboradores estadounidenses que se publicó en dos libros: Comportamiento sexual del hombre y Comportamiento sexual de la mujer y en los que un 37% de las mujeres declararon haber tenido al menos un orgasmo nocturno mientras que el 83% de los hombres dijo lo mismo, diferencia que explican, más allá de un tema fisiológico, por la conexión de la sexualidad con la culpa y la vergüenza religiosa de las mujeres en algunas culturas.
Para entender cómo funciona en orgasmo nocturno, primero hay que saber que existen distintas fases o ciclos del sueño: la fase I o de adormecimiento, la fase II o etapa de sueño ligero, la fase III o etapa de transición, la etapa IV o de sueño profundo y la fase de sueño REM (Rapid Eye Movement) o etapa de sueño paradójico. Esta última ocupa un 25% de nuestro ciclo del sueño, entre 15 y 30 minutos, y se caracteriza por tener una alta actividad cerebral, muy similar a la que tenemos mientras estamos despiertos: es la fase en la que soñamos y captamos información del exterior. Justamente en ella es que se producen los sueños eróticos.
También –explica Herbenick en el artículo– se sabe que la fase de sueño REM está asociada con la excitación genital, incluidas las erecciones del pene y la lubricación vaginal, y que cuando alguien con un pene tiene un sueño erótico mientras duerme puede eyacular, el fenómeno que conocemos como ‘sueño húmedo’. Y en el caso de las personas con vagina, si bien los orgasmos en el sueño no suelen ocurrir con la misma frecuencia, cuando pasan, existen igualmente cambios fisiológicos como mayor flujo vaginal o aumento en la frecuencia respiratoria de 12 a 22 respiraciones por minuto y de frecuencia cardíaca de 50 a 100 latidos por minuto.
Valeria Rosales, sexóloga y directora del centro de estudios y psicoterapia Sexología Chile, explica que estos orgasmos se pueden generar por el roce con almohadas, por ejemplo, pero también sin la necesidad de tacto. “Hay personas que duermen con una almohada entre las piernas porque es bueno para la columna y en esos casos podría pasar que ese contacto genere excitación. Pero lo interesante, y que se ha confirmado en diversos estudios realizados en Estados Unidos y Canadá en los que se utiliza resonancias magnéticas a nivel cerebral, es que podemos tener orgasmos sólo con el pensamiento, sin estimulación a nivel de clítoris o vaginal”.
Si eso lo homologamos al sueño, se entiende que existan los orgasmos en esa fase del sueño. “Es importante tener en cuenta que no todas las personas tienen y que tampoco podemos inducirlos. Suelen ser más recurrentes en quienes tienen deseo sexual más elevado o a veces no expresado, pero es relativo”, dice Valeria. Y agrega que “hay personas que se pueden despertar sin enterarse que lo tuvieron. Es como cuando uno sueña con otras cosas, a veces lo recordamos y otras no. Y también puede pasar que como en el caso de una pesadilla o un sueño muy feliz, despertemos con esa emoción. En los sueños eróticos en los que se llegó a un orgasmo pasa lo mismo, se puede despertar con la sensación de placer o incluso en algunos casos, cuando el sueño REM no es tan profundo o la emoción fue muy intensa, se despiertan con el orgasmo y a veces pueden mantenerlo”.
Según la experta, en estos casos lo más importante es entender que la forma de tener orgasmos es muy diversa, por eso –dice– nadie debería sentirse culpable u obligado a tener un orgasmo nocturno. Solo pasa y si es así, hay que agradecerlo.
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