Nuestras lectores preguntan ¿Son normales las náuseas después de tener relaciones sexuales?
Hablar sobre nuestros procesos sexuales nos hace bien, y si a lo largo del tiempo surgen cuestionamientos, debemos aclararlos con total libertad. Por eso, en Paula conversamos sobre estos temas abiertamente y quisimos darles un espacio a ustedes, nuestras lectoras, para que puedan plantear sus dudas y los expertos ayuden a resolverlas.
LA PREGUNTA
“A veces luego de tener relaciones sexuales me dan unas leves náuseas o ganas de vomitar, que luego de un rato pasan, pero no sé si es algo por lo que debiese preocuparme. ¿Hay algo malo conmigo o es normal?”.
Sofía, 26 años.
LA RESPUESTA
“Las náuseas no son algo frecuente, pero pueden existir varias razones que las generen luego de una relación sexual. Pueden aparecer cuando la penetración es intensa y en ocasiones golpea fuertemente el cérvix o por la fricción del pene en las paredes de la vagina”, explica, Claudia Ferrer, terapeuta sexual y fundadora de Sexualidad Feliz. “Las náuseas en las relaciones sexuales se deben a una reacción a nivel de los nervios vagal y pudendo”.
Según describe la especialista, el nervio pudendo es un nervio que se encuentra en la región pélvica y que inerva los genitales externos de ambos sexos. Es el responsable de transmitir sensaciones placenteras, por ende, cuando ocurren estas fricciones intensas, disminuye el flujo de sangre hacia el cerebro lo que provoca que se originen estos mareos.
“Estos mareos o síncope vasovagal son benignos cuando son aislados y tienen una duración de tiempos muy breves. Sin embargo, cuando esto ocurre de manera repetitiva o los episodios terminan siendo más duraderos, se recomienda la asistencia a un médico porque podría estar asociado con algún problema cardiovascular o neurológico, lo que es poco frecuente”, comenta la terapeuta.
Ahora, de acuerdo a la doctora Paula Candia, diplomada en ginecología endocrino y en sexualidad humana, también existen otras circunstancias que pueden favorecer estos episodios. Según explica, los cambios hormonales que se viven en estos procesos junto con los cambios cardiovasculares, habitualmente asociados a los orgasmos, se liberan altas dosis de la llamada hormona del amor, la oxitocina.
“La oxitocina es una hormona que actúa sobre los sistemas del cerebro y provoca que los vasos sanguíneos se abran y se relajen. En el orgasmo hay una modificación importante de la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la frecuencia respiratoria y en esos elementos podrían influenciar en que la paciente tenga una asociación de náuseas. O sea en resumen, el orgasmo por sí mismo y la penetración”, explica.
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