Para el mal de amores: el Cuarzo Rosa es el mejor bálsamo para cicatrizar las heridas del corazón. Ayuda a sacar todos los bloqueos afectivos para liberarlos definitivamente.
Para la calma y meditación: la Amatista es la piedra del alma, la transición y el despertar. Calma la mente y equilibra los hemisferios cerebrales. Es recomendable tener una Drusa o Geoda de Amatista en la casa y en el trabajo, ya que ayuda a trasmutar las energías del lugar. La Fluorita es recomendable para utilizar en la meditación. Limpia y estabiliza el aura. Purifica, disipa y reorganiza en el cuerpo todo lo que no está en orden y ayuda a superar el caos. Es una piedra protectora.
Para el dolor y la protección: la Shungit es considerada de la nueva era, negra y carbonosa, que aporta estabilidad mental, emocional y espiritual. Protege contra las ondas electromagnéticas de los aparatos que nos rodean (celulares, computadores, wifi, etc). Absorbe y elimina lo que resulta nocivo para la salud, siendo muy efectiva en el tratamiento del dolor. No necesita carga ni limpieza.
Para la abundancia: la Pirita de color dorado tiene muchas cualidades, pero es conocida por atraer abundancia. Lo que se recomienda es ubicarla en el 'rincón del dinero' de la oficina -que según el Feng Shui es la esquina izquierda más alejada de la puerta de entrada-, o sobre el escritorio en el mismo lugar.
Para conectar con lo femenino: la Piedra Luna de color blanco lechoso o azulado es una piedra eminentemente femenina. Favorece la intuición y la empatía. Estabiliza las emociones. Es excelente para el síndrome premenstrual y todos los procesos bilógicos de la mujer. Se recomienda no utilizar durante los tres días de luna llena.
Para el crecimiento espiritual: el Citrino emite una luz amarilla dorada intensa que actúa sobre el plexo solar. Ayuda en el desarrollo y progreso espiritual, y a relacionarse con los demás. También se asocia a la abundancia y prosperidad.
¿CÓMO USARLAS?
"Para que las piedras y cristales nos entreguen un efecto terapéutico, deben estar en contacto con la piel. Por lo que una buena opción es usarlas como joyas. Sin embargo, para los que prefieren no llevarlas puestas todo el día, pueden sostenerlas durante 20 minutos con la mano izquierda", cuenta Francisca.
TRATAMIENTO
Antes de usarlas hay que limpiarlas, cargarlas y programarlas. Aquí una propuesta simple y sencilla de Francisca para hacerlo en la casa.
Limpieza. La mayoría pueden ser limpiadas bajo un chorro de agua corriente durante un par de minutos (excluyendo las piedras de sal, selenitas y otras solubles en líquido) o exponiéndolas al humo de un incienso.
Carga. Lo ideal es hacerlo con la luz de la luna desde el atardecer hasta el amanecer. Hay que ser muy precisos con los horarios, ya que no deben ser expuestas a la luz solar del medio día.
Programación. Cada piedra y cristal debe ser programa individualmente para algo concreto. La técnica es la siguiente:
Cogerla con la mano izquierda y ponerla a la altura del corazón. Mirarla y decir: "Querido (nombre de la piedra por 3 veces), te activo para (por ejemplo: la sanación) de (nombre de la persona que la usará). Esto debe repetirse a los 7 días y luego a los 14.
MISIÓN CUMPLIDA
"Al ser como una especie de 'seres vivos' pueden cambiar de color o perder su brillo. Para revitalizarlas es bueno dejarlas descansar un tiempo sobre una Drusa de Amatista. También puede ocurrir que desaparezcan por un tiempo de nuestra vista, que se escapen de nuestras manos o que se rompan, esto indicará que su trabajo con nosotros ha terminado", concluye Francisca.
*Es importante recordar que las gemas o piedras sanadoras son un complemento a la medicina tradicional y deben ser utilizadas con intuición y sentido común.
Para agendar una sesión con Francisca Wahl o participar de sus talleres de piedras sanadoras y péndulo de cristal, puedes encontrar información en www.espacesante.cl o escribir al +56 9 84362381.