Nuestras lectoras preguntan: ¿Qué puedo hacer si mi periodo premenstrual altera mi libido?
Cuando nuestra biología afecta más de la cuenta nuestra vida emocional y sexual neceistamos hablarlo y ser escuchadas. En Paula quisimos conversar sobre estos temas abiertamente y darles un espacio a ustedes, nuestras lectoras, para que puedan plantear sus dudas y los expertos ayuden a resolverlas.
Pregunta
“Tengo tendencia a la depresión y con el tiempo esto ha empeorado. En mi periodo premenstrual se agudizan mis obsesiones, angustias, y sobre todo, mi libido desaparece y evito tener encuentros sexuales con mi pareja. Esto genera siempre discusiones entre los dos. ¿Quisiera saber qué puedo hacer para regularme emocional y sexualmente los días previos a mi menstruación?”.
Catalina, 30 años.
Respuesta
La mayoría de las mujeres tienen un ciclo menstrual de 28 días promedio y 5 días antes de la menstruación el sistema endocrino libera hormonas para que se produzca el desprendimiento del endometrio. Estos cambios que ocurren en el cuerpo -y que son la preparación para un posible embarazo- producen alteración de los neurotransmisores (principalmente la serotonina) a nivel del sistema nervioso central, lo que genera ansiedad y decaimiento físico. “En este periodo, -explica la psicóloga Antonella Vallejos, de psyalive.com-, las mujeres viven un estrés en su cuerpo, que trae como consecuencias cambios de humor, tristeza, irritabilidad, rechazo brusco, desgano, entre otras emociones”.
Este periodo, conocido como Síndrome Premenstrual (SPM), es en el que las mujeres presentan un estado depresivo leve y desgano. Frente a estas emociones, señala Vallejos, “es más difícil construir un ambiente íntimo y la intención de poder compartir un encuentro sexual con la pareja, por lo que la frecuencia se ve afectada. En ese periodo no está la energía mental para explorar o disfrutar del placer con el otro, pues predomina la tristeza o el llanto”.
Para enfrentar de mejor forma física y emocionalmente este periodo la especialista explica que lo principal es llevar un estilo de vida saludable en todo sentido, es decir, debemos cuidar nuestros hábitos alimenticios, bajar la ingesta de grasas y privilegiar alimentos ricos en vitaminas como frutas y verduras. “También suspender el consumo de tabaco, alcohol u otras drogas, ya que la evidencia dice que estas sustancias intensifican las variaciones anímicas y los malestares físicos; mantener las horas de sueño necesarias para no generar mayor estrés en el cuerpo; realizar actividad física regular, privilegiando aquellas que no sean de alto impacto, como natación y yoga; y muy recomendado es además meditar nos da una sensación de bienestar. Recordemos que esta sintomatología premenstrual solo debe durar unos días, si este síndrome es continuo o afecta la calidad de vida la mujer, debe consultar a un médico para evaluar fármacos que regulen este estado de ánimo”.
Cuando la sintomatología es más fuerte
La menstruación es algo fisiológico, es decir normal en el cuerpo, por lo tanto es deseable que se viva como tal. Sin embargo, cerca del 90% de las mujeres describen algún tipo de síntomas los días previos a la menstruación, ya sea físicos o psicológicos, leves o intensos. “Lo que más frecuentemente vemos en la práctica clínica, es que las molestias asociadas a la menstruación aumenten con la edad y en la medida en que se acerca la menopausia”, explica Beatriz Loyola, psiquiatra de Centro Médico Cetep.
En este periodo es posible que algunas mujeres presenten también un Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), que se considera parte del grupo de los trastornos del ánimo depresivo. Al respecto, Loyola señala que este trastorno se caracteriza por síntomas intensos como desánimo, irritabilidad, cambios bruscos de ánimo o ansiedad marcada, al menos 5 días antes de la menstruación, y desaparece hacia la primera semana posterior a esta en la mayoría de los ciclos menstruales. “También se asocia a desconcentración, alteraciones del apetito y el sueño, disminución del interés por las actividades habituales y alteraciones físicas como falta de energía, malestares físicos diversos y algo muy importante para su diagnóstico es que causa una alteración importante en la funcionalidad de la persona afectada, por la intensidad de los síntomas psicológicos”.
Sobre el Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), Andrea Sarmiento Passalacqua, académica de la Escuela de Psicología de Universidad de Las Américas sostiene que es una prolongación grave del Síndrome Premenstrual (SPM). “Aunque tanto el SPM como el TDPM tienen síntomas físicos y emocionales, el TDPM causa variaciones extremas del estado de ánimo que pueden afectar el trabajo y perjudicar las relaciones. Por lo tanto, es muy necesario llevar un registro de los síntomas y acudir a un especialista que brinde opciones de tratamiento de acuerdo con la gravedad de ellos”.
¿Qué hacer con mi libido?
El deseo sexual hacia la pareja y el placer en solitario disminuyen tanto en mujeres que sufren normalemente el Síndrome Premenstrual y en mayor medida en quienes manifiestan el Transtorno Disférico Premenstrual. Al respecto, Rodrigo Macaya, ginecólogo Clínica Las Condes, manifiesta que en el periodo premenstrual hay por lo general una disminución o menor tolerancia a enfrentar situaciones complicadas del diario vivir y eso tiene que ver con la función que realiza la progesterona a nivel cerebral.
“De esta forma las mujeres tienen un montón de incomodidades en el periodo premenstrual y, frente a ello, lo primero en desaparecer es el libido. Así, alguien que no está bien con su pareja, en lo último que va a pensar es en tener relaciones sexuales; e incluso si una mujer está bien en su relación de pareja pero su hijo está enfermo, también disminuirá su libido”, dice el especialista.
Para regular los efectos del periodo premenstrual, una de las alternativas es usar medicamentos que disminuyan la secreción ovárica de estrógenos y progesterona. Con esto se logra bajar la curva tan variante de niveles de estrógeno y progesterona, logrando que las pacientes logren estabilizar todos los síntomas premenstruales y tener una mejoría en el libido.
Beatriz Arteaga, enfermera matrona y directora de la Universidad de Las Américas, señala que principalmente el uso de los fármacos tienen que estar indicados por el médico y la matrona para cada caso. “También se recomienda modificaciones en la alimentación, realizar ejercicios y también evitar los factores estresantes o que puedan gatillar una exacerbación de los síntomas”.
La reducción del estrés en este tipo de procesos es muy importante. Para eso Arteaga recomienda practicar yoga, tener un buen ciclo de reposo y sueño, optar por terapias alternativas como, por ejemplo, aromaterapia y acupuntura, además de tomar aguas de hierbas (de acuerdo a cada tolerancia), suplementos vitamínicos, principalmente calcio, magnesio y vitamina E y el complejo B. Todo, dice, ayuda a disminuir la sintomatología.
Karina Sequeira, ginecóloga de Clínica Dávila, señala que si la baja de libido de una mujer afecta a la relación de pareja, una forma de abordarlo es a través de una buena comunicación con el otro. “Si ella no quiere tener relaciones sexuales, pueden buscar otro tipo de encuentros íntimos durante ese periodo. Hay otras formas de relajarse juntos como, por ejemplo, hacer ejercicio o actividades que ayudan a activar la relación de pareja”.
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